Vamos con un dato procedente del último estudio centrado en España de la organización SOS Racismo, que contabiliza 523 víctimas en 2021. Hablamos de un prolijo estudio de 242 páginas que deja claro que el racismo no es cosa del pasado, una afirmación que como explica la activista Desirée Bela-Lobedde en el libro ‘Ponte a punto para el antirracismo’ (Ediciones B), pone nerviosa a mucha gente (especialmente, blanca). “Ante semejante aseveración, que podría juzgarse categórica –decir que España es racista–, hay quienes se rasgan las vestiduras, se escandalizan o se ofenden. Y reaccionan de muy distintas formas, que van desde la pasivoagresividad hasta la ira más visceral. Además, todas ellas son reacciones violentas”, escribe.

Pero, ¿por qué esta actitud? “Por lo que hemos aprendido que es el racismo. Vivimos en una sociedad en la que se nos ha enseñado que el racismo se manifiesta de una forma muy concreta y violenta, y las formas que se reconocen prácticamente de manera unánime son manifestaciones socialmente condenables. Todo el mundo está de acuerdo en que esas formas de violencia están mal.

Por ello, identificamos únicamente como racismo lo más gráfico, lo más violento y las agresiones mas graves. La gente dice: "Si eso tan grave es el racismo y yo jamás haría o le diría algo semejante a una persona racializada, porque yo soy buena persona, entonces yo no soy racista". Eso hace que creamos que el racismo está relacionado únicamente con comportamientos individuales. No lo entendemos como un sistema, y ahí radica el problema: pensamos que es sólo una cuestión de individuos y no una estructura, como en realidad es”, explica.

"Empiezas a ver que el racismo es sistémico, que está por todas partes y en ninguna estás a salvo"

De hecho, aunque hay actos racistas vinculados a una ideología, en muchas ocasiones no tienen lugar de forma intencionada y quien obra de tal forma no es consciente de estar siendo racista, por lo que es vital abogar por la educación y la sensibilización.

“Poco a poco, empiezas a ver que el racismo es sistémico, que está por todas partes y en ninguna estás a salvo. Cuando vas a alquilar un piso, en medio de una relación de amor, entre tus amistades, en los pasillos y los botellones de la universidad, al leer los titulares en los medios de comunicación o en los cortes de la televisión, cuando descubres el horror de los centros de internamiento de extranjeros (CIE), en las constantes paradas policiales por perfil racial, al fijarnos en un lenguaje cotidiano construido sobre estereotipos raciales, en el ámbito deportivo…”, escribe en ‘Qué hace un negro como tú en un sitio como este’ Moha Gerehou.

Cuando le preguntamos a Desirée si cree que España es racista, prefiere recurrir también a los datos al aludir al informe emitido en 2018 por el Grupo de Trabajo de Expertos sobre Afrodescendientes de la ONU. “Tras su visita a España, exhortó al país a terminar con la discriminación por perfiles raciales y la invisibilidad de las personas afrodescendientes. Eso me parece bastante significativo. Así que, más allá de cuáles sean mis creencias, quedémonos con esto: 'La invisibilidad y la discriminación cotidiana agravan el sufrimiento de los afrodescendientes y minimizan su derecho legítimo a la igualdad'. Son declaraciones del representante del Grupo de Trabajo”, aclara.

El privilegio blanco y el problema de no ver colores

En su libro, la activista aborda un tema muy controvertido que seguro has escuchado en alguna ocasión: la frase “no veo colores, sólo personas”. En la web de Afroféminas, Agostina Yannone escribe al respecto: “Sencillamente te hace una persona, como mínimo, poco empática y bastante narcisista. Porque, de esa forma, se continúa definiendo la existencia del racismo bajo tus lentes, ignorando totalmente la experiencia que viven las personas racializadas. Porque vos arbitrariamente decidiste que no ver el color de la piel de alguien no hace desaparecer todos los problemas reales de racismo que ocurren en nuestras vidas. Esta actitud, infantil, lo único que hace es mantener y soportar las inequidades y mantener el racismo sistémico impregnado en la sociedad”.

"Si no ves un problema, ¿cómo vas a luchar contra él?"

Por su parte, Desirée Bela-Lobedde dice que la gente que no ve colores tiene problemas. "En muchas ocasiones, la gente blanca suele decir cosas como 'no te veo negra, sino como yo'. ¿Qué quiere decir 'como yo', blanca? No lo soy. Si no ves un problema, ¿cómo vas a luchar contra él? Tener un color de piel diferente desgraciadamente conlleva problemas para quienes tenemos esos colores de piel, porque vivimos en sociedades que privilegian a las personas blancas. Si eso no lo ves, ¿qué vas a hacer contra ello?”, se pregunta.

"Es tan difícil explicarle a una persona blanca el privilegio blanco como a un pez el agua"

En su libro habla también del privilegio blanco, un asunto sobre el que Desirée dice que las personas blancas han de hablar más, así como de supremacía blanca, y no tanto de racismo. El privilegio blanco es un asunto que molesta a muchas personas. “Lo hace porque las personas blancas no lo tienen asumido como privilegio, sino que creen que es lo normal y que son cuestiones y derechos a los que todas tenemos acceso, pero no es así. En el documental de Chelsea Handler de Netflix, ‘Hello, Privilege. It's Me, Chelsea’, Tim Wise explica que es tan complicado explicarle a una persona blanca lo que es el privilegio blanco como a un pez qué es el agua, porque es su medio. Por eso no se entiende.

Está relacionado con algunas cuestiones que, sin haberlas pedido, reportan una serie de beneficios de los que no se es consciente, porque el sistema está preparado por y para estas personas. Lo que no es tu realidad no lo registras, y ahí es cuando se siente como una ofensa cuando se señala el beneficio blanco”, explica.

Principios del antirracismo y acciones a emprender

Cuando le preguntamos cuáles son los principios básicos del antirracismo, destaca el trabajo por la igualdad, la justicia y la reparación para con las comunidades de otras razas y grupos étnicos. Aclara también que no existen meras “pinceladas racistas”, sino que se trata de comportamientos racistas, que pueden ser conscientes o no.

“El más clásico de todos es la negativa a reconocer que se tienen esos comportamientos racistas. La única forma de detectarlo es a través de la formación. Tenemos un sesgo racista y discriminatorio porque la educación, los medios de comunicación y otras estructuras nos los inoculan sin que seamos conscientes. Así que, igual que los hemos aprendido, tenemos que desaprenderlos. Y eso es un proceso de aprendizaje. Así que hay que formarse”, explica.

En ‘Ponte a punto para el antirracismo’, Desirée Bela-Lobedde nos incita a hacerlo mediante algunas claves y algunas apreciaciones. Estas son algunas de las que hemos subrayado, aunque te incitamos a leer el libro completo para captar cada matiz y contextualizar cada palabra.

  • Mantenerse neutral implica no hacer nada. “El problema aquí es que en muchas ocasiones no somos conscientes de que, al no hacer nada, permitimos que todo siga igual. Y eso no es bueno”, escribe antes de aclarar que para ser antirracista hay que actuar.
  • Revisa tus actitudes y tus aprendizajes desde la autocrítica. “Date cuenta de cuándo tú estás teniendo pensamientos o comportamientos racistas y revísalos”, indica.
  • Como persona blanca, reconoce tu propio privilegio.
  • No te estanques en la culpa. Desirée explica que se ha topado con personas blancas que al tomar conciencia de todas las ventajas de las que disfrutan por el mero hecho de ser blancas, se paralizan, y otras muchas, presas de la culpa, sienten la necesidad de pedir perdón. “No es una cuestión de pedir perdón, y menos a personas a las que no conoces de nada. Es una cuestión de ser consciente de que la colonización y el imperialismo construyeron sistemas que hoy –sí, sí, hoy, ahora– siguen ofreciendo un paquete de ventajas de las que no eres consciente”, aclara.
  • Continua formándote. “Sigue leyendo libros, acudiendo a eventos y jornadas presenciales –preferiblemente organizadas por personas y entidades racializadas–, invierte en formación. Sí, igual que inviertes en otras muchas formaciones (como buscar la mejor universidad), incorpora el antirracismo a tus intereses”, escribe Desirée.
  • No busques obtener aprobación. “Si tú eres una persona blanca trabajando en favor de la justicia racial, no debes buscar ningún tipo de elogio o de aprobación”, anota.
  • Prepárate para que tu entorno te cuestione. “Significarse como antirracista es una tarea ardua, sobre todo si tu entorno no está en el mismo punto que tú y no se ha planteado todo lo que te estás planteando. Es por eso por lo que, antes que nada, en esta puesta a punto tienes que trabajar tu lado emocional, como parte esencial de los cuidados que debes prodigarte”, escribe en ‘Ponte a punto para el antirracismo’ Desirée Bela-Lobedde.
  • “Si vas a señalarle un comentario racista a otra persona, explícale que lo que ha dicho es racista y que está mal. Le puedes decir que tú también lo decías –o que decías cosas similares hasta que alguien te ayudó a ver que esos comentarios eran racistas– y que, a partir de ahí, has ido aprendiendo. Le puedes pasar las fuentes de las que aprendes: libros, documentales, cuentas de activismo antirracista en redes, etc.”, cuenta Desirée Bela-Lobedde.