En el libro ‘Acercarse a la generación Z’ (ed. Zenith), con un lenguaje tan inclusivo como amable, la psicóloga y 'youtuber' Isabel Duque, conocida en redes como la Psicowoman, realiza un pormenorizado análisis de esta generación, quizá la menos comprendida de la historia y seguro que la más digital. Una generación que parece vivir a través de las pantallas y cuyos miembros son capaces de comunicarse sin perder detalle, sin necesidad de usar ni una sola palabra: solo con emoticonos.

En la actualidad, Isabel Duque realiza talleres con gente joven. La terapeuta familiar y sexóloga posee más de 15 años de experiencia como formadora con alumnado de secundaria y, también, con educadores. Además, cuenta con un currículum impresionante, tanto como su canal de YouTube, muy recomendable a quienes deseen saber más sobre educación y sobre la juventud actual. Su proyecto Psicowoman ha recibido varios premios, incluyendo el Clara Campoamor 2018.

Y está harta de escuchar mitos y leyendas, producto de lo que considera una visión distorsionada por el "adultismo". Ese hartazgo es uno de los motivos que la han llevado a escribir ‘Acercarse a la generación Z’. Otro es tender un puente entre esta y las personas adultas para lo que considera una necesidad esencial: que se comprendan.

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D.R.
‘Acercarse a la generación Z’ de la psicóloga y

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En España hay entre 5 y 7 millones de personas de 12 a 28 años. O sea, de la generación Z. Aunque en muchos manuales aparece que la delimitan a partir de las personas nacidas a finales de los años 90, Duque sitúa su comienzo en 1994 y lo hace por una razón muy concreta: “Me gusta usar ese año porque es cuando se puso a disposición de todas las personas el primer navegador abierto en internet, con acceso público y, además, ese año nació Justin Bieber”.

¿Y cómo son 'elles'?

Bieber, el cantante canadiense que, apenas siendo un niño comenzó a colgar canciones en YouTube y lo petó. Tanto, que se convirtió en una de las personas más conocidas del mundo. Tanto, que acabó quemado, aunque supo resurgir como una moderna ave fénix y ahora Justin sirve de ayuda hasta a Billie Eilish. Para Isabel Duque, él sería representante ideal de la generación Z, como “una persona anónima que, solo gracias a su talento y a subir vídeos a una plataforma gratuita, entre comillas lo de gratuita, llega a ser una de las personas más conocidas del mundo”, señala.

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Cris Chinchilla
La psicóloga y ’youtuber’ Isabel Duque, autora de ’Acercarse a la Generación Z’., un certero análisis de los llamados ’centennialls’.

“Otra característica que definiría a esta generación, sería haber nacido con un ‘smartphone’ casi como una prolongación de su cuerpo. Algo que te da acceso a toda la información, a estar en contacto con un planeta entero y a mostrar y reivindicar tus valores a través de Instagram, de TikTok o YouTube”, apunta Duque. Eso hace, también, que se miren una pantalla plagada de filtros, que se convierte en espejo y que “cambia sustancialmente la forma de construir su identidad”.

Por otro lado, padres, madres y educadores suelen repetirles una cantinela tradicional que, quizá, ahora no tenga tanto sentido en el siglo XXI: "Tú estudia mucho, que eso te garantizará un buen trabajo y un buen sueldo". “Los ‘zoomers’ ven que no tiene por qué ser así, ya que están en un mercado caracterizado por la incertidumbre y donde el emprendimiento se convierte muchas veces en la única salida. El 70% de los trabajos a los que van a optar no están ni inventados aún”, señala la terapeuta.

justin bieber
NBC NewsWire//Getty Images
Justin Bieber, quizá el mejor representante de la generación Z.

Por eso, la creatividad y el ser autodidacta son características de esta juventud, así como su preocupación por los temas medioambientales, por que se respeten el planeta y los derechos laborales. “Y, sobre todo, vivir en las TRIP: Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación. Y añado otra erre, porque creo que lo más sustancialmente diferente es que utilizan las redes para relacionarse”, subraya Duque.

El ‘adultismo’ impide ver el bosque

Que se relacionen de una manera distinta no significa que sea peor aunque sea uno de los temas que más critican las personas mayores. Muchas veces desde el ‘adultismo’ nos sale decir ‘ay, ¡no saben relacionarse!’. Pero es al contrario, en realidad están todo el rato relacionándose, con otros formatos, herramientas y códigos”, aclara.

jóvenes hablando con el móvil
Klaus Vedfelt//Getty Images
Sí, estamos todo el día enganchadas al móvil, ¿y?

