¿Sabías que la parte más primitiva de nuestra memoria todavía piensa en términos de supervivencia? Por ese motivo, cuando percibimos algo en la gama de los tonos azules pensamos en cielos claros y océanos. «De este modo (y de forma inconsciente) logras sentirte calmada, relajada y completa», dice Sally Augustin, psicóloga especializada en color.

Dos formas de llevarlas

Media luna (asimétrica). Aplica un esmalte nude y deja que se seque. Para lucir circunferencias perfectas, recorta la silueta de la forma en una cinta adhesiva, pégala sobre la uña, extiende la laca azul, retira rápidamente la pegatina et voilà!

Con topping. ¿Tu esmalte no contiene las partículas con textura? Mezcla purpurina con una laca incolora y aplícala sobre el tono base.