Si has entrado en este artículo, quizás estés en mi lugar. Acné a tus veintitantos. ¿En qué momento nos ha ocurrido esto si nunca tuvimos granitos en la adolescencia y simplemente nos salía uno 'random' cuando nos iba a bajar la regla? ¿Por qué a nosotras? ¿POR QUÉ? Y sobre todo, ahora que es otoño, ¿has notado más? Bueno, lo cierto es que para eso hay una razón: mira aquí por qué la piel es más propensa a sufrir granos y brotes de acné en otoño.

El caso es que, antes de arrancar con este testimonio propio, te diré, tal y como me confirmó mi dermatóloga, que en la gran mayoría de casos no hay un porqué que es concreto. El acné adulto está a la orden del día y, según ella, sale debido a factores como desajustes hormonales, estrés o grasa que obstruye los poros de la piel y favorece el asentamiento de bacterias. Sea como fuere, a mí me empezaron a salir granos esporádicos (pero más grandes que las simples espinillas) a los 24, en la zona de los mofletes y barbilla. No le di mayor importancia (además, socialmente, hay muchas razones por las que ya no se juzga como antes), porque eran pocos y puntuales, pero esa puntualidad se convirtió en una constante a mis 26. Cuando no tenía uno activo en la frente, era en el pómulo, moflete, en cualquier parte de la cara. Y me volví loca con lecturas como esta: cómo evitar que te salgan más granos.

Es cierto que nunca he tenido, por ejemplo, más de cuatro o cinco granos a la vez en la cara. Con esto quiero expresar que el mío no ha sido agresivo, pero sí acné quístico y frecuente, por lo que a mis 27 terminé normalizando el hecho de despertarme con un grano nuevo cada dos semanas, más o menos. Cuando se iba uno, aparecía otro. Y esto ocurría durante todo el año excepto en verano. Cuando me exponía al sol y mi piel se bronceaba, es como si el proceso se detuviera (más tarde, mi dermatóloga me explicó que no se detenía, sino que la piel más externa se secaba, pero la infección seguía existiendo en capas más profundas de mi piel).

No fue hasta mis 28 cuando me planté y fui al especialista porque, aún sabiendo que con correctores podía camuflarlo y no vérmelo ('psss' ficha, por cierto, cómo usar el corrector de maquillaje correctamente), terminó restándome autoestima observar mi piel con granos nuevos cada dos por tres. Además, nunca he sido de maquillarme a diario, y me daba pereza taparlos.

What? A pimple?!pinterest
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Representación de cómo era mi vida cada mañana ante el espejo.

Las primeras palabras de mi dermatóloga cuando le expuse mi caso fueron tajantes: "Lo mejor es Roacutan". Y algunas de las imágenes más escalofriantes de mi pasado me invadieron. Cuando éramos adolescentes, muchas de mis amigas lo tomaron, y recuerdo vivamente el suplicio que les suponía tener los labios cortados, la piel seca, sangrar por la nariz en clase... ¿Cómo iba a querer yo integrar ese medicamento en mi día a día?

La dermatóloga se rió porque, obviamente, el tratamiento ha cambiado y las dosis que se daban antes eran muy altas comparadas con las combinaciones que puedes hacer actualmente. Aún así, me dio tanto miedo, que opté por la segunda opción: antibiótico oral (yo tomé Minociclina) durante varios días.

El resultado fue que el acné cedió pero, por ejemplo, mi piel seguía teniendo rojeces (e incluso manchas de granos anteriores) y por las noches o después de hacer ejercicio, la piel de mi cara se ponía muy roja. De hecho, cuando volví a la consulta después de tomar el antibiótico tenía un grano incipiente en un moflete.

ROACUTAN: MI EXPERIENCIA

Mi desesperación hizo que me lanzara con Dercutane, que es el que me recetó mi dermatóloga y, ante mi pánico infundado, me propuso llevar a cabo una estrategia que no suele ser la habitual, para notar lo menos posible los efectos secundarios: tomar la dosis mínima durante todo el tratamiento (10 mg/día). Por lo general, sus pacientes suelen tomar cápsulas diarias de 20mg o 30mg.

De la manera en que mi dermatóloga me proponía el tratamiento, la duración sería más larga (de 10-11 meses), pero mucho menos agresiva.

Tomé la dosis mínima durante todo el tratamiento (10 mg/día) durante 9 meses.

EL TRATAMIENTO CON DERCUTANE 10MG

Cuando te sometes a Roacutan/Dercutane (el nombre es indiferente, lo importante es el componente: "Isotretinoína"), el especialista sigue tu tratamiento a través de análisis de sangre cada dos meses, así controla cómo está tu hígado, pues este se ve afectado por el componente (en mayor o menor medida, depende de cada uno). Por eso es mejor no beber alcohol y, cuanto menor sea la dosis del medicamento, mejor.

En mi caso, tras un mes y medio tomando las cápsulas y los primeros análisis, mi hígado no se había visto alterado, por lo que mi dermatóloga me permitió tomar de vez en cuando una copa de vino o cerveza, y así lo hice. Lo que sí evité fue tomar copas.

EFECTOS SECUNDARIOS

Mis temores y mis recuerdos se vieron truncados con mi experiencia (que es lo que suele pasar). Al tomar una dosis tan pequeña, lo único que noté a lo largo de esos 9 meses de tratamiento es una leve sequedad en la nariz (sin sangrado), agrietamiento en los labios (que he paliado sin problemas con vaselina), pelo seco (me lo lavaba una vez a la semana –¿HOLA?–, cuando me lo he lavado siempre cada dos días), y piel tirante en general. Con mi crema hidratante diaria de siempre, tanto la específica para la cara como la del cuerpo, solventé la sequedad cutánea.