A los adultos parece costarles entender a esta generación, quizá más que a otras. “Creo que ocurre porque al 'adultismo’ se junta la tecnofobia y la neofobia, el rechazo o miedo a la tecnología y a lo nuevo”, dice Duque, que reivindica la necesidad de un acercamiento “con una mirada que no juzgue tanto y tratando de ver qué de interesante podemos rescatar de ahí. Si no, nos perderemos un mundo fascinante, el de la juventud actual. Hay que analizar y deconstruir cómo te mirabas a ti mismo de joven, qué se te quedó a ti pendiente que están proyectando ahora”.

En su libro, Duque acaba, con datos y estudios, con numerosos mitos y estereotipos sobre la generación Z. “En mi canal hay muchos vídeos en los que hablan jóvenes. La información que hay sobre la juventud habría que cogerla con pinzas”, explica. El primer mito, según ella, es “seguir diciendo que la juventud actual es más machista que antes. Eso es falso. La generación Z es la que la más rechaza el sexismo, en un 96% de los casos”.

Mitos y leyendas sobre ‘zoomers’

“También respecto a la forma en que viven su sexualidad hay muchísimos mitos y alarmismo, mientras que se habla poco de su ocio y de cómo se relacionan en su tiempo libre. Por ejemplo, en el libro sale un estudio que muestra que en dos décadas se ha reducido a la mitad el consumo de drogas como cocaína, extásis… Esto es algo que no se visibiliza. Pensamos que es lo contrario”, aclara Duque, que señala que ahora “se cuidan más y hacen más deporte”.

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Klaus Vedfelt//Getty Images
En la juventud española se ha reducido a la mitad el consumo de drogas como cocaína o extásis. Sin embargo, se vende una imagen de fiesteros irresponsables.


Otro de los mitos es el que culpabiliza a la gente joven de irresponsabilidad durante la pandemia. “Llegó a parecer que eran quienes la habían causado, cuando el Informe INJUVE muestra que el 90% de los jóvenes cumplía a rajatabla la normativa impuesta por las autoridades, incluso aunque creyeran que no tenían mucho sentido algunas de las medidas. Yo me pregunto, ¿cuántos de los adultos las cumplieron?”, cuestiona la terapeuta.

Y rebate algunas de las críticas que se les hacen: “Que son superconformistas, que hacen activismo de sofá… No es así. Crear contenido en redes sociales, en TikTok o YouTube es muy costoso, y además se mueven para hacer campañas de protesta. Hanan Midan, 'tiktoker' y activista marroquí que vive en Barcelona, explicaba en medio minuto cómo los ingleses habían hecho un expolio cultural en las colonias. Los movimientos por el cambio climático, Friday For Future o cuando se juntaron jóvenes a través de TikTok para dinamitar un mitin de Trump en Tulsa son otros ejemplos”.

Diálogo intergeneracional

La psicóloga rompe una lanza por esta generación que lleva viviendocrisis sistemáticas desde 2008, además de la pandemia actual. “El sistema se está quebrando por todos lados. Si queremos cambiar el mundo, algo que ya está haciendo la juventud actual, tenemos que acercarnos con una mirada más limpia, escucharles y crear alianzas. Lo están deseando”, anima. Ella, asegura, lo tiene claro: “Los diálogos intergeneracionales son los que van a cambiar el mundo”.

jóvenes recogiendo basura
Maskot//Getty Images
Además de crear contenido en redes sociales de los temas que le mueven, la gente joven organiza campañas solidarias. El cuidado del planeta es uno de los temas que más le preocupa. En la foto, limpiando el campo de basura.

Pero además, recuerda la soledad de la generación Z. “Me gusta señalar el concepto de la ‘orfandad digital’. Están ‘huérfanes’, tienen que aprender por sí solos y por sí solas cómo relacionarse con las redes. Aunque sepan utilizar los botones de los aparatos tecnológicos, eso no significa que tengan un conocimiento profundo ni que entiendan los retos que hay, la ética… –advierte–. Tenemos que ser agentes activos y acompañarles”.

Control: y en la familia, ¿qué?

