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El algoritmo de Instagram es traicionero: si te encuentras en plena ruptura, te toparás con todo tipo de citas y de vídeos que hablan acerca de separaciones. A veces, estas "casualidades" nos ayudan pero en otras ocasiones, nos molestan. Lo curioso es que cuando te encuentras con un contenido de Silvia Congost, la psicóloga experta en relaciones, por fin crees ver la luz al final del túnel. Por eso, cuando supimos que la autora lanzaba el libro ‘Diario de una ruptura’, en el que ofrece las claves para superar el final de una relación, no lo dudamos ni un segundo: teníamos que hablar con ella.
La novela habla de cómo Rio, días antes de un viaje romántico con su pareja, se enfrenta a una inesperada ruptura. Decide emprender a solas el viaje a la ciudad del amor para enamorarse de alguien muy importante: ella misma.
Todas vamos a pasar por, como poco, una ruptura. ¿Por qué nos educan y hablan tanto sobre el amor, pero no acerca de las separaciones, haciendo que tiendan a ser devastadoras?
En realidad, yo no creo que nos eduquen ni para el amor, ni para el desamor. Lo que ocurre es que no sabemos cómo elegir correctamente, cómo conocernos mejor, qué es lo importante y lo que debemos priorizar en una relación, y tampoco cómo afrontar el final de esta. Creo que nos falta muchísima información y mucha educación al respecto. Al fin y al cabo, somos seres sociales, y saber lidiar con las relaciones humanas es la clave de nuestro bienestar.
“Tiendo a enamorarme del potencial de las cosas en lugar de cómo son realmente”, escribes. ¿Por qué somos expertas guionistas que terminan por enamorarse más de la relación paralela que de la real?
Porque nos han vendido que la relación es el fin, no una pieza más de nuestra vida. Nos hacen creer que cuando tengamos una relación de pareja, habremos alcanzado el mayor de nuestros éxitos. Cuando la encontramos, queremos que encaje con lo que buscamos, la idealizamos y nos auto convencemos de que es justo lo que necesitábamos. Si la realidad nos empieza a mostrar que no es así, nos resistimos, lo negamos y nos aferramos a una esperanza absurda e infantilizada que nos hace permanecer allí más tiempo del que deberíamos, incluso con el riesgo de acabar enfermando.
Eres experta en autoestima y en relaciones de pareja. Sin embargo, al romper, ¿te sorprendió algo de cómo te comportaste o de cómo te sentiste?
La verdad es que no. Tengo muy claro lo que ocurre en estos casos y que no necesitamos una pareja para sentirnos realizados, completos o felices. De hecho, lo que me sorprendió gratamente al vivir aquella experiencia fue lo rápido que me recuperé. Pude comprobar en primera persona que cuando tienes claro lo importante, cuando lo entiendes de forma correcta y sabes lo que tienes que hacer, aunque el proceso no sea agradable, se sale mucho antes de lo que podríamos imaginar.
Hablas de cómo despedirnos de aquello que debemos dejar ir… ¿Por qué nos aferramos tan fuerte a lo que sabemos que no nos conviene, a esas relaciones que no nos dan lo que necesitamos?
Porque generamos dependencia emocional. Creo que es uno de los males más extendidos entre nosotros y que menos se comprenden. Yo llevo años divulgando sobre ello, pero aún hay mucho trabajo por hacer. Caemos en dependencia emocional cuando la realidad nos está diciendo que ahí no es, cuando ya no somos felices al lado de aquella persona, cuando lo sabemos claramente, pero a pesar de ello, nos sentimos incapaces de cortar esa relación. Sentimos pánico ante la idea de quedarnos sin esa persona. Y lo más triste es que de forma inconsciente, decidimos estar mal acompañados antes que quedarnos solos.
Es complicado abrazar el autoamor en plena ruptura, cuando la autoestima está por los suelos… ¿Cómo podemos no terminar con el ego destrozado?
