A no ser que vivas en la luna (ya nos contarás, por cierto, qué tal va el Wi-Fi por ahí), es prácticamente imposible que nunca hayas oído hablar del Satisfyer, el juguete sexual que ha sacado al placer femenino del armario. Su producto estrella, el succionador de clítoris Pro 2, ha vendido más de 25 millones de ventas desde 2016 y cuenta con más de 100.000 opiniones en Amazon… Y es en este punto en el que queremos detenernos hoy, porque pese a que millones de mujeres alaban las bondades de los succionadores, hay otras que se han llevado un verdadero chasco ante las altas expectativas que habían depositado en el juguete sexual más conocido del planeta. Capaz de producir una potente estimulación, ha permitido a muchas experimentar su primer orgasmo, ayudar a conseguir más fácilmente el clímax aquellas que les costaba llegar e incluso experimentar un ‘squirt’.

"La venta de los succionadores ha supuesto un revuelo en la mente colectiva y en las mujeres"

Nuestro cometido es analizar por qué ha revolucionado el mercado sexual, cómo ha conseguido que por fin el deseo de las mujeres se haya insertado en los discursos y conversaciones del día a día y por supuesto, si no hemos idealizado a los succionadores demasiado. Valérie Tasso, sexóloga y embajadora de LELO, explica que los succionadores de clítoris han revolucionado totalmente el mercado de los juguetes eróticos porque, por fin, han permitido “redescubrir” el órgano de placer femenino, que es el clítoris. “Obviamente, la comercialización de los succionadores ha supuesto un auténtico revuelo en la mente colectiva y sobre todo, en las mujeres, tanto en las que siempre han ido en contra de un modelo de sexualidad muy masculino, como en las que ya habían bajado los brazos pensando que eran bichos raros por no saber disfrutar de ese modelo. LELO, fue de las primeras marcas en apostar por los succionadores, sacando cada año modelos siempre más adaptados a nosotras. SILA Cruise o el famoso SONA 2 Cruise son los mejores ejemplos. Estimulan el clítoris a través de ondas sónicas, las cuales no “succionan”, sino que se reverberan contra el clítoris en un 75% de su conformación, tanto interna como externamente. Esta tecnología tiene una gran ventaja: al no irritar este órgano, permite poder experimentar orgasmos -y multiorgasmos- mucho más rápido y con mayor intensidad, así como disfrutar de orgasmos más placenteros y duraderos”, explica.

"Ha cambiado la visión del placer femenino al poner el foco en la estimulación sin penetración"

“La mayoría de juguetes eróticos que se conocían hasta el momento estaban más relacionados con la penetración, por lo que muchos buscaban imitar una forma fálica. En cambio, cuando este juguete apareció, vino para darle visibilidad al clítoris. A partir de entonces, mucha gente se empezó a preguntar cosas como dónde está el clítoris, si hay dos tipos de orgasmo o por qué se llega al orgasmo tan rápidamente con este juguete. Así fue cómo empezó a cambiar la visión del placer femenino, poniendo el foco en la estimulación sin penetración, directamente tocando el glande del clítoris”, añade Agustina Orsi, sexóloga asociada a Oooh!.

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LELO
LELO tiene potentes succionadores que han revolucionado el mercado

Por supuesto, nos preguntamos si no hemos idealizado demasiado a los succionadores y si no hemos reducido de alguna forma la sexualidad al orgasmo inmediato. “Es cierto que fomenta la concepción de una sexualidad exprés y de un orgasmo rápido... Yo me pregunto por qué en los hombres se ve positivo durar más y en las mujeres ocurre justo lo contrario- Estamos reduciendo la sexualidad a una respuesta de recompensa inmediata y estamos perdiendo el disfrutar de todo el proceso. De tomarnos el tiempo necesario (sea cual sea) para sentir, para descubrirnos y excitarnos”, explica María Martínez Murillo, psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja.

