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Malta es pura esencia mediterránea y uno de esos lugares que se te quedan grabados en la retina para siempre. Este pequeño archipiélago compuesto por tres islas (Malta, Comino y Gozo) alberga tantos rincones con encanto que elegir solo uno se antoja una misión imposible. Puede que lo conozcas por sus playas turquesas, pero este pequeñito país tiene un montón de maravillas por descubrir: un gran patrimonio histórico, pueblecitos que albergan la esencia del medievo y paisajes que dejan sin aliento. Haz las maletas y prepárate para descubrir lo mejor que tiene que ofrecer esta joya mediterránea en 72 horas.
Qué ver en Malta
La Valeta
La Valeta es una auténtica joya. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la capital de Malta es perfecta para callejear sin rumbo fijo por sus calles llenas de encanto (y, si lo haces con uno de sus famosos ‘pastizzis’ en la mano, todavía mejor). Recorrerla entera te llevará medio día, y es que se trata de una ciudad muy pequeña, pero no por ello con pocos sitios interesantes que descubrir.
Una parada imprescindible en tu visita a la Valeta son los jardines de Barraka, divididos en Upper Barraka y Lower Barraka. Son el lugar perfecto para descansar y tomarte un café mientras disfrutas de las mejores vistas al Gran Puerto de Malta y a Las Tres Ciudades (Copiscua, Birgu y Senglea). Debajo de los jardines upper Barraka se encuentra la Saluting Battery, una línea de cañones que se utilizaba antiguamente para saludar a los barcos que ingresaban en la Gran Harbour. Todavía hoy se disparan dos salvas a diario a las 12:00 y a las 16:00. Merece la pena ver el espectáculo. Muy cerca de los jardines se encuentra el Albergue de Castilla, uno de los edificios más bonitos de la ciudad.
La calle República es una de las vías más importantes y encantadoras de la ciudad. Te recomiendo recorrerla de principio a fin (no tiene apenas un kilómetro), y es que alberga algunos de los edificios más emblemáticos de Malta como el Palacio del Gran Maestre o el acceso a la Catedral de San Juan.
¿Quieres la mejor foto de la Valeta? Entonces sube a bordo de un taxi acuático y ve hasta Sliema, desde donde tendrás la mejor panorámica de la capital de Malta.
Las tres ciudades: Copiscua, Birgu y Senglea
De La Valeta nos vamos a La Cottonera, denominación con la que se conoce a Las Tres Ciudades: Vittoriosa, Copiscua y Senglea. La mejor manera de llegar hasta ellas es en un autobús desde la Valeta. Una vez estés por la zona, puedes ir de una a otra caminando, pues están muy cerca. Todas tienen algo diferente que ofrecerte, aunque la más bonita es Vittoriosa, cuyo nombre en maltés es Birgu. El Fuerte Sant Angelo o el Palacio del Gran Inquisidor son algunas de las joyas arquitectónicas que te vas a encontrar en este municipio.
Mdina
Esta bonita localidad maltesa de menos de 300 habitantes te hará sentir como si te hubieras trasladado a una época medieval. Sin duda alguna, Mdina es una parada obligatoria en tu visita al archipiélago. Si eres fan de Juego de Tronos, sacarte una foto en su famosa Puerta de Entrada es casi obligatorio: ahí se grabó la escena en la que Catelyn Stark entra en Desembarco del Rey a caballo acompañada por Ser Rodrik.
Una vez allí, lo mejor es que te olvides del Google Maps y te dejes llevar, pero no te vayas sin visitar la Catedral de San Pablo y el Palacio Vilhena. Y, si puedes, visítala de noche: pasear por sus callejuelas iluminadas mientras disfrutas del silencio de la ciudad (no en vano, la llaman ‘la ciudad del silencio’) es un auténtico placer. Te encantará por lo bien que está conservada, por sus preciosas callejuelas de piedra y por la belleza de sus puertas de colores y sus murallas. Malta fue una colonia inglesa, así que no te sorprendas si callejeando te encuentras una de las típicas cabinas rojas. Cuando te canses de pasear, haz una parada en Fontanella, famosa por sus deliciosas tartas de chocolate. Si tienes oportunidad, siéntate en una de las mesas de la terraza, las vistas merecen la pena.
