Un despido suele traer consigo una serie de emociones negativas como miedo y sensación de fracaso. Recrearse en las causas del despido no ayuda a superarlo, por el contrario saber valorar el problema en su verdadera dimensión, permitirá enfrentarse a él con más fuerza.

'Tips para actuar cuanto antes'

Eva Collado, consultora estratégica del Capital Humano y escritora, te aconseja...

INTERPRETA LAS SEÑALES

“A veces hay indicios de que vamos a ser despedidos, pero no los queremos ver. Si va a ocurrir, mejor enfrentarse al problema, actuar proactivamente y empezar a buscar otra empresa donde puedas desarrollarte”.

PIENSA EN POSITIVO

“Tu carrera profesional es la suma de tu recorrido. Quizás al final (aunque ahora no puedas ni imaginarlo) esto va a suponer el principio de nuevas oportunidades”.

SÉ REALISTA

“Todos deberíamos contemplar la posibilidad de ser despedidos en la misma proporción que seleccionados. Sobre todo ahora que las decisiones en las empresas se toman de una manera más rápida que nunca”.

Conoce cuáles son tus derechos

Carlos Gutiérrez, responsable de Juventud de Comisiones Obreras, te los explica.

PUEDES IMPUGNAR

“Lo primero que debes saber es de qué tipo de despido se trata (disciplinario por incumplimientos del trabajador o motivado por razones objetivas) y qué causas alega la empresa. Si no estás conforme, puedes impugnar judicialmente (plazo: 20 días)”.

REVISA EL FINIQUITO

“Este documento tiene que incluir los días del mes trabajados, el pago de las vacaciones no disfrutadas, las pagas extraordinarias que proporcionalmente te corresponden, las horas extraordinarias no compensadas y todos los pluses que estén establecidos en convenio. La indemnización es otra cosa y deberá venir reflejada en otro documento”.

ASESÓRATE

“La extinción de un contrato laboral es un proceso complejo y, por tanto, el mejor consejo es que contactes con un sindicato o un abogado laboralista”.

“Que te echen no supone una pérdida”

Ana Márquez Fernández, pedagoga. Trabaja como consultora de 'e-learning'.

“Cuando comienzas en un empleo, necesitas una buena acogida; más, si es tu primera experiencia laboral. Yo no la tuve. En enero de 2018, entré en una consultora de 'e-learning'. Y desde el primer día me encontré con 'piedrecillas': a mis compañeros les debía de dar algo de rabia que, siendo una recién llegada, fuera a trabajar directamente con uno de los CEO. Intenté adaptarme, pero mi jefe tampoco lo ponía fácil, así que nombraron a una responsable como intermediaria para hacer la comunicación más fluida. No estaba contenta, pero nunca imaginé que fueran a echarme. Hasta la responsable de Recursos Humanos me dijo que se sentía culpable porque no se habían portado bien conmigo. Confieso que me quedé de piedra, aunque intenté mantener la compostura todo el tiempo. Luego, me fui a mi casa temblando, agobiada. Se lo conté a muy pocas personas, sólo a mis padres, que viven en Sevilla, y a una amiga. La verdad, no me resultaba nada fácil decir que me habían despedido...
Poco a poco lo fui afrontando. Un mes después encontré otro trabajo, pero me quedó ese sentimiento de que lo estaba haciendo mal y me iban a despedir otra vez. Pese a ser de las personas que suelen mirar hacia delante, los miedos podían conmigo. Yo sola me machacaba, pensaba que no podía afrontarlo, y por eso pedí ayuda a un psicólogo”.

QUÉ APRENDÍ

Que no es el fin. “Aunque sea difícil, hay que tomárselo como una experiencia, no como una pérdida. Además, conviene enfrentarse a lo que viene, no ocultarlo, y si se necesita ayuda, pedirla. Pero, sobre todo, debes confiar en ti misma para lograr salir adelante”.

Que hay que estar activa. “El mundo es muy cambiante, siempre salen cosas nuevas y conviene formarse todo el tiempo para actualizarse. El saber no ocupa lugar, y esto es bueno, sobre todo para tu mente”.

“Ocurrió sin previo aviso. Iban a hacerme fija”

María Martín-Calero Pérez, experta en contenidos 'on y offline'.

“El día previo a decretarse el estado de alarma, mi empresa reunió al 30% de la plantilla. Nos fueron citando por áreas con el típico discurso: ‘Tenemos el mejor departamento de marketing, nos da muchísima pena, pero…’, dijeron según nos despachaban. Alegaron despido disciplinario sin derecho a indemnización. ¿La causa? Descenso de rendimiento, ¡cuando la semana anterior me habían dicho que iban a hacerme fija! Algunos (no todos) decidimos denunciar la improcedencia del despido. Los que lo hicimos, al final, en noviembre, conseguimos cobrar una indemnización.

Con el confinamiento ha estado todo muy parado. Así que después de mirar varias escuelas de marketing y consultar a mi jefa de contenidos, decidí hacer otro máster, esta vez de Narrativa Transmedia en el IEBS. Y también he empezado un proyecto personal: culturararuna.org, un blog donde aplico todo lo que estoy aprendiendo”.

QUÉ APRENDÍ

Que la unión hace la fuerza. “Hoy en día no hay nada asegurado. Somos muy dependientes y débiles. Pero ayuda darse cuenta de que no eres el único y siempre resulta muy positivo crear redes de apoyo”.

“Para superar un despido, conviene apoyarse en alguien”

Cathy Cianchetti, entrenadora personal. Trabaja en cathyfit.com.

“Ocupé durante once años el puesto de secretaria de alta dirección. Trabajaba en una empresa de telefonía y estaba bien, pero cuando fui madre, mis prioridades no fueron las mismas: buscaba reducción de jornada e iba cambiando de ocupación. Otra empresa compró la compañía y la empresa planteó un ERE. Durante un tiempo no supe reaccionar. La casa se me venía encima, no sabía por dónde tirar. Me apunté a todas las bolsas de empleo posibles, pero no me llamaron de ningún sitio. Encontré algún trabajo como administrativa, pero suponía dar unos pasos atrás en mi carrera y no me motivaba porque quería seguir aprendiendo. Así que decidí dedicar tiempo a mis hijos, mi casa y mi familia. Empecé a practicar deporte por casualidad. Tuve que investigar qué ejercicios me iban bien porque me operaron de la espalda cuando tenía 19 años. Un día mi marido me dijo que me hiciera entrenadora personal y me pregunté: "¿Estudiar ahora? La verdad, me costó bastante; pero en 2017 me saqué el certificado de Personal Trainer EQF Level 4. Luego hice un máster y me especialicé en nutrición deportiva avanzada. Me he tenido que reinventar totalmente, aunque me han ayudado mis conocimientos en ofimática y mi experiencia en secretariado".

QUÉ APRENDÍ

Que hay que reinventarse.

Hay que lanzarse cuanto antes, por poco que tengas a tu favor, en vez de esperar a que sea todo perfecto y esté bien atado. Además, conviene apoyarse en alguien”.