¿Quién no querría que sus fines de semana se alargaran hasta el infinito? Porque, por algún motivo, siempre parece que duran mucho menos que el resto de los días...

giphyView full post on Giphy

via GIPHY

 

Pues ahora, el neurocientífico David Eagleman ha desvelado a NYMag la clave para que los fines de semana parezcan más largos: hacer cosas nuevas. "Cuando experimentas algo novedoso, parece más duradero", afirma.

¿La razón? Que la memoria se centra en recolectar la nueva información y, en consecuencia, recuerda muchas más cosas que si sencillamente hubieras pasado el fin de semana tirada en el sofá (como siempre). "Cuando eres niño, todo resulta nuevo y constantemente tienes nuevos recuerdos almacenados en el cerebro. Por eso tus veranos de niñez te parecen tan largos: recuerdas esto, aquello, lo que aprendiste, lo que experimentaste...". En cambio, a medida que crecemos, el cerebro tiene más patrones almacenados y no tiene que recolectar tanta información desde cero. 

Ahora entendemos por qué esa escapada rural parecía mucho más extensa que aquel fin de semana haciendo una maratón de 'Sexo en Nueva York'...