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A estas alturas de la película, todas tenemos (o eso esperamos) una rutina de belleza confeccionada a conciencia. Sabemos de sobra que, sea el tipo de piel que sea, lo primero es el limpiador, después el tónico, después el sérum, el contorno, la crema hidratante y, si es de día, el protector solar como último e indiscutible paso.
También sabemos qué necesidades tiene nuestro cutis y si lo que le hace falta es una reducción urgente de la hinchazón en las bolsas, un 'extra' de hidratación día y noche o un difuminador de poros y/o manchas. Pero... ¿Sabemos lo que nos estamos poniendo en la cara? Los dermatólogos estarían realmente orgullosos si, a partir de ahora, no nos conformáramos con leer la letra grande de los productos cosméticos, sino también la más pequeña y hasta la simbología presente en los mismos.
Cómo leer la letra pequeña de los productos de belleza
Para ofrecerte una guía experta, hemos recurrido a las declaraciones de cosmeticoseficaces.com, una web creada en 2014 por Claudia Sarabia (facialista) y Emilio Laveda (experto en cosmética y estética profesional). Según esta, lo primero que tenemos que entender es qué representan los símbolos que tan integrados tenemos en nuestra mente, pues están siempre presentes, pero que no todo el mundo sabe descifrar.
Qué significan los símbolos de los productos de belleza
Para que sea más visual, adjuntamos una infografía con los símbolos más comunes de los productos cosméticos. Como te contaremos a continuación, algunos son de obligatorio uso, mientras que otros no. Te explicamos, además, qué indica cada uno y por qué es importante contar con dicha información.
- Fecha de caducidad. Este indicador viene representado por un reloj de arena y es obligatorio.
- Caducidad o PAO ('Period After Opening'). Este otro implica un símbolo con forma de tarro cosmético, así como un número seguido de una letra 'M'. En este caso, hablamos de la vida útil del producto una vez abierto por primera vez. Es decir, si pone '6M', significa que este perderá eficacia y/o no se recomendará su uso 6 meses después del primer uso. ¿Cuándo se pone el PAO y cuándo el reloj de la fecha de caducidad? Según el reglamento, el reloj se añade cuando la caducidad es inferior a 30 meses.
- Indicaciones y/o modo de empleo. Si ves un libro abierto con una mano, debajo encontrarás la guía de uso. Este símbolo también es obligatorio, ya que ayuda al usarlo correctamente, así como para advertirle de determinadas precauciones y condiciones óptimas de almacenamiento.
- Contenido neto. Representado por una 'e' minúscula, esto confirma la cantidad de producto presente en el tarro. Esta puede venir en gramos (g) o en mililitros (ml).
- Aerosoles. En este caso hablamos de una 'e' mayúscula e invertida. Si está presente en el etiquetado de tu producto, significa que se trata de un aerosol. Un aerosol que, además, cumple con los estándares de calidad y seguridad que obligatorios en productos de dicha categoría.
- Punto verde. Este otro símbolo, también obligatorio, "indica que la empresa ha cumplido la legislación sobre 'Envases y Residuos'", nos cuentan desde cosmeticoseficaces.com. Esto quiere decir que los materiales empleados no dañan el medioambiente y que, además, contribuyen al reciclado de los mismos.
- Testado dermatológicamente. Además de que no es obligatorio, lo cierto es que no existe consenso en cuanto al símbolo a añadir. Es por eso que, si tu producto ha sido testado por dermatólogos, también lo puedes encontrar escrito.
- No testado en animales. Aunque no lo creas, el famoso símbolo del conejo no es obligatorio y la razón es tan simple como tranquilizadora. Resulta que, según el documento técnico sobre reivindicaciones de productos cosméticos en vigor, "este sello no deberá utilizarse porque la comercialización de productos cosméticos que hayan sido probados experimentalmente en animales está prohibida desde el 11 de marzo de 2009". O, lo que es lo mismo, que se trata de una práctica prohibida y, por lo tanto, el distintivo no es necesario.
Además, también podrás encontrar el símbolo 'Möbius', que indica que el envase es reciclable; así como el famoso 'Tidyman', que incita a que nos deshagamos de los residuos de forma responsable. Pero esto no solo ya lo sabes, sino que no afecta a nuestro rostro.
Carmen es experta en tendencias de moda y de belleza. Con casi 8 años de experiencia en el sector de las revistas, le encanta escribir sobre todo lo que tenga que ver con la industria, las pasarelas, las nuevas colecciones, las propuestas de maquillaje y las diferentes rutinas de cuidado facial y capilar. Su gusto especial por la historia y la historia del arte hace que, además, Carmen esté muy al día con todo lo que tenga que ver con los archivos de estilo procedentes de décadas del pasado. También es una amante de Escocia y de su historia, por lo que conoce el origen y la evolución de tendencias procedentes de dicho país: el tartán, la pata de gallo, el tejido de 'tweed'...
En Cosmopolitan y ELLE, donde lleva tres años ejerciendo de redactora de moda y belleza, elabora artículos de dicha índole. Concretamente, Carmen escribe reportajes periodísticos sobre 'skincare', maquillaje, perfumes y pelo, pero también sobre nuevas tendencias extraídas de la pasarela, del 'street style', de las redes sociales y de inspiración histórica. Por otra parte, Carmen Santaella desarrolla su vocación como periodista de moda en las redes sociales. Concretamente, en TikTok e Instagram, donde comparte con su comunidad sus conocimientos sobre la materia.
Antes de ser redactora para Cosmopolitan y ELLE, Carmen también elaboraba artículos de moda y belleza para otros medios de comunicación, como Harper's Bazaar, InStyle, ¡HOLA! y Clara. Está graduada en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid desde el año 2016, tiene el máster de Vogue en Comunicación de moda y belleza, también de la Universidad Carlos III, y un título oficial que la acredita como asesora de imagen y 'personal shopper'. Este último lo obtuvo en la Universidad Complutense de Madrid.
