¿Quién no ha sufrido alguna vez una ruptura? (No levantéis todas las mano, por favor). ¿Quién no ha tenido/tiene ganas de darle en los morros a su ex/rollo/capullo? (Sé que estáis todas sonriendo). En la vida amorosa 2.0 Instagram se ha convertido en un arma de doble filo, pero como siempre hay que ver lo bueno hasta de lo negativo, vamos a darle la vuelta a la tortilla con estilo. Coge el teléfono y abre Instagram. Manos a la obra.

1. Sube fotos monísima.

¿Que ese día vas a la oficina ideal de la muerte porque el bronceado de tu casa del pueblo todavía reside en tu cuerpo después de dos días? Foto al canto. Si encima la imagen es animada con corazones y comentarios de tus amigas en plan "¡Buenorrraaaaaaaaaaaaa!"... Pues muchísimo mejor. "Eh, chaval, mira qué guapa estoy así sin ti". No pongas eso, claro. Pon un simple "Tuesday" y un #nofilter y suficiente. 

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2. Sube frases con doble sentido.

Es puro postureo literario, pero es que aunque una imagen valga más que mil palabras, en el fondo todos leemos lo que subimos a Instagram. Una canción, una frase, una tontería... Cualquier frase motivadora nos vale. Pero que sea original, olvídate del "la vida son dos días y uno es de resaca". Un poco de seriedad, por favor. 

3. Publica alguna foto con algún chico.

Esto es de primero de ruptura pero es que en el mundo 2.0 también funciona. Eso sí, hazlo mejor en Instagram Stories. Puede ser demasiado forzado.

4. Publica canciones animadas.

Puede que tu Spotify esté lleno de baladas románticas, canciones de Conchita y cursiladas varias pero por favor... Cambia el chip. Solo vale publicaciones del estilo Felices los 4, Me Rehúso, Me Enamoré y reggaetón variado de ese que te gusta para bailar.

5. Sube fotos en biquini/bañador.

¿Ves este cuerpo de escándalo tan maravilloso que posa sobre una roca -a la que me ha costado mucho subir- en una bonita cala de la Costa Brava? Pues tú te lo pierdes, chaval.

6. No veas sus Stories.

Parece una tontería, pero a ti te va a venir bien evitar saber cómo te va. No tiene que ver con las publicaciones pero sí con tu comportamiento. Es mucho mejor pasar. 

7. Sube una foto divertida.

Porque él se fijará, y alguien se puede enamorar de tu sonrisa -corazón, corazón-. No hay mejor terapia para superar una ruptura que reírse de una misma. Y porque sabes que tanto postureo no es bueno.

8. Sube fotos de fiesta.

Tienes una vida tan ajetreada que las copas del afterwork de tus compañeros se te acumulan con el último evento de X firma, con las cañas de ese compañero de mesa que te ha comentado de quedar... Con esa cena con amigas que acaba en La Flaca... Dale a tu cuerpo vida social y no solo olvidarás las penas -no en alcohol, ojo- también restregarás en la cara lo bien que te encuentras. Aunque la realidad sea un poco diferente.

9. Sube un selfie.

Solo por la regla no escrita de que los selfies siempre acumulan muchos más likes que una foto normal. Dale a tu ego un poquito de alegría.

10. Déjale de seguir en Instagram.

Quizás es un poco heavy, quizás haya alguna que piense que es demasiado forzado... Pero en el fondo es una manera de decir: "no me importas nada". ¿Le has dado ya a unfollow?

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Paloma Herce

Paloma Herce es periodista y publicista, experta en moda, estilo de vida y todo lo que tenga que ver con ser una bon vivant desde hace 10 años. Graduada en Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad CEU San Pablo, ha estudiado el Máster de Radio de la Cadena COPE y el curso de Estilismo y Personal Shopper de Condé Nast College. Empezó escribiendo de moda, de verdad, en Harper’s Bazaar, y después ha continuado en revistas como Cosmopolitan o TELVA. Tiene una newsletter que utiliza a modo de diario y un consultorio de invitadas en el que da tips sobre elegancia. Su filosofía de vida, y de trabajo, se basa en una frase de Diana Vreeland que dice ‘the eye has to travel’. Y ella lo hace viajando, leyendo, viendo películas y disfrutando de exposiciones