Drew Barrymore ha llegado a España (y más esbelta que nunca) para presentar Santa Clarita Diet, su nueva serie en Netflix, que se estrenará el próximo 3 de febrero, y que no va a dejar indiferente a nadie.

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Verás a la actriz con la cara ensangrentada capítulo tras capítulo, y devorando carne humana, ya sea en forma de picadillo o al natural. Sí sí, como lo oyes. Barrymore interpreta a una especie de zombie, y lo mejor es que se muestra encantada con ello.Para celebrar su nueva condición de caníbal, quedamos con ella para hablar entre fogones, y esto es lo que nos ha contado:

1. El truco del almendruco: la proteína. "Si comes proteína cómo te quedas, ¿eh?", dice una Drew sorprendida al chef dos estrellas Michelin, Ramón Freixa, encargado de recibirle en nuestro país con un menú especialmente creado para su personaje sangriento. Ajá. Ya sabemos cómo perdió los más de nueve kilos que tuvo que perder para rodar la serie. "Abusar" de proteína le debió ayudar bastante. Y psst, psst... Le encantó el cocktail "sangriento" que Freixa le preparó. ¿Y sabéis de qué estaba hecho? ¡A base de Campari

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2. Que no falten los pimientos. ¡Le vuelven loca! Cuando le preguntamos por su plato favorito, le cuesta elegir (es comilona), pero se decanta por el halibut: una especie de pescado a la milanesa. Le gusta condimentarlo con cebolla roja aliñada y pimientos, "¡muchos pimientos!", exclama. "Me encantan, son deliciosos", afirma relamiéndose la comisura de los labios.

3. No le gusta el pollo. Sí, justamente el plato que a la mayor parte de los mortales les sirve como el perfecto comodín. En su nueva serie, cuando tiene que comer trozos de este animal, recurren al trampantojo: aunque en la pantalla parezca pollo, en realidad es "algo dulce, con el sabor a una tarta de cumpleaños, por ejemplo", nos revela.

4. Con los niños hay que estar en la cocina. Y aunque ella no se considera muy "apañada" en el asunto, sí que afirma que lo hace lo que puede con las suyas (tiene dos, Olive de cuatro años y Frankie, de dos). Todos los días les cocina algo, y sus dos chicas siempre se lo agradecen.

5. De la comida española comprobamos que no entiende mucho, pero sí sabe qué es una tortilla de patata y vuelve a relamerse los labios cuando le hablamos de ella. En este viaje a España (nos ha visitado unas 10 veces), pretende ir al museo de El Prado, y después comerse un buen pincho de tortilla de patata.

6. Si tiene que cocinar en su casa para un encuentro con amigas, prefiere centrar su atención en preparar un único plato y "que se sirva en el centro de la mesa en un gran bowl". La pasta es su mejor baza. Según lo que nos cuenta, cuando organiza un meeting en su casa, no se ve capaz de mantener intacta la elegancia, la copa en la mano, y la atención en sus invitadas para que no les falte un primer plato, un segundo y un tercero. A Drew lo que le va son las bacanales: ¡que cada uno se sirva lo que quiera! (o pueda). De esta manera, seguro que las cenas de Drew, sin mucho protocolo establecido, serán mucho más divertidas.

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En la vida real Drew Barrymore no come tripas ni sesos, pero sí se considera una amante de la buena mesa. También es una mujer de carne y hueso: la niña de E.T., el extraterrestre, ha vuelto con más fuerza que nunca a la pequeña pantalla con esta serie diferente, "un proyecto que me ha ayudado muchísimo, pues llevo una época con muchos cambios, y este ha sido el empuje que necesitaba", nos cuenta la actriz (en 2016 se ha divorciado por tercera vez, y no le cuesta reconocer que se trata de una época dolorosa). "En el rodaje perdí nueve kilos, cambié mi color de pelo, y pasé de las zapatillas planas a ponerme unos buenos tacones. Viví un cambio de actitud al mismo tiempo que mi personaje, Sheila, cuya actitud siempre era: venga, que tú puedes hacerlo".

Y es que, aunque el hilo conductor nos lleve de cadáver en cadáver y husmeando sangre fresca, "la serie habla de relaciones humanas y de padres e hijos", declara Drew. "Me gusta porque a diferencia de otras, aquí se ve un matrimonio que va a más, que se ayuda, aún cuando hay problemas", revela la actriz (su marido y cómplice en la ficción es el divertidísimo Timothy Olyphant).

Si todavía no has visto el tráiler de Santa Clarita Diet, ve abriendo la boca (nunca mejor dicho) antes del esperado estreno el próximo 3 de febrero: