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Con el frío apetece más bien poco procurarse cuidados corporales, pero ahora que se acerca el buen tiempo, las más previsoras empezarán a poner el foco en piernas, abdomen, brazos… Es hora de prestarles un poco más de atención con exfoliaciones, hidratación, tratamientos reafirmantes, cremas con retinol, depilación, etcétera. Y entre todos esos cuidados uno de los que más nos importa si hablamos de cuerpo es combatir la celulitis. Pero ¿qué podemos conseguir de verdad si nos empeñamos desde ahora mismo? Seguramente, cada vez que has comprado una crema anticelulítica o has te has sometido a algún tratamiento de medicina estética te has preguntado si realmente funcionan o son un mero placebo. Hablamos con distintas expertas para que no aclaren qué podemos esperar de los productos y aparatos anticelulíticos.
Para empezar la doctora María José Crispín, médica de Clínica Menorca, puntualiza un concepto que muchas veces tenemos equivocado: la celulitis es piel de naranja, y no grasa localizada. “La celulitis es una afectación antiestética de las mujeres porque debajo de la piel tenemos unas fibras conectivas transversales a la superficie de la piel y, si aumenta el volumen del tejido subcutáneo, esas fibras realizan una fuerza de tracción en profundidad apareciendo la piel de naranja. La celulitis está relacionada con el aumento del volumen y de la grasa en esa zona, pero también con un incremento de líquido, ya sea por retención o por una mala circulación. De hecho, puede aparecer la piel de naranja en mujeres con más o menos peso, también en las mujeres delgadas. Como la piel de naranja es algo distinto a la grasa localizada, si queremos combatir la celulitis tenemos que usar una crema anticelulítica, no reductora. La crema anticelulítica lo que va a buscar es que sus ingredientes actúen contra la retención de líquidos y que mejoren la circulación”, señala.
¿Sirven para algo las cremas anticelulíticas?
Aunque celulitis y grasa localizada no sean lo mismo, a menudo estos dos problemas están relacionados y cuando compramos una crema anticelulítica solemos buscar una mejora en ambos. Pero, siendo realistas, ¿qué podemos conseguir en esos dos aspectos? “Las cremas anticelulíticas no lo tienen nada fácil, porque atravesar la barrera epidérmica es dificílísimo. Pueden disminuir mínimamente, milímetros, mejorar la piel de naranja, pero no más. Para disminuir grasa localizada con cremas, casi imposible, hay que mejorar hábitos, reducir peso y, a veces, realizarse una liposucción, que no quita la celulitis, sino que disminuye la grasa localizada”, aclara la doctora Crispín.
'Gadgets' domésticos para la celulitis, ¿funcionan?
Si estás pensando es hacerte con una de estas herramientas, que suponen un importante desembolso, es lógico que quieras asegurarte qué resultados pueden conseguirse, y lo primero es saber qué técnicas utilizan esos aparatos domésticos. La doctora de Clínica Menorca asegura que los ‘gadgets’ que usamos en casa para combatir la celulitis pueden mejorar un poco el problema. “Los aparatos de masaje, si somos constantes, que al tenerlos en casa es más fácil, pueden estimular el drenaje, no la disminución de grasa. Las herramientas caseras de radiofrecuencia pueden ayudarnos a disminuir la flacidez cutánea. Los aparatos de microneedling (hacen pequeñas punciones) permiten que las sustancias de las cremas penetren más, aumentando la función de las mismas. Y los de contracción muscular aumentan el tono, con lo cual va a mejorar la microcirculación de la zona”.
Y es que la celulitis es un proceso complejo, por eso, para tratarla en casa, según Miren García-Chazarra, cofundadora de Glo, uno de los ‘gadgets’ más de moda, “se debe conseguir reproducir los tratamientos profesionales de la manera más similar posible, teniendo en cuenta que normalmente no pueden ser igual de potentes, como en el caso de los ultrasonidos, radiofrecuencia, etc. A cambio, permiten un uso constante, que, en estos casos, es clave para conseguir y mantener los resultados”.
Cuando se tiene celulitis se conjugan distintos problemas, como el edema, la mala microcirculación, el aumento de tamaño de las células de grasa y la pérdida de elasticidad del tejido conectivo. “El tratamiento, aunque sea doméstico, debe ser capaz de actuar sobre estos aspectos y llegar hasta el nivel profundo donde se produce la celulitis. Usando un aparato doméstico testado y acreditado, se puede conseguir reducir un grado de celulitis en un mes, así como definir las curvas del cuerpo reduciendo volumen en zonas localizadas, como michelines, cartucheras, grasa en rodillas, abdomen y volumen por retención de líquido. Normalmente, al notar mejoría tras el mes de uso, seguimos cuidándonos con el dispositivo y en cuatro se pueden ver avances notables”, añade.
