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No voy a mentir, cuando me enteré de que de Madrid a Hong Kong hay unas 13 horas de vuelo, lo primero que pensé fue: "ouch". Y como persona que calcula de forma automática la cantidad de veces que podría escuchar la versión de 10 minutos de 'All Too Well' de Taylor Swift durante un periodo de tiempo determinado –algo así como mis propias 'girl maths'–, hice los números inmediatamente: podría escuchar la canción un total de 78 veces desde el momento del despegue hasta que el avión aterrizara en suelo hongkonés. "Wow, seguro que podría batir un récord en el próximo Spotify Wrapped", pensé. Pero claro, en ese momento estaba pasando por alto que viajaría en clase 'business' con la aerolínea Cathay Pacific y que lo que me esperaba no sería un vuelo largo cualquiera…
La compañía ha sido galardonada en varias ocasiones por su servicio de 'business class' de larga distancia y actualmente está clasificada como la octava mejor del mundo. Pero es que, además, en 2023 también fue elegida por Skytrax como la aerolínea con mejor entretenimiento a bordo en los World Arline Awards (considerados unos de los premios más prestigiosos de la industria aeronáutica).
En otras palabras, podría decirse que parecía prácticamente imposible aburrirse en cualquiera de sus aviones. Así que llegado el día del viaje, nada más acomodarme en mi asiento, una vocecilla interior me pidió a gritos empezar a trastear con todos los botones posibles de mi pantalla y el mando de control remoto —que bien podría ser el mando de cualquier videoconsola— para investigar las diferentes opciones de entretenimiento que tenía por delante. Y sí, en ese momento me di cuenta de que tal vez 13 horas me parecerían pocas... ¿Por dónde empezar?
Un maratón de tus series favoritas desde las alturas
La aerolínea Cathay Pacific ofrece a sus pasajeros una de las mayores bibliotecas de entretenimiento a bordo del mundo. Cuentan con más de 1000 películas, las mejores series del momento de HBO Max, podcasts, juegos, álbumes completos de tus cantantes favoritos… Además, para sumarle todavía más puntos a esos maratones cinéfilos y seriéfilos desde las alturas, es la primera compañía aérea en ofrecer sus contenidos en 4K.
Yo me sentía como en un auténtico 'cine deluxe'. ¿Película elegida? 'Check'. ¿Asiento reclinado? 'Check'. ¿Mantita preparada y todo listo para darle al 'play'? 'Check'. ¿Palomitas de caramelo? ¡'Check' también! Sí, sí, porque la carta de 'business' incluye un montón de 'snacks' dulces y salados (además de bebidas) que puedes pedir a tu antojo a lo largo de todo el viaje. Eso sí, ¡deja hueco para la comida!
Un viaje gastronómico a 10.000 metros sobre el nivel del mar
La hora de la comida (o de la cena) en su clase 'business' es un lujo que va mucho más allá de poder usar cuchillos que cortan de verdad o tomarte un vino en una copa de cristal en vez de en un vaso de plástico. La carta está repleta de opciones deliciosas que combinan la cocina internacional con los sabores locales de Asia y Hong Kong y que, sin duda, sirven como anticipo del universo gastronómico que te espera en tu destino.
¿Lo más destacado? Los platos creados en colaboración con dos de los restaurantes más prestigiosos de Hong Kong: Duddell's, situado en Central y galardonado con una Estrella Michelín, y Pirata, uno de los italianos más populares de la ciudad. ¡Todo un placer del que disfrutar a 10.000 metros sobre el nivel del mar!
Dormir en las nubes (literalmente)
¿Quién quiere dormir cuando estás viajando en una de las mejores aerolíneas del mundo y hay tantas opciones con las que entretenerse? Sí, yo también lo pensé, pero el secreto para no tener 'jet lag' al día siguiente —teniendo en cuenta las siete horas de diferencia horaria entre Hong Kong y Madrid— pasaba por dormir sí o sí. Además, para qué engañarnos, una servidora tiene complejo de Bella Durmiente y estoy convencida de que hasta la mismísima princesa Aurora consideraría un pecado no probar una de las camas de avión más grandes del mercado… Así que llegó la hora de pulsar el botón más mágico de todos: el que convierte el asiento en una cama completamente horizontal de 208 centímetros de largo en cuestión de segundos.
¿Almohada? 'Check'. ¿Ropa de cama tan gustosa como la de los hoteles de lujo? 'Check'. ¿Antifaz? 'Check'. Sí, resulta que es posible sentirse completamente descansada a pesar de llevar más de 10 horas de viaje encima.
¿'Ready' para aterrizar?
Despertarse en el avión es una experiencia en sí misma, porque justo después llega la mejor parte: cuando te sirven el desayuno a la carta directamente en la cama y todavía tienes tiempo de escaparte al baño para hacerte tu rutina de 'skin care' en un espejo repleto de luces (al más puro estilo camerino de Hollywood). ¿Bajar del avión como una auténtica reina? 'Check'.
Al final, antes de darme cuenta, el avión tocó tierra y tuve que contenerme muy fuerte para no caer en el chiste fácil y decir eso de "pues a mí se me ha pasado volando"...
