1. Mangas largas

Siempre te quedan excesivamente largas, y te hacen sentir como una niña pequeña. Si intentas doblarlas, es aún peor. Además de las mangas, te quedan grandes de hombros.

2. Los monos son territorio prohibido

No solo es cuestión de la parte del pantalón (demasiado largos), la parte de arriba del mono está en un lugar que no debería.

3. Lo mismo pasa con los pantalones de campana

A no ser que aprendas a caminar en verdaderos zancos, seguramente hayas probado el dobladillo, para evitar que queden tan largos. Aunque puede ser una solución momentánea, es mejor que no te arriesgues y no te los compres.

4. Tienes que añadir un extra de 10 € a prácticamente todo lo que compras

Para aquellas prendas que verdaderamente te encanten y no te queden bien, tienes que hacer una buena inversión en arreglos de costura.

5. Si sales, tienes que llevar zapatos de tacón

Intenta pedir una copa llevando bailarinas o sandalias planas. Si lo consigues, te llevas un premio.

6. No puedes llevar tobilleros

Para ti los pantalones tobilleros equivalen a los pantalones largos.

7. Cualquier prenda oversize hará que parezca que has estado removiendo en el armario de tu abuela

El estilo boyfriend y oversize no es algo que se adapta a todos los cuerpos. Lo que puede parecer estiloso en un cuerpo alto y esbelto, puede ser todo lo contrario para ti.

8. Las caídas ocurren a menudo

Te has gastado cientos de euros en un vestido de fiesta. Llevas zapatos de tacón, muy altos, y estás casi segura de que esa combinación te garantiza una caída espantosa.

9. Encontrar una falda que te siente bien es misión imposible

Lo intentaste con la mini, pero te llega a las rodillas. Y también con la de midi, pero está por tus tobillos. Y con la larga, no has querido ni probar.

10. Las medias son siempre demasiado largas

O bien te toca doblarlas en la cintura, o parecer una niña pequeña.

11. Olvídate de las compras online

Lo que a la modelo de la foto le llega por a cintura será, por lo menos, 20 centímetro más abajo para ti.

12. Todos tus jeans están rotos por el roce con el suelo.

Y no, no están así aposta.

Vía: Cosmopolitan.com