Siempre que inicias una historia con alguien sueñas que será un ‘match’ eterno. Pero el día a día te demuestra que los príncipes (y las princesas) azules destiñen. ¿Acaso no es todo como lo pintan en los cuentos de hadas? Según una encuesta de la consultora Ipsos para conocer hasta qué punto la gente está satisfecha con su vida amorosa, un 83% de las personas en pareja dicen sentirse amadas. Sin embargo, ese porcentaje cae al 75% si hablamos de relaciones románticas. Lo curioso es que el dato es muy distinto según la generación a la que pertenezcas. Los ‘boomers’ son, con un 80%, los que más amados se declaran, mientras que los ‘centennials’, los que menos, con un 73%. ¿Qué ha cambiado para que esto sea así? ¿Cómo encontrarán los ‘millennials’ y la generación Z su alma gemela?

Existen historias entre dos personas que no encajan con ninguna etiqueta. Entonces se impone crear una palabra que pueda definirla. Los ‘centennials’, esa generación disfrutona (y poco comprometida) en cuestiones sentimentales, han añadido un nuevo término a su particular vocabulario:situationship. Así lo define la ‘app’ de encuentros ‘Adopte’: "Fusiona las palabras ‘relación’ y ‘situación’ y se puede utilizar cuando empezamos a quedar con alguien y aún es pronto para tener la conversación sobre qué somos". Es una conexión física y emocional libre, sin proyectos a largo plazo y a medio camino entre la amistad y la pareja. Es un periodo que da vértigo, empiezan a surgirte dudas y de tu cabeza no paran de salir preguntas como ¿qué somos? O ¿estoy preparada para iniciar una situación amorosa?

Seguro que conoces historias de relaciones que llevan toda la vida y son muy felices, pero también casos que han salido mal y han sufrido mucho. Cada relación es un mundo y tiene su propio lenguaje que solo las dos personas que lo forman lo entienden. Lo único que debes preguntarte es si quieres o no arriesgar en eso llamado amor.

pareja feliz que se acaba de comprometer
Tegra Stone Nuess//Getty Images

¿Es el romanticismo un auténtico timo?

El cine y las novelas nos han hecho un flaco favor a la hora de encontrar pareja, según advierte Michael Nest en su libro ‘Sin compromisos’ (ed. Zenith). "Queremos ser protagonistas de una comedia romántica, buscamos un amor eterno y nos desesperamos al saber que la vida real casi nunca es como en las películas", señala. Y esto mismo lo corrobora la psicóloga Silvia Llop: "El amor romántico no es un timo. Sí lo es la historia que nos han vendido, eso de que encontrar a alguien puede implicar muchas dificultades, pero que el amor, al final, lo puede todo. Hemos ‘romantizado’ cosas que no lo son, como que alguien te deje, que meses después reaparezca, te diga que eres la mujer de su vida y tú vuelvas con él pasando por alto un montón de conductas suyas que te han hecho sentir fatal".

¿Puede hacerse realidad o es sólo una fantasía?

Las cosas van evolucionando, y también el concepto de amor. "Hoy es un ‘collage’ que ha derivado en una fusión entre el mito del romanticismo y el individualismo hedonista, con tantas formas de pareja como las nuevas identidades sexuales que proliferan entre los jóvenes", sostiene la ‘matchmaker’ Verónica Alcanda en ‘Por qué no encuentro pareja’ (ed. Oberón). Con todo, el amor verdadero existe. Eso sí, que sea eterno ya es otra historia. Y, al fin y al cabo, lo que cuenta es que el tiempo que la pareja esté unida viva una relación sana.

¿Cómo lo ven en la actualidad los jóvenes?

Para la psicóloga Silvia Llop, los ‘millennials’ se sitúan entre el paradigma antiguo de tener pareja e hijos y la nueva corriente de amor más libre, donde cada cual decide la relación que quiere. "Se quejan de que ya no hay compromiso ni valores, pero no es así. Lo que sucede es que la historia que no funciona se rompe antes", aclara. Los ‘centennials’ tienen una mente más abierta, exploran diferentes tipos de relación: "Algunos lo ven como un modo de vida, pero la mayoría lo hace por experimentar. Al llegar a la madurez desean una pareja para construir algo sólido".

Haz una lista para reconocer el ‘true love’

Coge papel y anota tus estándares sentimentales. No se trata de escribir si buscas un chico de ojos azules, sino de recordarte lo que debe darte otra persona para sentirte bien, tal y como recomienda Silvia Llop, autora de ‘Mándalo a la mierda’. ‘Mereces algo mejor’ (ed. Plataforma Actual). "Hay baremos que no cambian, como la atracción física, el respeto, la comunicación fluida… Otros varían dependiendo de cómo seas: por ejemplo, si eres muy independiente, necesitas a alguien que te dé espacio. Y también deberías fijarte en que vuestros planes de futuro estén alineados, porque luego hay abismos insalvables".

Amor verdadero y sexo… ¿cómo casan?

En el imaginario colectivo uno y otro parecen compañeros inseparables. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Según un estudio de la consultora Ipsos, tendemos a sentirnos más amados que satisfechos sexualmente. Si eres ‘millennial’, enhorabuena: tu generación es la que más contenta se muestra con su vida erótica (así lo afi rma un 68%). ¿Eres de la generación Z? Pues vas a tener que poner más interés entre las sábanas, porque la tuya es la menos satisfecha (59%). Ahora bien, ¿qué tiene que ver hoy el amor verdadero con el sexo? "La relevancia del sexo dependerá de cada pareja, aunque es importante que haya un entendimiento también a ese nivel. Volvamos a los estándares: lo fundamental es que estés feliz con lo que te aporta la otra persona y que lleguéis a acuerdos con los que os sintáis satisfechos", apunta Llop.

