¿Cuántas veces has visto un rizador de pestañas en la mesa de los maquilladores? ¿Y cuántas veces te has preguntado cómo se usa? Es un accesorio imprescindible para conseguir unas pestañas bonitas (y larguísimas) de forma natural, y hacer que los ojos parezcan más grandes. Eso sí, puede que su tamaño te dé cierta reserva a la hora de convertirlo en el mejor aliado de tu maquillaje.
¿A quién no le ha pasado lo de pellizcarse el párpado móvil alguna vez? Sí, duele (y mucho). Nosotras hemos querido quitarte todos los miedos y hemos hablado con varios expertos que usan el rizador de pestañas a diario en su trabajo. ‘Spoiler alert’: una vez que lo tengas dominado, no querrás dejar de usarlo.
Si ya has invertido en una máscara de pestañas y en un ‘eyeliner’ negro (aquí te contamos cómo delinearte los ojos como una ‘pro’), sólo necesitas un rizador de pestañas para conseguir una mirada de infarto. "No subestimes el poder de las herramientas. Para conseguir un peinado de moda recurrimos a la plancha o apostamos por las tenacillas y con el maquillaje pasa lo mismo. El rizador nos ayudará en la mecánica de la pestaña. El rímel nos refuerza y nos potencia lo que ya tenemos y, por eso, es importante preparar bien las pestañas antes de maquillarlas", explica Silvia Pellissa, maquilladora de NYX.
Eso sí, es imprescindible saber cómo utilizarlo bien. "Es una herramienta clave para conseguir una mirada amplia y llamativamente femenina. Utilizado del modo correcto, puede cambiar por completo la forma de nuestro ojo", señala Álex Sestelo, estilista y director del salón del salón que lleva su nombre.
"Sirve para dar una forma curvada y más definida a las pestañas, y en consecuencia, logra abrir la mirada, agrandarla y mostrarla seductora. Eso sí, hay que utilizarlo cuidadosamente y dedicarle unos minutos para lograr los efectos deseados en las pestañas", añade Daniel Marín, cosmetólogo, estilista y director del centro Santum. ¿Cómo? ¡Te lo contamos!
Se utiliza antes de aplicar la máscara
"Antes de usarlo, es fundamental realizar una buena limpieza de las pestañas, procurando que no queden restos de maquillaje", señala el experto. De esta forma, evitarás que se te queden pegadas o que se rompan. "El rizador es nuestro amigo y tenerle pánico no nos ayudará en nada. Es muy importante que esté limpio y en buenas condiciones, con la goma en su sitio", añade Silvia Pellissa. Una goma deteriorada puede dañar e incluso partir las pestañas. Además, no te olvides de limpiar el rizador de vez en cuando con un poco de agua y jabón para eliminar la suciedad acumulada.
Cómo rizar las pestañas
"Para usarlo correctamente, hay que colocarlo en las pestañas superiores, procurando no tomar el párpado, apretar durante unos 10 segundos y repetir si es necesario. Para potenciar el efecto y hacer que las pestañas parezcan más curvadas, se puede utilizar en tres etapas: en la raíz de las pestañas, en el medio y en la punta", nos explica Álex Sestelo.
¡Ojo! "El rizador se utiliza siempre con los ojos abiertos y lo más cerca posible del párpado. Si alguna pestaña no ha quedado bien, se puede repetir la aplicación", añade Daniel Marín.
"Las pestañas hay que cogerlas desde la raíz y asegurarse de que están dentro del rizador. La forma de esta herramienta es como la del propio ojo, justo para poder agarrar todas las pestañas de una sola vez, así que fíate de ella", aconseja Silvia Pellissa.
¡Ojo con los trucos virales!
Hay un truco que consiste en aplicar durante unos segundos el aire caliente del secador sobre el cabezal del rizador, ¡pero no lo hagas! "Muchas personas creen que este truco sirve para intensificar el efecto, pero lo que hace es debilitar y maltratar las pestañas", advierte Álex Sestelo.
¿Ves? El rizador es una de las mejores inversiones ‘beauty’ que hay. Dura muchísimo tiempo y es capaz de agrandar la mirada, y resaltar los ojos más que cualquier otro producto.
Especializada en belleza, trabajó en Cosmopolitan hasta 2022 hablando de manicuras, trucos para el pelo y los mejores tratamientos para tu cuerpo. Adicta a Instagram, pasa el tiempo entre cosméticos y es de las que piensa que la vida es demasiado corta para comer poca pizza (y poco queso).
