El uso de ciertas semillas para enriquecer nuestra alimentación es algo que se lleva haciendo desde hace muchísimos años. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha puesto más de moda tras conocerse los amplios beneficios que pueden aportar a nuestro organismo.

Pero ¿sabemos utilizarlas correctamente? Para responder a esta pregunta acudimos a un 'showcooking' organizado por Linwoods, marca especialista en semillas, e impartido por la chef Mireia Anglada.

Antes de comenzar las recetas, es importante dejar claros algunos detalles fundamentales sobre la chía, el lino y el cáñamo, nuestras semillas protagonistas. Seguramente, si eres consumidora, en alguna ocasión, las habrás molido tú misma, una técnica con la que se pierden propiedades de ahí que sea importante consumir aquellas que han sido molidas en frío. Si hasta este momento lo hacías así, olvídalo porque estás consiguiendo el efecto contrario.

Beneficios de las semillaspinterest
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La conservación es otro dato a tener en cuenta. Siempre que las compres, elige envases herméticos ya que si les entra luz, se oxidan y ya no sirven. Una vez abierto, consérvalas en la nevera. Si sigues estos pasos te pueden durar hasta 45 días. Incluso se puede congelar.

¿Qué beneficios nos van a aportar? "la mayoría son ricas en Omega 3 que evita o contrarresta cualquier proceso inflamatorio en el organismo, mantiene nuestro corazón sano y estimula nuestro cerebro. Por ejemplo, 30 gramos de chía o lino [dos cucharadas] equivalen a una ración de salmón", asegura Anglada.

Por otro lado, aportan Hierro, Magnesio, Fósforo y Zinc por lo que contribuyen al correcto funcionamiento inmunitario y aportan antioxidantes que protegen a las células de nuestro cuerpo.

También se ha demostrado que reemplazar las proteínas animales con alternativas vegetales ayuda a reducir las enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y la diabetes y, además, cuidamos el planeta. Un estudio realizado por la marca determinó que las vacas de su granja que tomaban lino en su dieta enfermaban menos que las que no.

Lo mejor es que podemos aprovecharnos de todo lo bueno que ofrecen con gestos sencillos. "Podemos incluirlas en un yogur, al final de una crema de verduras, en las salsas de un guiso tras haberlo cocinado, en un aliño para un ensalada, incluso si trituras unos frutos rojos y le pones chía, lograrás una mermelada", cuenta la experta.

Si no quieres pensar demasiado, aquí recetas ricas y que no te harán perder demasiado tiempo. Son ideales para comenzar el día con energía.

Bowl verde

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Elaborar un batido con una manzana, medio pepino, 2 troncos de apio, 5 ramitas de perejil, 1 puñado de espinacas, 1 trocito de jengibre y añadir una cucharada sopera de semillas de lino, girasol y calabaza. Sírvelo en un bol y decóralo con muesli y queso fresco.

Tostada de aguacate

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Mezclar una aguacate, unas gotas de limón, una cucharadita de crema ligera. Sazonar con sal, pimienta, un chorrito de Tabasco y una chucharada de semillas. Untar la mezcla sobre una tostada y adornar con trocitos de tomate y queso feta.

Batido de fresas y coco

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D.R.

Batir 250 gramos de fresas con dos cucharadas de semillas, dos cucharadas de fresas liofilizadas, 250 ml de leche de almendras y 12 ml de agua de coco. Una vez logremos una textura suave, servir y ¡a disfrutar!