Juntar oro y plata, usar shorts en invierno, mezclar estampados o ponerte brillos en tu día a día. En Cosmo nos saltamos las típicas reglas fashion que han pervivido (y perviven) durante mucho tiempo. Las ponemos patas arriba pero eso sí, con mucho estilo.

1. Nada de blanco después de un día de trabajo. El blanco es un color 10: zapatos blancos, vestidos blancos, jeans blancos, ¡todo blanco! Póntelo siempre que puedas mantenerlo limpio, el blanco te hace parecer más morena y te da una apariencia más fresca. En total look es perfecto y sí, sienta bien en cualquier época del año, no solo en verano.

2. No vestir de blanco cuando vayas a una boda. Que no debas ponerte un traje de novia en la boda de tu mejor amiga no significa que no puedas vestirte de blanco. No le vas a robar el protagonismo por eso.

3. No enseñes el sujetador. Una tiranta de sujetador nude asomando por debajo de tu top es una cosa pero con la cantidad de sujetadores bonitos que hay en el mercado, es una pena no mostrarlo sutilmente. Una buena idea es elegir un modelo de pico no muy escotado debajo de un top transparente o uno de media copa con un suéter ligeramente desabotonado para mostrar solo la parte superior.

4. Elige entre piernas o escote, nunca ambos. No deben existir muchas chicas Cosmo que no se hayan saltado esta regla fashion, pero por si acaso la remarcamos. Enseña toda la piel que quieras, siempre con buen gusto.

5. Los brillos son solo para la noche. De acuerdo, no te vas poner un vestido de paillettes para ir a la ofi pero, ¿por qué no lucir una faldita de minilentejuelas con un jersey gordo o una sudadera? ¿Y un suéter con detallitos de pedrería? ¡Pon un poco de brillo a tu día a día!

6. Las mujeres altas no deben calzarse tacones. ¿Por qué? ¿Crees que intimidarás a los hombres por tu altura? Así lo único que conseguirás será no darte el gustazo de verte bien guapa encima de unos bonitos tacones. La regla de oro de los zapatos de tacón es llevar aquellos con los que puedas andar. Ir como un pato mareado por llevar taconazo no mola nada.

7. En cuestión de joyas, menos es más. Todo es cuestión de gustos. No te dejes llevar por lo que haga fulanita o menganita, siéntete tú misma con tu ropa y complementos. Por cierto, ¿te has dado cuenta de lo bien que queda llevar mini anillos en casi todos los dedos de la mano? ¡Incluso a en mitad de las falanges!

8. Debes vestir acorde con tu tipo de cuerpo. No, no y no. Viste con aquello que te guste y te quede bien. Tu cuerpo nunca puede ser un problema que necesite ser resuelto con trucos de estilismo.

9. Nunca juntes oro y plata. En muchas ocasiones, lucir oro y plata juntos queda mejor que por separado. Los diferentes metales complementan el look y rompen con un estilismo demasiado conjuntado.

10. Gasta mucho en piezas de calidad. Gastar más dinero no es garantía de recibir más calidad. Él que te diga lo contrario solo estará trantando de justificar sus propios hábitos de compra. Sé consciente de lo que están hechas las cosas y de las mejores maneras para cuidarlas, así verás su valor real, no solo su precio.

11. Los shorts son solo para el verano. Si quieres ponerte shorts todo el año, ¡hazlo! Llévalos con medias o leotardos y combínalos con botas y jerseys cuando haga frío. Y cuando haga calor, dale caña a las camisetas de tirantes y las sandalias.

12. Las mujeres bajitas no deben usar vestidos largos. ¡Falso! Es más, hay algunos que hasta te harán parecer más alta, sobre todo cuando envuelvan el cuerpo con tejidos livianos. Eso sí, evita los que sean voluminosos.

13. Cuando lleves un vestido o una falda a un evento formal (boda, entrevista de trabajo, etc) debes ponerte medias o pantis. Esta regla solo es aplicable a Kate Middleton o Carlota Casiraghi, así que ni caso.

14. No mezcles animal prints. Solo porque dos animales estén alejados en la naturaleza, no significa que no se puedan unir en tu look. Deja a los leopardos convivir amistosamente con las cebras, tu outfit será muy cool y anímate a mezclar todos tus estampados: lunares con flores, rayas con cuadros...

15. El estilo no se aprende. El estilo es algo que vas construyendo poco a poco. Nadie nace sabiendo lo que pega con esto o con lo otro. Todo es aprendido. Por eso, que algo no sea, de entrada, fácil para ti no significa que no llegues a convertirte en pro.