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Si te hablamos de la senescencia celular puede que te suele a chino; sin embargo, es un proceso que te afecta a ti, al igual que al resto de mortales. La senescencia se trata de un proceso biológico mediante el cual las células pierden la capacidad de dividirse. Este fenómeno es una respuesta natural a diversos tipos de estrés celular, como el daño en el ADN, la activación oncogénica o el envejecimiento celular.
Se asocia con varios aspectos del envejecimiento y el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad, ya que las células senescentes pueden acumularse en los tejidos, contribuyendo a su deterioro.
Puede que reboses juventud, pero lo que no sabes es que tu piel ya contiene alrededor de un 1% de células envejecidas, o como se diría en el argot científico, senescentes. El simple hecho de vivir las daña, pero nuestro organismo tiene la capacidad de sanarlas, o bien de eliminarlas mediante el proceso de apoptosis.
Y es que a partir de los 20 años, la maquinaria empieza lentamente a atrofiarse: "Según envejecemos, las células van perdiendo la capacidad de suicidarse, se acumulan, no pueden morir pero tampoco dividirse para multiplicarse después, y son incapaces de ayudar a la renovación celular. Por si fuera poco, vagan como zombis por nuestro cuerpo y producen factores inflamatorios que van a envejecer también las sanas que están a su alrededor, con efectos que son claramente visibles para la piel (arrugas, flacidez y tono apagado)", explica el Dr. Jacques Proust, director médico de la marca Nescens y especialista en medicina preventiva de la clínica Genolier en Suiza.
La ciencia retrasa el reloj
Pero no todo son malas noticias. Algo parecido a conseguir el elixir de la eterna juventud está en marcha desde que el profesor Jean-Marc Lemaitre ganara en 2012 el Premio Nobel de Medicina por sus estudios para reprogramar las células senescentes del organismo y rejuvenecerlas.
Desde entonces, él y otras mentes prodigiosas trabajan sin descanso para darle la vuelta al paso del tiempo. En la película 'El curioso caso de Benjamin Button', Brad Pitt nacía con una enfermedad similar a la progeria, que produce el envejecimiento prematuro en niños en la mayoría de los órganos (excepto el cerebro). En la vida real, el Dr. Nicolas Lévy, médico e investigador de enfermedades raras y genética molecular en Marsella, lleva años dedicado a estudiar esta dolencia. "El mecanismo implicado en su desarrollo es la acumulación de una proteína tóxica, la progerina, que se concentra en los núcleos celulares de la piel y la mayoría de los órganos", señala.
Deshazte de lo inservible
Una vez descubierto que el envejecimiento celular se puede reconducir, era cuestión de tiempo que los adelantos científicos llegaran a la cosmética. Así, el Dr. Lévy ha desarrollado un complejo derivado de plantas que ayuda a reducir la toxicidad de la progeria gracias a sustancias como el resveratrol, la apigenina, el extracto de manzanilla y la catequina del té verde, incluidos en las fórmulas de Le Domaine, una marca que, curiosamente, comercializa Brad Pitt. El extracto de la flor de edelweiss, que crece en Los Alpes, también ha demostrado revertir los mensajes tóxicos enviados por las células senescentes. Otros sérums funcionan eliminando directamente las células zombis mediante moléculas senolíticas, como las que se encuentran en la azalea de montaña. Ahora parece que el tictac del reloj resuena más lento y lejano que nunca.
Restan años
Estas fórmulas pioneras en 'reverse aging' restauran las células dañadas, y por tanto, estimulan el colágeno; otras las bloquean o eliminan, acelerando la renovación celular.
- Bloquea la proliferación de células zombis.
- También corrige las manchas.
- Silencia las señales de las células senescentes.
- Con agentes senolíticos.
- Estimula la producción de colágeno.
- Ralentiza los signos del envejecimiento.