Cuando Kim Kardashian confesó que su presencia en la gala MET dependía de si era capaz o no de entrar en el diseño que había seleccionado para una ocasión tan especial, un look del que tan sólo sabíamos que no podía ser alterado, sus declaraciones hicieron saltar las alarmas. ¿Se dispondría a lucir un diseño de archivo? Poco después, los fotógrafos tomaron unas imágenes en las que la empresaria y su pareja, Pete Davidson (con quien ya había debutado en la alfombra roja), salían del museo de Orlando ‘The Ripley’s Believe It or Not’, donde se encuentra el icónico diseño que Jean Louis confeccionó para que Marilyn Monroe entonara su inolvidable felicitación cumpleañera. Hablamos de un vestido que se encuentra en el citado museo, un diseño basado en un boceto de Bob Mackie de 1.440 dólares. La madrugada del lunes supimos que los rumores estaban en lo cierto: Kardashian se había puesto uno de los diseños más míticos de la historia de la moda.

Marilyn Monroe pudo lucirlo gracias a que el vestido fue cosido sobre su propio cuerpo. ¿Qué ha hecho Kim para lograrlo? Perder siete kilos en tres semanas, algo que ha repetido hasta la saciedad en la alfombra roja de la gala MET. Mientras que muchos medios han publicado los pormenores de su dieta, en la que los hidratos y el azúcar no tienen cabida, las redes sociales no han ofrecido una visión tan positiva de su proeza. Diversos internautas han denunciado que promover dietas exprés con las que conseguir una pérdida de peso veloz y radical es muy peligroso para la salud. Quienes padecen desórdenes alimenticios acostumbran a bucear en Google para encontrar artículos sobre dietas milagro, por lo que promover y ensalzar este comportamiento es realmente problemático.

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Gotham//Getty Images
Kim Kardashian en la gala MEt

Marta Martinez, divulgadora de vida saludable, nos da su opinión.“Que alguien promocione hábitos insalubres en aras de la estética es muy peligroso, pero lo que realmente me llama la atención es que se comente como un hecho anecdótico, sin desacreditar la metodología. Ella vive de su estética y asume unos riesgos determinados porque necesita alcanzar una imagen concreta, pero es de suponer que ella es consciente de tales riesgos y que a causa de su nivel adquisitivo, tiene tras ella a un equipo que monitoriza y mide cada paso del proceso. En cambio, la mayoría de personas que se topan con sus imágenes y sus declaraciones, desconocen tales riesgos y no cuentan con ese equipo. El problema está, por lo tanto, en la parte poco crítica de la metodología, no en quien lo sigue. No es un método de adelgazamiento, sino un comportamiento que promueve la cultura de la dieta y sin duda, el efecto rebote”.

Los peligros de las dietas exprés

Carlos Ríos, en ‘Pierde grasa con comida real’ (Paidós), ofrece toda la información que necesitamos saber sobre la pérdida de grasa de forma saludable. “Habitualmente, la pérdida rápida y grande de peso es consecuencia de restricciones abusivas en la ingesta combinadas (o no) con un incremento del tiempo dedicado al ejercicio (por ejemplo, pasar más tiempo en el gimnasio)”, señala. El dietista y nutricionista advierte que este tipo de dietas conducen a un problemático círculo vicioso en el que muchas personas caen a lo largo de su vida. Asegura que la razón por la que nunca funcionan es muy sencilla: son insostenibles.

Carlota Fernández, farmacéutica y dietista nutricionista, explica estar en contra de la cultura de dieta precisamente porque considera que todo profesional de la salud ha de orientar al paciente a seguir un estilo de vida prolongable de por vida. “Las dietas milagro no son inocuas y pueden ser peligrosas para la salud, porque son muy reducidas en calorías y por ende, en nutrientes. Al final, tienen efectos negativos en todo los sentidos, y los primeros signos son la caída del pelo, la calidad de las uñas y la irritabilidad. Son dietas que contribuyen a distorsionar la imagen corporal”, advierte.

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La obsesión de Kim Kardashian por entrar en el vestido de Marilyn Monroe era tal que cuando se dio cuenta de que no podía cerrar la cremallera del diseño, casi rompe a llorar. Por eso decidió someterse a una estricta dieta acompañada de dos sesiones diarias de vigoroso ejercicio enfundada en un traje efecto sauna. “Al sudar se pierde agua, pero también minerales. Por si fuera poco, no tiene mucho sentido hacer ese tipo de entrenamiento, porque es cortoplacista. Hace tiempo se puso de moda entrenar envolviéndonos en plástico, pero al fomentar la pérdida de agua, era un entreno que hacía que se recuperara el peso muy rápido. Teniendo en cuenta que Kim Kardashian entrena habitualmente y que sigue una alimentación muy saludable, para perder siete kilos habrá tenido que seguir una dieta con una gran restricción calórica en la que posiblemente ni se hayan alcanzado las mil calorías”, advierte Carlota Fernández. Le preguntamos a

Daniel Pérez, Founder de Re-Educate Studio, partner de Urban Sports Club, si tiene sentido este tipo de entrenamientos. "Antes quiero señalar que eliminar los hidratos de carbono, la gasolina que necesita el cuerpo para entrenar, es un error. Los trajes efecto sauna te hacen sudar más, pero carecen de sentido, porque lo que promueven es que perdamos líquidos, que recuperamos en cuanto bebemos. Sí, podemos perder algunos gramos de grasa con cierto tiempo de sauna, pero es insignificante respecto al riesgo que tiene. Sin duda, espero que la gente no siga su camino, porque no es recomendable".

Una relación tóxica con la comida

El objetivo de Kim no era divertirse, sino entrar en el vestido y recorrer la alfombra roja de la gala MET. Así lo señaló a su llegada, pues aclaró que no pretendía asistir a la fiesta posterior. ¿La razón? En su habitación de hotel le esperaba un festín de sus donuts preferidos, de Doughnuttery, y unas 20 pizzas de Joe’s Pizza NYC. Marta Martínez, embajadora de Urban Sports Club, subraya los efectos de seguir un hábito muy restrictivo durante poco tiempo para tener un efecto concreto. “Esta conducta, seguida de comer todo lo que ha sido restringido anteriormente, es precisamente lo que entendemos como problemas de conducta alimentaria. Supone tener una relación tortuosa con la comida, y reforzar esas conductas al señalarlas como positivas hace que la gente tenga una mala relación con la comida. Disfrutar de lo que comemos tendría que ser algo habitual y constante, no algo puntual”. No duda en señalar a los medios que alaban el comportamiento de Kim o a quienes se muestran acríticos ante él. "Para mucha gente que está intentando tener una mejor relación con la comida, el que los medios validen comportamientos como el de Kim supone un desencadenante. Se trata de un nuevo refuerzo de la operación bikini, que es un drama”, asegura.

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Marita Alonso

Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.

Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.