"A las mujeres con mucha sensibilidad en el clítoris una estimulación tan intensa les desagrada"

"Por otro lado, me llegan mujeres a consulta desesperadas 'porque ni con el Satisfayer pueden llegar al orgasmo'. Y es que para tener un orgasmo es necesario, por un lado, una buena estimulación y, por otro, ser capaces de dejarnos llevar y perder el control. En todo caso, el Satisfayer ayudaría al primer elemento, a tener 'una buena estimulación', pero incluso aquí, no siempre ocurre de este modo. Hay mujeres que tienen mucha sensibilidad en el clítoris, por lo que una estimulación tan intensa les puede resultar excesiva y desagradable. Y esto hay que trabajarlo, porque la sensación con la que vienen a consulta 'es que algo malo les pasa o son raras', porque su cuerpo no responde como se espera. En realidad no les pasa nada, únicamente este juguete en concreto no es el indicado para ellas. Además, si nos masturbarmos siempre con el Satisfayer, que proporciona un estímulo intenso y localizado, puede que, a la larga, nos cueste llegar al orgasmo de otras formas”, advierte María Martínez Murillo.

Con sus palabras no nos quiere alentar a dejar de emplear succionadores, sino que quiere que tengamos en mente que existe un amplio abanico de posibilidades del que poder escoger según nos apetezca, sin quedarnos limitadas.

"Cuando en consulta me enfrento a problemas de anorgasmia, suelo recomendar este juguete"

“Están hechos por expertos en la anatomía femenina y en el bienestar sexual, por lo que su función está destinada exclusivamente a proporcionar placer. Además, pocas son las mujeres que no tengan un succionador de clítoris en su cajón. Y aparte, siempre recomendado por otras mujeres. Se siguen vendiendo: por algo será. Además, en consulta sexológica, cuando me enfrento a problemas de anorgasmia o ciertas dificultades para alcanzar el orgasmo, suelo recomendar este juguete, que es una magnífica herramienta terapéutica. No suele fallar. Y si no se obtienen resultados, ya no es el succionador en sí el que no funciona, sino que es un magnífico barómetro para medir el nivel de bloqueo psicológico que pueda tener una mujer. De este tema, por cierto, se habla poco. En definitiva, nos permite a los sexólogos indagar más en la vida sexual de algunas mujeres”, dice Valérie Tasso.

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Oooh
Succionador de Oooh!

Lo que resulta innegable es que el furor por los succionadores de clítoris ha ayudado a visibilizar y normalizar la masturbación femenina, rompiendo así tabúes y dando un espacio en la sociedad a las mujeres para que puedan auto estimularse. “Esto es sumamente importante, ya que la falta de autoconocimiento es una problemática grande que me encuentro habitualmente en los espacios donde trabajo con mujeres. La falta de conocimiento puede provocar mucha insatisfacción en el encuentro sexual. En relaciones heterosexuales está la llamada brecha orgásmica, donde se muestra cómo los hombres tienen muchos más orgasmos que las mujeres. Esto tiene diferentes explicaciones, pero una de ellas es la falta de conocimiento del cuerpo. Cada persona es responsable de su propio orgasmo. Es mi responsabilidad conocer mi placer y poder también enseñarle a la otra persona qué es lo que me gusta. Realmente es complicado que alguien que no conoce nuestro cuerpo pueda hacer que lleguemos al orgasmo sin ninguna indicación”, dice Agustina Orsi.

"Ha abierto y normalizado la conversación sobre el placer femenino"

Valérie Tasso añade que muchas mujeres, al haberse animado a probar los succionadores, han descubierto partes de su sexualidad que ignoraban. “Al mismo tiempo, han cuidado mucho más su propio bienestar y de su satisfacción sexual y han mejorado su autoconocimiento, pues algunas mujeres ignoraban que tenían un clítoris, por muy curioso que parezca.. Algo muy positivo es que también ha abierto y normalizado la conversación sobre el placer femenino y la juguetería erótica, alejándonos de los tabúes. Por último, gracias a los succionadores, por fin la reivindicación de nuestro placer ya no se ve como algo sucio, sino como un derecho”, señala.

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Marita Alonso

Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.

Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.