Los restaurantes con estrella Michelin suelen ser conocidos por su arte culinario... y sus elevados precios. La realidad es que, aunque eso puede ser así, también existen algunos que han ajustado sus precios para estar (casi) al alcance de todos. Aquí te presentamos algunos de los 150 restaurantes con una estrella que tenemos en España, donde podrás disfrutar de una buena experiencia por 40€ o menos. Los caprichos siempre apetecen…
Restaurante Fogony, Sort. Lleida.
(Av. Generalitat, 45. Sort. Tlf: 973 621 225)
Un viaje gastronómico lleno de sabores en el que te guía José en la sala con sus perfectas explicaciones y su esposa, Zaraida, desde los fogones. El equipo perfecto. La pasión es el secreto. En este pueblo del Pallars, sorprende encontrarse con un restaurante de estas características. El amor a la cocina es palpable desde el primer momento en el que entra por la puerta del local. Los productos son de la zona, destacando su filosofía Slow Food con esos platos que enamoran a todo el que los prueba. El trato es “de toda la vida” y los platos se merecen muchas más estrellas. Sencillo, bueno y sabroso.
En el Fogony hay que dejarse llevar. Los sabores son inimaginables e inolvidables. Además de las explicaciones previas de la experiencia gastronómica que lo deja más que satisfecho. Lo deja… feliz. En este discreto restaurante de fachada de piedra y decoración discreta ofrece el menú ‘KM 0’ por 35 € que consta de dos platos y postre. Esos canelones de Pollo, un plato de Faisán o su pastel de melocotón.
La variedad de vinos es admirable. Siempre sorprende con esa cocina tradicional, su excelente trato y sus vinos que van y vienen. Se podría resumir como un sitio en el que se descubre el frenesí de la gastronomía resultado de la calidad, la dedicación y el amor por la cocina. Es necesario reservar mesa. ¡Ah! y estar dispuesto a disfrutar son prisas…
Restaurante Raúl Resino en Benicarló. Castellón.
(Cl. Alicante 2, esquina con Av. Cataluña. Tlf: 964 865 505)
“Cocinamos como pensamos, no pensamos como vamos a cocinar” reza Raúl Resino. Una cocina que sencillamente hace magia con los sabores. Cabe destacar el sello propio donde no abandonan la cocina tradicional sabiendo – y muy bien – introducir técnicas vanguardistas donde el plato siempre es el protagonista. Es un restaurante que apuesta por la frescura de los productos del mar. La presentación de los platos demuestra el mimo con el que los hacen y los sirven. Los pequeños detalles siempre importan. Raúl, el chef del restaurante, ha logrado cautivar cada paladar con sus perfectas texturas bien combinadas.
Cambian la carta cada 30 días. Disfrutan haciéndonos disfrutar. La esencia japonesa siempre está presente en este restaurante de las afueras del pueblo. En el menú encontrará una equilibrada combinación de pescados y frutos del mar. Sus alcachofas se preparan de maneras tan variadas como sorprendentes.
Algo parecido a una sinfonía de sabores del mar que compaginan muy bien con el trato cercano y profesional. Inolvidable el ‘galet de mar’ una especie cercana al tiburón que no es muy común de encontrar. Verle en la lonja es un disfrute. Lo más sabroso, lo más extraño sirve para una nueva creación. Además tiene menús especiales para que todo el mundo pueda disfrutar de sus creaciones. Por eso, el tiempo pasará sin darse cuenta. Las mesas están muy bien distribuidas, lo que permite sentirse cómodo y sin conversaciones vecinas. Una estrella Michelin muy merecida para un restaurante que brilla por su buen hacer.
Restaurante El Nuevo Molino en Puente de Arce.
(Barrio del Monseñor, 18, Puente de Arce. Cantabria. Tlf: 942 575 055)
Una experiencia estrella 100%. Este precioso restaurante con cientos años de historia como buen negocio familiar sabe hacer disfrutar al visitante que se dispone a gozar del menú degustación tradicional por 40€. El homenaje a la carne con sabor a montaña se demuestra en la costilla de carne de Tudanca que entre el ahumado y las salsas, se convierte en todo un placer gastronómico lleno de matices. Las torrijas crujientes como postre son la perla del menú.
El Nuevo Molino es un sitio precioso. Eso sí, un sitio donde regalan sonrisas y cariño. El postre no es lo más dulce de la experiencia – aunque inolvidable –, es el trato espectacular y bien cuidado. Siempre atentos. La decoración subliminal. El entorno es digno de la región. En un antiguo molino del siglo XVIII se halla un precioso jardín. El interior, continúa sorprendiendo con sus pinturas y esculturas. En el Nuevo Molino se respira arte en el aire. Un sitio inolvidable que ajusta – y muy bien – sus precios para complacer a todos los paladares.
Restaurante Montia
(Cl. Calvario, 4. San Lorenzo de El Escorial. Madrid. Tlf: 911 336 988)
La creación es originalidad. En Montia, lo saben y en su restaurante los menús son impredecibles y originales. Aquí es donde se confirma que con buenos productos, se puede hacer de todo pero el secreto está en saber hacerlo. Y a los chefs del Montia les encanta hacer que esta experiencia sea única gracias a la buena comida y a la originalidad de los platos que tienen todo el sabor de la sierra madrileña. Berberechos, garbanzos, lechugas o berros… Todo vale cuando hay creatividad.
Los callos superan la experiencia junto con el maridaje de vinos naturales que resumen la visita en única. Al no tener carta, sus platos están en constante cambio.
El Montia es discreto. Sin mucha decoración externa, el arte está concentrado en cada plato. Montia es prudente pero sólo de fachada. Para disfrutar de este restaurante no puede tener (pre)juicios gastronómicos. Aquí, el factor sorpresa también tiene sabor y si ha conducido casi una hora desde Madrid, no tiene más opción que cerrar los ojos y disponer todos los sentidos a disfrutar de la buena gastronomía a buen precio. Sin arrepentimientos.
Restaurante Real Balneario de Salinas
(Av. de Juan Sitges, 3 Salinas, Asturias. Tlf: 985 518 613)
Las vistas convierten la visita al Real Balneario en una fantasía. Lo bueno es que todo es real, desde los entrantes hasta el postre. Es lo que sucede siempre que se disfruta de una cocina de autor de tan buen gusto como es la del chef Isaac Loya. Un aventurero, creador de ideas llenas de sabor e investigador incansable de los secretos de la gastronomía que ha elaborado un menú de dos entrantes y cuatro platos entre los que se puede encontrar setas, cordero y merluza. El postre está incluido para dejar siempre un buen sabor de boca.
La atención del Real Balneario es muy atenta. Siempre pendientes de que no falte nada, sin abrumar. El trato en la mesa es digno del premio concedido. Los cubiertos se cambian con cada plato. La elegancia es innegable. La estrella está muy bien merecida en este restaurante asturiano que no cede su esencia, la ensalza y la honra para que todo aquel que quiera llevarse un buen recuerdo gastronómico de Asturias, pueda hacerlo sin empeñarse de por vida.
