A partir de los 30 años hasta un 50% de las mujeres tienen ojeras. Y la demanda de procedimientos médico estéticos en esta zona ha aumentado entre un 30% y un 40% en los últimos años. “Son una depresión que se produce debajo del párpado inferior del ojo y que puede presentar una coloración oscura”, define el médico estético José Manuel Fernández Rodríguez, director médico de Centre Mèdic i D’Estètica y colaborador de Teoxane. El problema es que son el principal motivo por el que mostramos cara de cansancio. Su aparición “está muy relacionada con la herencia genética (sí, se heredan) y la raza (la mediterránea y las latinas tienden a un exceso de hiperpigmentación) además de con la falta de sueño, diversas enfermedades o malos hábitos de vida”, añade el médico-estético Leo Cerrud.

El gesto más fácil para disimular esta patología de origen múltiple es recurrir al maquillaje corrector –mas adelante David Deibis, ‘makeup artist’ de Perricone MD, te desvelará sus mejores trucos para lograr un acabado muy ‘pro’–, pero una rutina de cuidados diarios que combine activos como vitamina K, ácido retinoico, vitamina C y cafeína es efectiva para aclarar la ojera típica, con tono violáceo o negruzco. Aunque cuando esta presenta surco, bolsa y flacidez hay que plantearse acudir al médico estético.

Cuidados para prevenir las ojeras

Aprender a maquilarte las ojeras adecuadamente está genial, pero lo realmente importante es intentar conseguir tener buena cara sin tener que abusar del corrector. Así que ¡duerme y dedícate el tiempo de descanso necesario! “No hay nada más rejuvenecedor que respetar la rutina de sueño. No olvides que durante la noche los procesos celulares alcanzan su máximo nivel de producción de colágeno y elastina, momento en el que la piel se regenera. Pero si no respetas ese período no podrán realizar bien su trabajo”, advierte la experta en estética Carmen Navarro. Al despertar es clave que te hidrates adecuadamente el área de los ojos, ya que la jugosidad proporciona ese efecto buena cara y la hidratación también impedirá que el corrector se cuartee.

Y como la dermis de este área es también fina y extremadamente sensible, “tienes que tener cuidado con los ingredientes cosméticos que puedan irritarla, como los alfahidroxiácidos o el retinol –este puede tolerarse según la fórmula adaptada para el contorno de los ojos, en función de la tolerancia de cada persona y de la dosis–”, advierte la doctora Mar Lázaro, experta en medicina estética. “Tus aliados serán los antioxidantes y activos descongestionantes como la cafeína o la vitamina K, pues esta zona también tiende a la hinchazón, que se manifiesta en forma de bolsas”, agrega.

Elige el tono de corrector adecuado

Si lo que necesitas es neutralizar por completo tu ojera tienes que utilizar un precorrector. “Si esta es azulada o violácea usa un tono más salmón, pero en el caso de que la ojera sea más marrón opta por un corrector melocotón. Y una vez la hayas neutralizado recurre a un corrector de matiz beige, lo más similar al fototipo de tu piel”, desvela el maquillador.

Pero si solo necesitas borrar un pelín la cara de cansancio, basta con el paso del corrector. En este caso “el tono que elijas debe ser igual al color de tu piel, teniendo en cuenta el subtono de la misma para evitar diferencias entre la zona con respecto al resto del rostro”, advierte. Y recuerda que no hay que aplicar productos más claros, ya que a lo largo del día tienden a crear una tonalidad grisácea. Si quieres aportar luminosidad al área hay productos específicos para ello.

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Y en cuanto a la textura que debes seleccionar, dependerá del acabado que desees. De hecho, Deibis asegura que “en el mercado existen texturas fluidas con cobertura media-alta, por lo que no es necesario que escojas un producto muy denso”. Eso sí, no olvides que es imprescindible que la zona esté bien acondicionada para evitar líneas de expresión, así como para ganar en confort y luminosidad.

La aplicación más ‘pro’

Los maquilladores utilizan brochas de maquillaje, esponjas, borlas e incluso también los dedos. ¿El truco para ti? Usa la brocha cuando requieras una mayor cobertura y un acabado más preciso, y los dedos para unificar, sellar y dejar un acabado más natural e integrado”, sugiere el ‘makeup artist’ de Perricone MD.

Y, aunque la aplicación del corrector depende de la zona que quieras corregir, así como de la forma y del color de la ojera, la normal es “comenzar por el lagrimal hasta la mitad del párpado, aproximadamente la altura de la pupila. Y evita aplicarlo en el párpado superior, ya que al ser un producto con base oleosa puede provocar que las sombras se acumulen en el pliegue debido al sudor natural de la zona”, instruye.

Acabado sutil, pero duradero

“Si lo que buscas es naturalidad, elige coberturas medias-bajas y finaliza con la yema de los dedos. Aunque también puedes sellar aplicando polvo traslúcido con una brocha de pelo más largo para no depositar un exceso de producto y así evitar secar la zona”, recomienda el experto. Otra opción es escoger un fijador como producto de finalizado y sellado, así como recurrir a las brumas a lo largo del día para rehidratar y refrescar tu piel sin desplazar el maquillaje. Y si necesitas un retoque a lo largo del día, “hazlo aplicando con la yema de los dedos un corrector que sea humectante”, concluye Deibis.