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La revista norteamericana 'The Atlantic' fue la primera en atreverse a hablar de recesión sexual, aunque algunos estudios internacionales como los de 'Archives of Sexual Behavioury' los de la Universidad de San Diego (EE UU) habían llegado ya a la misma conclusión: los 'millennials' y los 'centennials' tienen menos relaciones y con menor número de parejas que la generación X y los 'baby boomers'. Y ojo, también son más conservadores en cuestiones de cama y más pudorosos a la hora demostrar su cuerpo. Un 19% de las mujeres y un 35% de los hombres encuestados de menos de 35 años afirmaron no haber tenido ningún encuentro erótico en ese año. Otro estudio del 'British Medical Journey' apunta que sólo cuatro de cada diez hombres y mujeres de 16 a 44 años tuvieron sexo al menos una vez por semana durante el último mes. En países como Holanda, donde antes se perdía la virginidad a los 17, ahora tienen su primera experiencia a los 19; en Australia, los 'centennials' practican el mismo sexo que sus abuelos de 75, y el 43% de los japoneses de entre 18 y 34 años son vírgenes. En España, según una encuesta de Diversual, nos estrenamos a los 17 y mantenemos 7 relaciones al mes. No está mal, pero es cierto: tus padres lo hacían más. ¿Por qué esta caída en nuestro barómetro sexual?
Cambio en los tipos de interés
"Más que recesión sexual hay nuevos intereses, muchas opciones sexuales y bastante confusión respecto a lo que significa la sexualidad", afirma José Díaz Morfa, psiquiatra y presidente dela Asociación Española de Sexología Clínica. Nuestra vida sentimental es muy inestable y eso frena el sexo regular (muchas veces es algo esporádico o no prioritario). Así lo confirma Ana, estudiante de 22 años: "Estoy tan agobiada por mis estudios, llegar a fin de mes, llevarme bien con mis compañeras de piso, etc., que mi libido está bajo cero. Me olvido de que existe el sexo". No ayuda que los jóvenes se independicen más allá de los 30 o que compartan piso. La variedad de tendencias en el campo del erotismo también ha revolucionado la sexualidad de la Gen Z, que prefiere calidad a cantidad. Además, la masturbación ocupa cada vez más espacio en la cama (nosotras la practicamos más de tres veces por semana, según datos de Diversual), y aparecen términos como 'procasturbación' (postergar la tarea de buscar pareja y en su lugar recurrir al placer en solitario).
Cómo solucionarlo
Márcate un reto: no más de 30 días sin sexo, e intenta cumplirlo. Trata de ponerte en modo 'on' leyendo (o escribiendo) literatura o relatos eróticos. Si no vives sola, pacta con tus padres o compañeros de piso tener la casa sólo para ti cierta cantidad de tiempo al mes o ve a un hotel por horas, como los de Byhours.
Depreciación de las 'dating apps'
Conocer gente en las aplicaciones es fácil; acabar en la cama, muy improbable. "De cada 50 'matches' que hago, quizás sólo uno acabe en cita. Se marea mucho pero luego no hay 'chicha'", comenta Paula, profesora de 26 años. Es un hecho que han revolucionado nuestra forma de ligar pero también han hecho que el sexo haya perdido su lado 'sexy' y que tenga, a veces, un alto coste emocional. La psicóloga Carlota Domínguez piensa que al final acabamos consumiendo personas como productos de un súper: "No hay un fin real de acercarse a nadie". En la misma línea se expresa José Díaz Morfa: "Las 'apps' han perdido impacto en la sociedad y generan mucha desconfianza. Los jóvenes tienen miedo de lo que pueda ocurrir a nivel físico y emocional tras un posible encuentro. A menudo se trata de algo breve y efímero que les deja vacíos y decepcionados". Algo que corrobora Marta, enfermera de 24 años: "Ir a Tinder a pescar polvos 'random' es como una inversión a fondo perdido. Sé que no me va a llevar a nada, con suerte conseguiré un par de orgasmos, pero eso lo tengo también con mi Satisfyer, y después no me como la cabeza", cuenta.
Cómo solucionarlo
Sé más selectiva en las 'apps' y ten responsabilidad afectiva (trata de
ser consciente de tus necesidades emocionales y las de los demás). Haz cosas para encontrar potenciales parejas en la vida real: apúntate a un club de pádel o de senderismo, ve a presentaciones de libros o haz el Camino de Santiago.
La OPA hostil del feminismo
La revolución sexual y la cuarta ola del feminismo (absolutamente necesarias) han sumido a muchos hombres en un desconcierto total que les genera mucha inseguridad. "Los chicos tienen miedo a pasar ciertas barreras, sobre todo con temas delicados como el del consentimiento. Algunos piensan que casi hay que sacar un contrato", dice Carlota Domínguez. La sexóloga Nayara Malnero confirma lo mismo: "Muchos chavales jóvenes me dicen en consulta que tienen miedo a cómo puede reaccionar una chica si intentan aproximarse a ella. No saben muy bien qué conductas están socialmente aceptadas. Temen que ella pueda hacer una mala interpretación o vivirlo deforma hostil, incluso por decir “me gustas”".
Cómo solucionarlo
Según los expertos, el remedio pasa por comunicarse, hablar más y no dar nada por hecho. Cada persona es un mundo, tiene sus propios límites y lo que molesta a una puede no molestar a otra. "No es sólo un trabajo masculino; la responsabilidad es de las dos partes –continúa Malnero–. Nosotras las mujeres también tenemos que hablar y expresar más. No esperar a que nos 'lean'".
Series y redes cotizan al alza
Interior noche. Una pareja en el sofá con la tele puesta mira sus móviles sin decirse una palabra. ¿Te suena? El mundo virtual parece ganarle terreno al real. Tenemos tantos estímulos a través de las redes, plataformas de vídeo, etc., que el sexo compite con muchos otros entretenimientos. Pasamos horas chateando en Instagram con gente que nunca conoceremos y ligaren la calle parece algo de la Prehistoria. Sumemos otra droga dura: las series. Cuando llegamos a casa rotas del trabajo, ¿qué apetece más?: ¿sexo o sofá, manta y un capítulito?
Cómo solucionarlo
Limita el número de episodios por noche para ver tu serie favorita. Silencia las notificaciones. En cuanto al móvil, haz deetox al llegar a casa, silencia las notificaciones y márcate un límite de uso diario.
Pánico a la curva de descenso
"Muchos chicos viven el sexo con angustia por las altas expectativas. Incluso toman Viagra para dar la talla", se lamenta José Díaz Morfa. El porno es su única referencia y piensan, como explica Carlota Domínguez,"que el sexo es aguantar una erección durante horas. Así se pierde el conectar con el placer, con el otro, con la situación". La realidad es tan alarmante que, según Nayara Malnero, "a veces son los padres los que traen a sus hijos menores a consulta, niños que apenas han podido desarrollar su sexualidad y por la presión del porno y las redes vienen a consultar problemas de erección y eyaculación precoz con sólo 17 años".
Cómo solucionarlo
"Hay que trasmitir desde la adolescencia que el sexo es también comunicación y una forma de establecer vínculos, no sólo a través de las caricias, sino de la mirada, la palabra y el cuidado y el respeto por uno mismo y por el otro", cuenta el doctor Díaz Morfa.