Lo importante es que estés feliz con lo que te aporta tu pareja y que lleguéis a acuerdos que os satisfagan.

Tinder y Bumble: ¿‘match’ real o ciencia ficción?

Las aplicaciones donde ligan ‘millennials’ y ‘centennials’ hoy son el equivalente a las discotecas donde sus padres (boomers) preguntaban: "¿Estudias o trabajas?". Entre los ‘millennials’ siguen triunfando Meetic, Badoo, Grindr y, por supuesto Tinder, donde también se cuela la generación Z. Sin olvidarnos de Bumble, en la que son las mujeres quienes inician la conversación tras un ‘match’. No hay que demonizar las ‘apps’: no todos piensan en sexo a la primera cita."Para fallar lo menos posible al buscar el amor verdadero, echa mano de tus estándares, ten claro qué buscas y no actúes como una red que atrapa cuanto aparece", sugiere Llop.

ligar a través de apps de citas
Luis Alvarez//Getty Images

¿Crisis de la monogamia?

¡Viva el poliamor! En su afán por explorar sexualidad y sentimientos, la generación Z está dispuesta a compartir amor y erotismo con más de una persona, sin cuestionar (en algunos casos) que sea de su mismo sexo o no. La monogamia se les queda pequeña. "Esta relación poliamorosa la practican quienes creen que no pueden ni deben amar a una sola persona", asegura la ‘head hunter’ sentimental Verónica Alcanda. "En el corazón hay lugar para muchas relaciones simultáneas. Por eso el amor no debe limitarse a la monogamia, que para ellos tiene más que ver con la tradición que con las necesidades reales", añade. Que luego exista un compromiso o no, eso ya es otra historia.

¿Hay que tener pareja para sentirse amado?

¡Por supuesto que no! Al amor de tus amigos y familia debes sumar uno igual de importante: el amor propio. Porque sólo así estarás lista para encontrarlo en otra persona. En ‘Convivir y compartir’ (ed. Grijalbo), la psicóloga Laura Rojas-Marcos nos enseña que la primera regla para relacionarnos saludablemente con nosotros y con los demás es el autoconocimiento: "Hay muchas cosas que podemos moldear para tener la vida que deseamos, como nuestros hábitos, conocimientos, actitudes y habilidades. Para ello necesitamos conocer nuestra personalidad, nuestras fortalezas y limitaciones y aquellas cosas o personas que afectan a nuestro estado de ánimo". ¡Indaga en ti misma y ábrete al autoamor!

Responsabilidad afectiva: ‘bye- bye, breadcrumbers’

Esta es una poderosa arma para no herir a los demás, pero hay conductas en las que brilla por su ausencia, como en el ‘breadcrumbing’. Se refleja en actos como estos: que el otro no conteste a tus mensajes o que reaparezca después de días desaparecido. Aguantas porque temes sentirte vulnerable o porque odias los conflictos. Pero no hay que soportar lo insoportable, como dice Ferran Ramón-Cortés en ‘Más amistades y menos likes’ (ed. Conecta): "Una relación es cosa de dos y ha de ser positiva para ambos. Porque las relaciones son siempre para crecer como personas y ser felices, nunca para sufrir", señala el autor.

Evalúa lo que el otro te da hoy y no hagas futuribles: en los comienzos, todos somos maravillosos, ¿pero luego?

Compromisos y libertades

Desengáñate, si alguien que supuestamente te quiere te corta las alas, eso no es amor verdadero. Así que mucho cuidadito con asumir que ese control es una prueba de lo mucho que te adora. "Todas las experiencias conforman nuestros parámetros de lo que es, realmente, el amor. Si has estado con una pareja que te ha controlado o que te ha hecho sentir en una cárcel, resulta fácil que asumas que el amor verdadero es eso –asegura la psicóloga Silvia Llop–. Pero si tratas esas heridas y ves que, en realidad, es otra cosa, podrás darte una segunda oportunidad para encontrar el amor sano, ese que también te hace libre porque lo eliges voluntariamente. Una relación de la que puedas salir sin ningún problema, si en algún momento dejáis de hacer ‘match’".

chica agobiada, triste y sola en su cama
Oleg Breslavtsev//Getty Images

‘Tips’ para tener el corazón lleno de felicidad

En tu particular ‘road movie’ hacia el amor auténtico, Llop te da las claves: "Trabaja tu autoestima, porque cuando la tenemos baja es probable que nos enganchemos a cualquiera. No te dejes avasallar o eches el resto con una persona que no te trata bien. Conviene que sepas lo que quieres, porque así podrás encontrar personas compatibles. Evalúa lo que el otro te da ahora y no hagas futuribles: en los comienzos todos somos maravillosos, pero tal vez ese príncipe azul cambie y te quedes enganchada al momento de felicidad inicial. No te calles si algo no va bien, si te hace sentir insegura o te genera ansiedad. No tengas miedo a decir lo que necesitas. Y si se larga o no quiere hablar, déjalo ir. No es lo que buscas".

Nunca des carta blanca a quien no te trata como mereces

¡Stop a manipuladores, ególatras y demás personas tóxicas! Deja fuera a quienes no aportan nada, salvo sufrimiento. Como dice la psicóloga Ciara Molina, autora de ‘Si aprieta, no es de tu talla’ (ed. Oberon), "debes aprender a reconocer los amores insanos y a crear relaciones conscientes". Para lograrlo, ámate, aunque no siempre sea fácil: "A veces, significa fijar límites, terminar una relación, perdonarte, aceptar partes de ti que no te gustan, decir ‘no’, pedir disculpas, sanar heridas, tener conversaciones incómodas… Permítete cometer errores, llorar, vivir el duelo de tus pérdidas, reinventarte".