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Todas las historias de amor son una conversación a lo largo del tiempo: desde esos comienzos en los que preguntamos tímidamente al otro sobre lo que hace o lo que le gusta, hasta esas charlas salpicadas de cotidianidad cuando compartimos ya una vida en común. "Tanto si tú y tu pareja sois locuaces como si sois callados, las palabras que os decís, así como las expresiones y los gestos que las acompañan, definirán y determinarán vuestra relación", asegura John Gottman en su libro 'El secreto de las ocho citas' (ed. Roca). Este profesor emérito de Psicología de la Universidad de Washington ha estudiado durante 40 años cómo triunfar en el amor, y lo ha hecho basando sus teorías en experiencias empíricas y datos matemáticos. "Los conflictos surgirán, pero podéis aferraros al diálogo para superarlo". ¿Cómo? Organizando citas periódicas para tratar esos temas que os conciernen y, a veces, os separan. Programad cada uno de esos encuentros con antelación, ilusión y excitación, dejando a un lado distracciones como el trabajo o las cuestiones domésticas.
1. Confianza mutua
Has hecho 'match' con alguien que podría ser esa persona con quien compartir tu vida. Es hora de conocerla… ¡y preguntar! "En los inicios de la relación es fundamental que sientas que puedes hablar de cualquier cosa", dice la psicóloga especializada en relaciones de pareja Eva Gutiérrez, autora de 'Si es tóxico, no es amor' (ed. Ediciones B). "¿Te nace preguntar qué proyecto de futuro tiene? Hazlo. ¿Si quiere o no tener hijos? No te cortes. Porque es en esta etapa en la que vas a darte cuenta de si compartís expectativas de vida, valores, gustos, aficiones... Hablando te darás cuenta de si sois o no compatibles". ¿Ya lleváis tiempo juntos? No olvidéis las buenas costumbres y seguid quedando para charlar de vuestro compromiso adquirido. Porque "comunicarnos de forma sana pasa por saber que puedes hablar con la otra persona de cualquier cosa sin temor a la crítica o al enfado", dice.
2. Cómo resolverconflicto
La vida sentimental está llena de mitos. ¿Por ejemplo? Como dice el profesor Gottman en su libro, que las parejas que nunca discuten disfrutan de una buena relación. ¡Error! "El conflicto es necesario porque todos tropezamos con baches en nuestra capacidad para amarnos", cuenta. En esos problemas que a veces parecen difíciles de resolver "se hallan mayores oportunidades de crecimiento e intimidad". Dedicad entonces una cita a limar asperezas.
Y, como en el resto de vuestras conversaciones íntimas, tened en cuenta estos 'tips' para construir un entorno propicio para el diálogo sin enfrentamientos inútiles, según recomienda la psicóloga Eva Gutiérrez: "Busca momentos en los que estéis relajados (evita discutir temas importantes cuando uno de los dos esté estresado). Elige un lugar tranquilo para hablar donde os sintáis libres, sin interrupciones. Adopta un tono suave y respetuoso en tu voz y recuerda mantener el contacto visual con tu pareja. Comienza compartiendo tus propios pensamientos, esto ayudará a crear un ambiente de confianza que anime a tu pareja a hacer lo mismo. Asegúrate de que ambos os sentís bien al hablar de temas íntimos. Para los asuntos más sensibles, establece límites sobre lo que estáis dispuestos a compartir y respetadlos".
3. Hablar de sexo
Las parejas capaces de hablar abiertamente de sexo tienen más encuentros, y las mujeres, más orgasmos. ¡Está comprobado empíricamente por el doctor Gottman y su equipo! Desde los inicios de una relación, hay que exponer los sentimientos más íntimos porque hablar de esto no tiene por qué ser embarazoso. Como en otros asuntos, según precisa la psicóloga, terapeuta y sexóloga Laura Morán, autora de 'Perfectamente imperfectas' (ed. Destino), "tenemos la necesidad de comunicarnos porque tendemos a pensar que el resto entiende la realidad exactamente igual que nosotros, pero hay tantas realidades como personas. Es muy importante no dar por sentado lo que la otra persona puede sentir, esperar, creer…". Como aconseja John Gottman, en vuestra cita para hablar de sexo, verbalizad lo que os gusta; no comparéis experiencias sexuales anteriores; usad palabras que os resulten cómodas, y si no entiendes los sentimientos de tu pareja, pregunta. Que al final hagáis el amor (o no), eso ya es cosa vuestra…
4. Hablar de dinero y Cía
"Tanto si tienes una generosa cuenta bancaria como si vives al día, el dinero es uno de los cinco principales motivos de disputa entre las parejas", escribe Gottman en 'El secreto de las ocho citas' (el trabajo estará incluido en los restantes). "Si la pareja tiene pensado crear un vínculo en común, parece que hablar de dinero quita magia y encanto al amor –precisa Laura Morán–. Sin embargo, es una herramienta que necesitamos y resulta importante dialogar sobre ello".
A la hora de preparar vuestra cita para tratar de temas económicos y laborales, Gottman anima a no adjudicaros los papeles de ahorrador, derrochador o workaholic. "No consiste en hablar de presupuestos y gastos: consiste en comprender lo que significa el dinero para cada uno; evitad juzgar los valores de vuestra pareja sobre él, y no minimicéis nunca el estrés del trabajo del otro". Y si abordáis las tareas domésticas, "sed sinceros sobre lo que hacéis o no, y no comparéis vuestras aportaciones".