Acompañarles, pero no ejercer un control desmedido en ellos. Cuando le menciono a Duque que hay niveles muy preocupantes de métodos de control y violencia psicológica en la adolescencia, la psicóloga indica que esto reproduce lo que está pasando a nivel colectivo en la sociedad, el modelo de la gente de más edad. Su análisis es tan sorprendente como certero: “Les estamos enseñando que amar es controlar”.

“Las personas adultas tendríamos que cuestionarnos qué estamos transmitiéndoles sobre el control –dice–. Me refiero a que estamos normalizando que controlar es querer. Exigimos a nuestros hijos, hijas, hijes que nos digan a cada rato dónde están, nos manden localización y nos digan que están bien. Con eso les estamos dando un mensaje muy claro: porque te quiero, te controlo".

Un sistema que fomenta la ansiedad

La juventud necesita a sus mayores, pero va a hacer falta cuestionarnos la sociedad en la que vivimos por varias razones. Entre la gente joven se está detectando un empeoramiento de la salud mental, agravado por la pandemia y que provoca un aumento de los cuadros de ansiedad, depresión e intentos de suicidio. De hecho, la ansiedad se considera ya la epidemia silenciosa de la juventud española.

El 52% de las consultas al Servicio de Información y Orientación Joven de la FAD de jóvenes de 15 a 29 años fue por problemas de ansiedad. La mitad de jóvenes españoles de 15 a 29 años afirma haber tenido algún problema psicológico en su vida y un 40% declara no haber recurrido a apoyo especializado.

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Camille Wesser//Getty Images
El suicidio es la primera causa de muerte entre la juventud española.

Tenemos un sistema que no está respondiendo a sus necesidades y que no les está escuchando. En el libro hablo de un testimonio que salió en la tele, una chica a la que le preguntaban qué había aprendido de la pandemia, y ella respondía: 'Que no tenemos futuro'. ¿Cómo podemos hablar de futuro si el presente que les ha tocado vivir no ha existido?”, pregunta Duque, que asegura ver “a chavales y chavalas que llegan al Bachillerato y empiezan a tener unas crisis ansiosas asociadas a los estudios y a los deberes”.

Una juventud en venta

Para ella, el sistema les está empujando. Un neoliberalismo brutal, sumado a un individualismo y una competitividad feroces: “Eso, mientras vivimos inmersos en una epidemia de la información. El objetivo siempre es el mismo: vender. Estamos en un mundo controlado por algoritmos creados por equipos multidisciplinares donde los equipos de ética no son los más valorados, si los hay. El más valorado es el equipo comercial y el de ventas. Como psicóloga sanitaria, reivindico un acceso de calidad y gratuito a la salud mental, que haya profesionales de psicología en todos los centros educativos, no solo orientativo, para el alumnado y el profesorado”.

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Maskot//Getty Images
La preocupación por el medioambiente y la defensa de la diversidad sexual son características de la generación Z.

Para cambiar esto es necesario cambiar la sociedad. Se podría empezar por escuchar a la gente joven. “A nivel político, tienen muy claras sus demandas. Pero no solo hay que escucharlas, sino llevarlas a cabo. Crear un presente y un futuro donde haya una regularización de los contratos de trabajo porque la precarización laboral es salvaje, y que se haga una regulación de los alquileres”, reclama.

El problema es grave. El suicidio es ya la primera causa de muerte entre la juventud española. “No estamos cuidando a la población más vulnerabilizada. Está clara la estructuralidad del problema y que tenemos que ponernos las pilas como sociedad”, apunta la psicoterapeuta, y alerta: “Todas las mujeres jóvenes que acompaño en la consulta, en los últimos años, están con medicación. Todas. Esto no había pasado antes y tiene que ver con algo que está ocurriendo en nuestro sistema”.

Generación encontrada

Con todo, destaca la valía de la generación Z y “todo el activismo que está haciendo en el tema de la diversidad sexual a través de TikTok, con esa creatividad y esa frescura, trasladando conceptos y términos en 30 segundos que igual yo he necesitado leerme libros y libros para llegar a ellos” –cuenta–. Y lo más admirable es que, con o sin nuestra ayuda, ya están cambiando el mundo”. Por todo ello, reconoce estar “muy agradecida a esta #generaciónencontrada, un ‘hashtag’ que utilizo por redes para visibilizar todo lo que están consiguiendo”.