Lo que tuve que evitar al 100% son tres actividades que han alterado mis hábitos: tomar el sol, exfoliarme y depilarme con cera. Como la piel está extremadamente sensible, en verano utilicé crema solar de 50 FPS, y me echaba cada hora. Con respecto a la exfoliación y depilación con cera, me aconsejaron no hacerlo, así que no me he exfoliado pero, como me suelo depilar, para ello usé cuchilla en la ducha.

LOS RESULTADOS

Durante el tratamiento noté que mi piel ya no se ponía roja al final del día y que los granos que salían (porque siguen saliendo) desaparecían con más rapidez que los que me salían antes de Dercutane.

Como dato adicional, he de añadir que al principio temía el llamado "efecto rebote", que es una reacción inicial al tratamiento por la que "expulsas" todos los granos de golpe. A mí esto no me ocurrió, y mi dermatóloga me indicó que quizás fue debido a la pequeña dosis a la que me expuse desde un principio, pero que cada piel reacciona de una manera.

Si te daba miedo enfrentarte a la isotretinoína, quizás mi experiencia te anime. En cualquier caso, esta es mi historia personal, quizás hagas lo mismo y obtengas diferentes resultados. Si te lanzas, asesórate por tu dermatóloga o dermatólogo, son las personas indicadas para orientarte sobre tu propio tratamiento.

TRATAMIENTO FINALIZADO

(Actualización, febrero de 2019).

Ya hace dos semanas que terminé con Dercutane. No me ha salido ningún granito adicional, pero sigo notando la piel sensible y tengo los labios secos. Lo que observo es que todavía tengo algunas marcas rojas de antiguos granos (que no sé si se irán o seguirán ahí para siempre), pero la piel la tengo mucho más uniforme en cuanto al color y está lisa (ficha aquí consejos sobre cómo restaurar la piel seca y con manchas).

Algunas cicatrices de granos más agresivos se aprecian, pero es porque ya no tengo tanto colágeno para rellenar esos huecos, así que para eliminarlas, según mi dermatóloga, sería necesario recurrir al láser.

Tengo cita con ella a finales de este mes, justo 30 días después de que terminé la última caja de cápsulas. En esa visita valorará cómo ha evolucionado mi piel tras terminar con el tratamiento y cuáles son los siguientes pasos (le preguntaré por mis rojeces).

VARIOS MESES DESPUÉS DE TERMINAR EL TRATAMIENTO

(Actualización, junio de 2019).

Ya han pasado tres meses desde que finalicé con Dercutane y tengo varias reflexiones al respecto:

1) Es la mejor decisión que tomé con respecto a mi acné, y lo volvería a hacer sin dudarlo. No me ha vuelto a salir ni un grano y, despertarme cada mañana viendo que mi rostro está limpio, me hace muy feliz. Literalmente. (Algo que comprenderás si estás pasando por lo mismo que yo).

2) Recomendaré siempre hacerlo como yo lo hice, es decir, llevar a cabo todo el tratamiento con 10mg. Fue una recomendación de mi dermatóloga por mi tipo de acné y mi situación personal pero, si es algo que te estás preguntando y puedes seguirlo así también, es la mejor manera para apenas enterarte de que estás tomando Dercutane. Será un proceso más largo, sí, pero menos agresivo.

3) Las marcas rojas de los granos más 'escandalosos' que me salieron (en el moflete izquierdo) no se han ido todavía. Mi dermatóloga me recomendó esperar varios meses, hasta después de verano y, si lo deseo, hacerme un tratamiento láser en su consulta, que además rellenará –en la medida de lo posible– los huequecitos/cicatrices que también dejaron. Tengo claro que, después de haberme sometido a un proceso tan largo y que para mí ha supuesto experimentar muchas emociones, quiero conseguir el mejor resultado posible, así que valoraré probar ese láser después de verano si veo que mis lesiones siguen siendo tan visibles. (Y lo contaré aquí).

A día de hoy, utilizo una crema hidratante para pieles normales (he de añadir que yo nunca la tuve especialmente grasa, así que nunca necesité cremas específicas. Mi piel era normal/mixta, solo que me salieron esos granos 'random' de adulta y ahora mismo ha vuelto a su ser, pero con un aspecto más uniforme, obviamente) y con SPF de L'Oréal.

(Última actualización: 2023)

Pasado tanto tiempo, he de decir que durante estos años, algunos granos han ido y han venido. Nada que ver con el periodo anterior a Dercutane, pero entiendo que mi piel sigue siendo algo sensible y que tener granos esporádicos es también señal de que todo sigue 'normal'. Aún así, cuando pienso en mi etapa con Dercutane, sigo pensando que es la mejor decisión que tomé. Si lo estás pensando, ¡lánzate!


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Silvia Lorente

Silvia Lorente es experta en 'celebrities', estilo de vida y sexualidad y especializada en cultura pop 'millennial' y colectivo LGBT+. Se licenció en Periodismo en la URJC de Madrid, estudió un módulo de doblaje y tiene más de 10 años de experiencia en el manejo de plataformas digitales y redes sociales (escribió y ganó premios con su blog de moda y 'celebrities', 'La Otra Horma del Zapato', y coordinó el equipo de moda y belleza en el departamento digital de la agencia Globally durante dos años). Después, colaboró con InStyle, Harper's Bazaar y GQ, y genera contenido para Cosmopolitan desde 2015. En sus ratos libres, estudia un máster de DJ profesional y echa las cartas del Tarot a quien tiene dudas sobre su futuro. 'Psss': Si te apetece jugar con ella al Trivial de 'Friends', 'Sexo en Nueva York' u 'Operación Triunfo 1', has de saber que tienes las de perder.