Asegurándonos de que no quedamos atascados en el proceso de duelo. Sus etapas son dolorosas, pero si vamos avanzando, y para ello uno tiene que poner de su parte y esforzarse, nos iremos sintiendo mejor. No hay que tener prisa, pero tampoco debemos ponernos en pausa… Por esto he querido contarlo a través de Rio, la protagonista de esta novela, para que se entienda bien por qué estadios se pasa, cómo se siente uno desde dentro, en primera persona, y nos podamos identificar con ella.
Hablemos de esas rupturas llamadas ‘quiet quitting’, en las que aunque el otro quiere dejarlo, como no quiere enfrentarse a semejante responsabilidad, hace todo lo posible para que seas tú la que da el paso. ¿Cuán complicado es dejar a quien se quiere?
Eso es lo peor que te pueden hacer, pero es cierto que hay muchas personas que no tienen las agallas de enfrentarse a los problemas, de expresar lo que sienten y quieren, lo que les pasa o lo que van a hacer. Prefieren dejar que vayas muriendo de inanición afectiva antes que ser claros y hacerse cargo. No se deja a quien se quiere. Se deja a quien ya no se quiere. Puede haber cariño, pero si dejas a alguien, te aseguro que ya no lo amas como pareja.
Por otro lado, cuando te dejan a ti, debes trabajar en esa idea de que te dejan porque ya no te aman, por lo que no quieren seguir a tu lado. ¿Acaso quieres estar tú al lado de alguien que no desea estar allí? ¿Que ya no te desea? ¿Que no quiere seguir contigo? No deberías.
Comentas que ante la ruptura, es normal abrazar el victimismo y dejarse. ¿Cómo de importantes son los autocuidados?
Son la clave. Es normal caer en el victimismo, pero no es recomendable. Cuando nos damos cuenta de ello, debemos esforzarnos y poner de nuestra parte para salir de allí lo antes posible. Llora todo lo que tengas que llorar, patalea, grita, déjate caer en la cama… Pero luego, cuando te calmes, levántate y sal a la vida. Está esperando por ti.
Hablas del contacto cero, pero es muuuuy complicado. ¿Cómo se domina este complicado arte?
Centrándote en ti. Priorizándote y comprendiendo bien por qué eso es lo que debes hacer. Si lo haces porque te lo dicen, no te servirá. Tienes que entender por qué es la mejor opción y por qué no te va a ayudar a seguir adelante con tu nueva vida seguir con tu vida anterior metida en la cabeza y en primer plano. Aunque esto es algo muy lógico, a veces cuesta comprenderlo, porque asociamos la idea de no tener contacto con que ese final ya será definitivo... Y eso es justo lo que no queremos aceptar (y en consecuencia, lo que no nos deja avanzar).
Dices que el único camino posible es aceptar cuanto antes la auténtica verdad: que todo acabó. ¿Por qué nos obsesionamos con el cierre perfecto, con esa clausura que jamás llega y que nos hace caer en despedidas eternas?
La primera fase del duelo es la negación. Al inicio, nos aferramos a la esperanza de que no puede ser que haya acabado, qqueremos un poco más y recaemos una y otra vez… Sin embargo, hay que recordar que cuando una relación acaba, la esperanza es lo primero que deberíamos perder.
Escribes: “sin olvidar que nos estamos recuperando de una ruptura y que nuestro corazón debe permanecer tranquilo y relajado”. ¿Qué opinas de quienes en pleno duelo, comienzan una nueva relación, quienes nunca están solos?
Es una forma de encadenar relaciones y no sentir el vacío y la soledad, pero a su vez, eso les impide hacer el aprendizaje necesario de esa experiencia, el que les ayudaría a no volver a vivir lo mismo de nuevo. Si no aprendes de algo, corres el riesgo de que te vuelva a suceder. Tenemos miedo a estar solos y a que nadie nos ame y eso nos lleva a aferrarnos a la primera persona que nos haga caso para volver a sentir el enamoramiento y que nos saquen de allí.
Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.
Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.
