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¿Qué rutina de belleza le va mejor a tu piel?
Ficha los cuidados para rostros con acné, deshidratados y apagados.
“Tanto la a limpieza como la preparación de la dermis al levantar son básicas en cualquier edad, sexo o tipo de piel”, asegura Natividad Lorenzo, directora de los centros Esética & Salud Natividad Lorenzo. Pero, preparación no es sinónimo de limpiar e hidratar, sino que también se refiere a cuidados específicos para cada problema o preocupación concreta y, sobre todo, a prestar especial cuidado a la protección solar durante todo el año, incluidos los días que estén nublados. “El índice de protección solar depende de la época del año, del tipo de piel y de las lesiones o estado de la misma”, opina la esteticista. Sin embargo, en general, “un producto idóneo tiene que llevar filtros solares UVB Y UVA, con la combinación de los filtros físicos (actúan como una pantalla reflejando y dispersando gran parte de la radiación) filtros químicos (absorben y dispersan los rayos UV para proteger ante la radiación UVB y UVA) y filtros biológicos (restauran el daño celular provocado por la radiaciones solares). Además, la vitamina E protege de los radicales libres generados por la exposición al sol y del fotoenvejecimiento”, añade la experta, quien te proporciona unas pautas sobre cuáles son los mejores cuidados matutinos, dependiendo de tu tipo de piel:
Pieles acneicas o seborreicas
Los daños del acné pueden ser causados por factores internos (hormonales, genéticos, contaminación bacteriana…) o externos (higiene, dieta, estrés y calor). La suciedad y otras impurezas ambientales se adhieren a la dermis y entran en los poros a través de las heridas abiertas del acné. Esto provoca infección y fomentan la reducción del sistema inmune, haciendo que la piel sea más susceptible a la inflamación adicional.
- Limpieza. El ritual de limpieza diaria es imprescindible para la depuración e higienización de la piel. Elige texturas ligeras, en formato espumas o geles, que reducen la inflamación y disuelve el exceso de grasa sin alterar el equilibrio de hidratación. Compuestos como los glucósidos aportan sensación de suavidad y confort, mientras que la alantoína calma y atenúa el enrojecimiento. Al terminar, opta por un tónico que contenga camomila o agua de hamamelis, de efecto calmante.
- Hidratación. Este tipo de pieles suelen sufrir una falta de deshidratación importante, por lo que hay que hidratarlas adecuadamente con cremas, de textura fluidas o tipo gel, que no contengan aceite en su formulación. El ácido hialurónico de sodio hidrata y equilibra la deshidratación, la camomila calma y cierra los poros. Después no te olvides de aplicar una crema que te proteja del sol, o corres el riesgo de que las marcas de acné se conviertan en manchas. Los productos no grasos y no comedogénicos proporcionan un acabado mate y homogéneo.
Pieles deshidratadas
Estas son las que suelen envejecer prematuramente, por lo que necesitan protección frente a los daños ambientales. La hidratación inmediata y de larga duración ayuda a mejorar la elasticidad, a suavizar, a alisar y a aportar luminosidad.
- Limpieza. Utiliza productos específicos para la zona de ojos y labios, ya que estos eliminan el maquillaje respetando la hidratación y elasticidad óptima de la zona gracias a activos como la arginina, que es uno de los 20 aminoácidos esenciales que restaura el ph de la piel. Para el resto del rostro puedes optar por limpiadores en crema o de emulsión jabonosa que, al no llevar alcohol, no resecan la piel.
- Hidratación. Aquí también es muy importante hacer hincapié en las zonas ocular y bucal para disminuir las pequeñas arrugas y líneas de expresión. La centella asiática, caléndula, castaño de indias, cola de caballo y regaliz protegen y refuerzan la circulación periférica sanguínea y linfática de los ojos. Sobre el cutis funcionan el aceite de amaranto, manteca de mango y de karité para reforzar la barrera lipídica y evitar la pedida de agua transepidérmica, la flor de Edelweiss y los betaglicanos para aumentar el sistema de defensa de la piel, vitaminas C y E para luchar contra los radicales libres y el extracto de uva, que es un poderoso antioxidante.
Pieles apagadas
Muchas veces suelen ser pieles de fumadores. Para revitalizarlas, purificar y descongestionar, el oxígeno y las vitamina E y C son infalibles.
- Limpieza. Los productos en formato espuma o limpiadores suaves previenen la obstrucción de los poros y favorecen la oxigenación de la piel. Además, también aportan proteínas, vitaminas y minerales mientras preservan el balance hídrico de las células cutáneas con ayuda de la betaína.
- Hidratación. Tanto los sueros como las cremas que llevan peróxido de hidrógeno funcionan genial, ya que estabilizan la piel, aportando oxígeno para revitalizarla y limpiándola gracias a que eliminan el dióxido de carbono. La vitamina C también es un ingrediente clave, repara los cutis castigados o apagados por el estrés, la falta de oxigenación o por contaminación ambiental.
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