Tratamientos médico estéticos para fulminar la celulitis
Para las que quieren ir por la vía más rápida (aunque en casi todas las técnicas se requieren entre cuatro y seis sesiones), pero también más cara, están los protocolos que ofrecen las clínicas de medicina estética, que también pueden reforzarse en casa a corto plazo con cremas y aparatología. “Lo primero, antes de elegir una técnica de aparatología profesional u otra, es muy importante realizar un diagnóstico médico para diferenciar entre grasa localizada y celulitis, que están en diferentes planos de nuestra anatomía. En todo caso, la celulitis, que se acumula en las zonas más superficiales de la dermis profunda e hipodermis, y que tiene mucho que ver con cambios hormonales, genética o de edad, nunca podremos eliminarla de forma permanente, solo mejorarla y mantenerla a raya para que no empeore con el paso del tiempo o los cambios de peso”, señala la doctora y cirujana Virtudes Ruiz.
En todo caso, los resultados siempre van a depender del estado en el que se encuentra la paciente, el tipo de celulitis, etc., por lo que si acudes a una consulta de medicina estética deberían diseñarte un protocolo personalizado. “En los tratamientos no quirúrgicos, para mejorar la celulitis y la grasa localizada, siempre es más efectivo combinar varios de ellos, o al menos dos, porque así los resultados son más evidentes y duraderos. Por ejemplo, se puede combinar la criolipólisis (que es una técnica que congela los adipocitos y disminuye los depósitos de grasa localizada en la zona donde se realice) con ondas de choque, masaje endodermal o radiofrecuencia, para mejorar la celulitis, ya que actúan en retención de líquidos y la flacidez de la piel”, añade la médico estético y cirujana María Vicente.
Desde luego, no existen milagros para terminar con la celulitis, pero está claro que los productos y aparatos específicos combinados con rutinas saludables son una buena estrategia para mantenerla a raya. “Para disminuir celulitis, piel de naranja o grasa localizada, que no es lo mismo, es dificilísimo hacerlo simplemente con cremas, a veces incluso con tratamientos médicos tiene difícil solución. Sobre todo, hay que tener mucho cuidado con los hábitos y control de peso a largo plazo. Hay que ser lo más sanas posibles en cuanto a la alimentación, ser constantes con la actividad física y evitar lo que ya sabemos que nos sienta mal”, concluye la doctora Crispín.
Si quieres hacer todo lo que esté en tu mano para mejorar el aspecto de tu celulitis y confías en las cremas, estas son algunas de las opciones que más nos gustan.
Reduce volumen y celulitis al activar el metabolismo de la piel y disminuir la retención de líquidos. Como refuerza las fibras de colágeno evitando que se deformen, reafirma y alisa la piel.
Freshly Cosmetics Beta-Burner Sculpting Treatment
Freshly Cosmetics Beta-Burner Sculpting Treatment
Crema ligera que mejora la celulitis gracias a sus siete activos naturales que reducen la piel de naranja y aceleran el proceso de beta-oxidación (combustión de los ácidos grasos) para liberar energía en el interior de las células y atacar la grasa localizada.
Somatoline Cosmetics Gel Crioactivo Celulitis
Con un 5% de cafeína, ayuda a movilizar la grasa , alisando la piel de naranja y mejorando la retención de líquidos. También contiene extracto de maca, con efecto reafirmante, que estimula la síntesis de colágeno.
De uso doméstico, este aparato es muy fácil de usar. Realiza un masaje profundo en glúteos, abdomen y piernas para movilizar los depósitos de grasa y activar el sistema linfático. Además, incorpora un sistema de fototerapia para tensar la piel.
Virginia de los Ríos es experta en Belleza y Grooming, temas de los que escribe habitualmente en Cosmopolitan: cremas faciales, cosmética corporal, tratamientos capilares, protocolos en cabina, perfumes, nuevos activos… Desde Dior a Chanel, pasando por Loewe, Sephora, Augustinus Bader o Cantabria Labs, sigue al milímetro los lanzamientos de las marcas del sector beauty, desde las más prestigiosas a las firmas nicho o las marcas low cost.
A esta periodista especializada en belleza y tratamientos –y a la que muy pocas cosas le harían renunciar a un pintalabios rojo satinado– le sigue apasionando, después de 15 años escribiendo sobre belleza, colarse en los laboratorios cosméticos para conocer cómo se desarrollan los ingredientes más punteros, destapar el frasco de las nuevas esencias y meter los dedos en los tarros de crema. Antes de que Instagram fuera un embrión, creó la plataforma The New Millesime, con el formato de tablero, para dar a conocer y analizar lo último en cosmética de lujo y lifestyle.
Virginia de los Ríos se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto, posteriormente se diplomó en Edición y Publicación de Libros por la misma universidad y tiene el Máster en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Fue profesora de Lengua y Literatura españolas durante dos años en la Universidad de St. Andrews (Gran Bretaña) y cuenta con una experiencia de más de dos décadas como periodista en distintos medios de comunicación, entre los que destacan algunas de las cabeceras de HEARST, como Elle, Cosmopolitan, Harper’s Bazaar, Men’s Health o Esquire. Además, ha sido redactora jefe de Women’s Health y ha colaborado en numerosos grupos editoriales y publicaciones de relevancia, como Prisa, Unidad Editorial, El Semanal XL, MujerHoy, Yodona, Fuera de Serie, etc.
