El anuncio de la separación de Sophie Turner y Joe Jonas ha entristecido a los fans de la popular pareja y ha supuesto el punto final al verano del desamor. Aunque ambos se han encargado de subir a sus redes sociales un comunicado en el que no han querido dejar de aludir a las habladurías que han surgido alrededor del divorcio, han intentado que las malas lenguas se alejen de esta ruptura. Lamentablemente, no ha sido posible.

El peligro de la etiqueta de la 'mala madre'

Han sido los medios ‘TMZ’ y ‘Page Six’ los que han dado voz a quienes alegan que ambos tienen un estilo de vida tan incompatible que salvar la relación ha sido imposible. Pero, ¿a qué se refieren con estas diferencias insalvables? La narrativa se ha esforzado en retratar a la actriz como una fiestera, mientras que el cantante ha sido perfilado como un sacrificado padre que se ha encargado de cuidar de las niñas en ausencia de la madre. Las figuras de la madre ausente y de la madre fiestera se han convertido así en las armas empleadas contra Turner, una estrategia que no es ni mucho menos nueva, pero sí igualmente dañina y problemática.

Hace poco ya hablamos de que Laura Escanes, tras enfrentarse a un comentario en el que le preguntaban quién cuida de su hija cuando ella está fuera, se negó a no responder. "Jamás se le pregunta eso a un hombre. Mi hija tiene padre y tenemos la maravillosa suerte de poder pasar el mismo tiempo con ella tanto él como yo. Custodia compartida lo llaman".

Marga Durá, autora de ‘Madres rebeldes’, asegura que de toda la vida, cuando una mujer sale, bebe o hace lo que le da la bendita gana, ha sido más señalada que cuando lo hace el hombre, algo que se acentúa si es madre. “De todas formas, esto ha cambiado mucho. La sociedad está dando pasos agigantados y no desde hace 50 años, sino de hace cinco. Sin embargo, creo que le hemos dado un giro más puritano. Antes nos gustaba que una estrella se emborrachara y destrozara habitaciones, pero ahora preferimos que nos hablen de su dietas y de su compromiso social. En este escenario, tendríamos que preguntarnos si la crítica hacia la actriz es por machismo o por puritanismo”, indica.

"En una familia heterosexual se juzga diferente a la madre y al padre"

Por su parte Esther Vivas, autora de ‘Mamá desobediente’, indica que el problema es que la sociedad juzga a las madres desde una mirada patriarcal que considera que la maternidad es una responsabilidad exclusivamente femenina, por lo que el cuidado de las criaturas está a cargo de la madre. “En consecuencia, en una familia heterosexual, se juzga de manera distinta a la madre y al padre, porque se considera que la madre debe ser la cuidadora por naturaleza y la máxima responsable del futuro de esas criaturas. El problema es el machismo y el patriarcado”, explica.

La construcción del padre perfecto

Los tabloides se han asegurado de publicar fotografías en las que Sophie Turner está celebrando el fin del rodaje de su último proyecto, ‘Joan’, motivo por el cual no ha estado tanto en casa. Mientras que el medio ‘Daily Mail’ ha subrayado que la actriz estaba tomando chupitos, ‘TMZ’ fue aún más lejos al señalar que Jonas se había encontrado con un vídeo en el que su esposa hacía unos comentarios que le hicieron comprender que la pareja no tenía salvación.

"Cuando un padre que asume sus responsabilidades, la sociedad dice que es un buen padre"

Algunos medios y gran parte de los seguidores del cantante han reforzado la imagen del “buen padre”, ese que encarna Joe Jonas por haber sido el que ha cuidado de sus hijas cuando su esposa estaba trabajando. “La sociedad utiliza una vara de medir distinta en función de si juzga al padre o a la madre. Cuando nos encontramos con un padre que asume sus responsabilidades como padre, que se hace cargo de esas criaturas, la etiqueta que la sociedad le pone es la de “buen padre”. Mientras tanto, si la madre hace exactamente lo mismo, se considera que hace lo que le toca. Aquí hay un problema, porque la responsabilidad de cuidar es responsabilidad de ambos”, asegura Vivas.

"Los hombres que piden cualquier cosa por cuidar a sus hijos son héroes; las mujeres, histéricas"

Durá quiere no sólo quiere recalcar esta idea, sino la consideración social que se tiene en el trabajo a un hombre que pide salir por sus hijos frente a la que se tiene a una mujer. “Recuerdo en un trabajo a un compañero que cuando pedía irse antes a causa de los hijos, no tenía ningún problema. En cambio, las mujeres en aquella empresa nos enfrentábamos siempre a comentarios despectivos, como que somos sobreprotectoras. En el trabajo, los hombres que piden cualquier cosa por cuidar a sus hijos son héroes y las mujeres, un atajo de histéricas. Crea una importancia increíble no poder cambiar ese concepto”, comenta.

Ser madre no debería significar renunciar

Sus palabras nos hacen comprender mejor los datos procedentes de VII Estudio “Conocimientos y hábitos de la fertilidad de las mujeres”, realizado por las clínicas Ginefiv, que señala que de las 1.136 mujeres que participaron en la encuesta, con edades comprendidas entre los 18 y los 50 años, el 56 % cree que tendrá menos hijos de los deseados debido a su situación profesional. Entre ellas, el 36 % indicó que no podría permitírselo económicamente, un 11% manifestó que tendría que reducir su jornada laboral y el 9% reconoció que supondría mucho sacrificio. Por eso, es importante ser conscientes de lo peligroso que resulta que las redes se abalancen sobre figuras públicas que continúan su vida laboral y demuestran que ser madre no debería significar renunciar.

Para finalizar, Esther Vivas explica que la sociedad penaliza a las madres que tienen vida propia que va más allá de la crianza, porque se reduce la responsabilidad del cuidado a una responsabilidad individual y femenina. “El reto es desfeminizar el cuidado y desindividualizar la maternidad, porque al final, cuidar debe ser asumido como una responsabilidad de hombres y de mujeres”, dice la autora.