En teoría, si es el rollo de una noche no deberían importarte estas cuestiones, y si va a prosperar, más vale que os vayáis acostumbrando el uno al otro ¿No?. Pues no, hay detalles que intentamos mantener en la oscuridad... por el momento.
GASES
Llevados por el entusiasmo (y los tequilas) habéis cenado en el mejicano famoso por ser el que sirve la comida más picante de la ciudad. Los tequilas, los tacos y el gintonic de después han convertido tu estómago en un experimento de química. Recuerda una máxima: si pica al entrar, pica al salir. Tienes dos opciones, bueno, tres:
1) dile que no te encuentras bien y vete a casa
2) te ha convencido para ir a la suya, pero temes un desastre: dile que no te encuentras bien y no quieres sexo. Pasarás gran parte de la noche haciendo escapadas al baño para no contaminar la escena. Malditos tacos...
3) vais tan salidos que os da igual lo que pasa en vuestro sistema digestivo. Tú misma. Interrumpirás el sexo a cada momento para correr al baño. Tu consuelo es que os va a pasar a ambos. Estas cosas o unen o separan para siempre.
ÉL NO AGUANTA NADA vs. PRETENDE BATIR UN RÉCORD DE RESISTENCIA
Anda en el límite entre la normalidad y la eyaculación precoz, más cerca de lo segundo que de lo primero. Hazle saber que no estás satisfecha, y que hay más opciones además de la penetración. Como diría la gran Samantha Jones: si me quedo insatisfecha una vez es culpa suya; si me quedo dos veces, es culpa mía.
Del otro extremo se encuentran los spartan race, los que no se cansan ni que fueras con un caballo al lado. A estos les han dicho que cuanto más tiempo estén, mejor se lo pasa la chica, y bueno, esto es cierto hasta cierto punto. La excitación sexual tiene una curva clara, y pasado cierto punto o se llega al orgasmo o ya es hacerlo por hacerlo, por deporte, pero no por diversión. Aquí hay dos opciones claras: o le dices “tira p'allá, cansino”, o le explicas que te gusta hacerlo con algunas pausas para reponerte (lo cual, por otro lado, es totalmente cierto), que su ritmo es mucho para ti, que no estás acostumbrada, etc. O bueno, siempre puedes hacerte la muerta para que te deje en paz.
SE ROMPE EL PRESERVATIVO O SE QUEDA DENTRO
No entremos en pánico. Que se rompa no es muy común, pero puede pasar. Que se quede dentro es más frecuente. Sácalo con calma y paciencia. Después ve a la farmacia lo antes posible. Hoy en día la que se queda embarazada por algo así es porque quiere.
GULLIVERS vs. LILIPUTIENSES
El tamaño medio de una vagina son 13 centímetros, por lo que un pene de más de 20 provoca más problemas de logística que alegrías. Es más, tú le dices a un tipo que la tiene muy grande y que eso a ti no te cabe, y en el primer bar que se encuentre invita a una ronda al paisanaje, todo ufano en su inmensidad.
Pero ¿Qué hacemos con los escasos? Contra eso no hay nada que hacer, no es como los bíceps, que cuanto más ejercicio hagas más se desarrollan. Lo que está es lo que hay… y un pene de 8 centímetros en erección no es para pegar saltos. Con suerte, el muchacho es consciente de su problema y le pone solución (insisto: hay otras formas de satisfacer), y todo iría por los cauces normales. Pero si no quiere reconocer que tiene un problema, ahí damos en hueso (ay, ojalá, pero no). Si se lo dices pueden pasar dos cosas: que se enfade y te diga que no es que la tenga pequeña, sino que tú lo tienes muy grande, o que se traumatice y no haya nada que hacer. En todo caso: huye.