Rabat y su ciudadela
A muy poca distancia de Mdina se encuentra Rabat (antiguamente llamada Victoria), la capital y ciudad más importante de la isla de Gozo. A pesar de su pequeño tamaño, este pequeño municipio tiene muchísimo que ofrecer a todo aquel que lo visita, comenzando por su gran protagonista: la ciudadela, una fortificación desde la que tienes unas panorámicas de lujo de toda la isla.
Resulta inevitable no perder la noción del tiempo paseando por sus preciosas calles llenas de historia, que destacan por los coloridos balcones (gallarijas), que adornan sus fachadas. Intenta no llenar tu galería de fotos de todos y cada uno de ellos, pero ya te avisamos que te costará mucho. Nuestra recomendación: no te vayas de allí sin pasear por Triq id-Dejqa, sin duda alguna la calle más bonita de todas.
La icónica Laguna Azul
La Laguna azul es uno de los paisajes más idílicos que vas a ver en Malta. Sus aguas cristalinas te harán sentir que estás en el mismísimo paraíso. Se encuentra a medio camino entre Gozo y Malta, en la pequeña isla de Comino. Para llegar hasta allí, puedes coger el barco en el puerto de Cirkewwa, el mismo que te lleva Gozo.
Acantilados de Dingli
La costa maltesa tiene un sinfín de paisajes extraordinariamente bonitos. A tan solo 2 kilómetros de Rabat se encuentran los imponentes acantilados de Dingli, una de las atracciones naturales más espectaculares que vas a ver en Malta. La puesta de sol allí es mágica, te recomiendo llevarte un picnic y disfrutar relajadamente de las vistas, sobre todo si vas en pareja y te apetece un plan romántico. Pss: en el Picnic de Gozo (@gozopicnic) la comida es casera y está recién hecha.
La Gruta Azul y templos megalíticos Hagar Qim y Mnajdra
Relativamente cerca de estos acantilados se encuentra la Gruta Azul (Blue Grotto), la más grande de un conjunto de seis cavernas y también uno de los rincones más visitados de Malta. Es mejor si vas por la mañana, ya que el sol se proyecta directamente sobre el mar y sus colores vivos se ven (todavía más) potenciados. Una curiosidad: allí se grabó una escena de ‘Troya’, protagonizada por Brad Pitt. Si estás por allí, merece la pena ver los templos megalíticos Hagar Qim y Mnajdra, yacimientos arqueológicos del 3600 y 3200 a.C.
Otra de las cuevas que tienes que visitar en tu viaje a la isla es Tal Mixta, desde donde tendrás una bonita panorámica la Bahía de Ramla, una de las playas más famosas de Malta.
Al norte de la isla y con más de 2.000 años de antigüedad se encuentran las salinas de Qbajjar, que bien merecen una visita. Las olas llenan las cuadrículas más cercanas y se forman una especie de espejos donde se refleja el cielo.
Dónde alojarte en Malta
Lo bueno de la isla es que las distancias son cortas y te permite recorrerla desde cualquier punto. Lo ideal es que te alojes cerca de un punto céntrico como La Valeta. Por ejemplo, en Slima, donde se encuentra el hotel Barceló Fortina Malta, de cinco estrellas, que te hará sentir en un verdadero cuento.
Se trata de un emblemático complejo que ha sido reformado y transformado para ofrecer una experiencia de lujo inigualable, tanto si vas por ocio como si es por asuntos de trabajo. Sus vistas panorámicas al mar Mediterráneo son impresionantes, sobre todo, si tienes suerte y tu habitación está ubicada en la una de sus plantas más altas (tiene 17). Puedes entrenar en su gimnasio o relajarte en su zona ‘wellness’, que cuenta con spa y diferentes tratamientos disponibles para ti. Si hace buen tiempo, aprovecha a darte en su ‘infinity pool’, que conecta directamente con el mar.