5. Problemas con la familia
Con hijos o no, del mismo sexo o no, con mascotas o no… Sea como sea tu familia, los desacuerdos por ella (desde la decisión de tener niños a la paella del domingo) merecen una charla para aligerar equipaje. Tened claro que la relación principal es la vuestra. Y, como siempre, mantened el respeto y la empatía. Así apunta Laura Morán: "A veces confundimos ser sinceros con ser 'sincericidas'. Esto implica facilitar al otro información que no es urgente ni aporta beneficio a la relación, pero que puede causar daño. Si esa opinión no es necesaria para la gestión de la pareja, nos la podemos ahorrar; si esa situación familiar crea malestar, siento que mi pareja me ningunea o se posiciona en mi contra, tendré que ser honesta".
6. Juega con tu pareja
¿Cuánto hace que tu amor y tú no compartís un rato divertido (más allá del sexo)? "La necesidad de aventura forma parte del sistema de recompensa cerebral. Cuando experimentamos cosas nuevas, obtenemos una placentera oleada de dopamina", apunta John Gottman. "Algunas personas necesitan vivir aventuras más extremas para obtener la misma dopamina que las demás. No importa si tenéis diferentes ideas sobre lo que constituye el juego. La clave es respetar la idea de aventura de cada uno". ¿La consigna? Salid de vuestra zona de confort y dad un toque lúdico a todo aquello que hagáis juntos. Porque las parejas que juegan unidas permanecen unidas.
7. Crecer juntos
Lo único constante en una relación es el cambio. Pero, ¿cómo te adaptas a la evolución de tu pareja? Un asunto como este merece una nueva cita para compartir emociones porque, como sostiene la psicóloga Eva Gutiérrez, "es importante hablar sobre cómo manejar y apoyar el crecimiento personal (y profesional) de cada uno". Tened en cuenta que vuestro desarrollo no tiene por qué ser igual. Respétalo, aconseja la psicóloga Laura Morán, porque "el hecho de que estemos enamorados no va a hacer que seamos almas clonadas que entienden todo lo que el otro siente". Mantened la mente abierta y no juzguéis, y si os sentís sorprendidos por lo que vuestra pareja dice, hacédselo saber.
8. Sueños que cumplir
Para que un amor triunfe es preciso respetar los anhelos y metas de cada uno. ¡Quedad para hablar de ello! "No impugnéis el sueño de vuestra pareja; no digáis que nunca se hará realidad, ni lo cuestionéis o menospreciéis", afirma Gottman. Aunque habrá que hacer algún sacrificio, trabajad en busca de vuestros ideales como un equipo.
Cómo practicar la escucha activa
Oír activamente requiere prestar atención al otro, procesar cuanto dice y hacerle sentir atendido.
Lenguaje corporal
La psicóloga Mamen Jiménez explica en su libro 'Contigo' (ed. Lunwerg) que debes mostrar a tu pareja que tienes tus sentidos puestos en sus palabras. Es importante "tener el cuerpo orientado hacia ella, mirarla a la cara y dar 'feedback' con gestos como asentir con la cabeza o expresiones como 'entiendo'".
Preguntas abiertas
Si no quieres que tu amor responda con lacónicos síes y noes, plantea preguntas que den pie a una conversación más profunda. Mamen Jiménez sugiere cuestiones como: "Y entonces, ¿qué has pensado hacer?", "¿cómo te sentiste?", "¿tú qué crees que pasará?". Y deja que se exprese sin interrumpirle.
Empatía plena
Aunque no estés de acuerdo con aquello que escuchas o no sientas lo mismo que tu pareja, no olvides nunca ser empática con ella mientras expresa sus emociones. Por eso, la experta recomienda no juzgar sus opiniones con expresiones como: "Eso no es así", "no llores" o "eres un exagerado".
Las cuatro reglas de la conversación
Un diálogo íntimo tiene sus propios códigos. Para John Gottman estos son los básicos.
Di lo que sientes
Expresad cómo estáis viviendo vuestra experiencia como pareja: aceptados, valorados, ofendidos, cerca el uno del otro, solos… A partir de ahí, llegará la pregunta del millón: ¿por qué tenéis esos sentimientos?
Pregunta sin dudar
Desde el respeto absoluto, plantea cuestiones que ahonden en vuestros sentimientos. ¿Qué partes de cada uno están en conflicto? ¿Cómo os gustaría que se resolvieran las cosas? Ante las respuestas de tu pareja, ni des consejos ni hagas críticas.
Apoya sus palabras
Si tu pareja verbaliza sus emociones, no necesitarás ayudarle a que lo haga. Si es parca en palabras, utiliza frases para que surjan sus sentimientos, como "cuéntame, te escucho" o "ayúdame a entender lo que sientes".
Sé tolerante
Quizá no estés de acuerdo con el discurso de tu novio/a. Pero intenta apoyar sus reacciones haciéndole ver que sois un equipo con afirmaciones del tipo: "Estás sufriendo, y lo noto" o "estoy de tu lado".
