En ocasiones la búsqueda de una media naranja en condiciones pasa por «hincar el diente» a todo tipo de frutas sin que ninguna de ellas te satisfaga. La buena noticia es que ahora puedes ahorrarte esa tediosa «degustación» si sabes elegir. Y a eso pueden enseñarte en La Escuela Neurocientífica del Amor. Un cole muy especial en cuya web (escuelaneurocientificadelamor.com), ya te adelantan un pequeño aperitivo con información para que sepas con quién eres compatible. Si te quedas con ganas de probar el menú entero, este mes organiza seminarios en Valencia, Madrid y Barcelona. Son cursos teórico-prácticos, con juegos, charlas y estrategias para seducir. También se realiza un examen que consta de diez preguntas tipo test para identificar tu perfil de personalidad y 20 sinápticas para ver si eres compatible con tu pareja. ¡Más de 14 millones de personas en el mundo ya lo han realizado!

Cuestión de genes

Para conocer el origen de todo esto hay que remontarse al verano de 2004, cuando el portal de citas Match.com encargó a la antropóloga Helen Fisher (una gran autoridad en la investigación del científico) desarrollar una herramienta que ayudara a emparejar a sus clientes. El resultado fue un algoritmo que descubría el grado de compatibilidad entre personas. De esta investigación surgió, por un lado, Tinder, y por otro, el Coaching en Sinapsis Interpersonal, una disciplina que estudia la posible conexión entre dos individuos. La diferencia es que Tinder sólo recoge rasgos fisiológicos que nos atraen de alguien y la Sinapsis analiza también la personalidad. «Con este algoritmo, el amor deja de ser una variable desconocida para convertirse en una habilidad enseñable. Por fin, la ciencia te puede decir: tú eres así», dice Camila Taube, sinapsis coach y directora de la Escuela Neurocientífica del Amor.

Según Fisher, nuestra personalidad está marcada, en parte, por cuatro neurotransmisores (serotonina, dopamina, testosterona y estrógeno): las distintas mezclas de ellos conforman 12 perfiles sinápticos.

La guía del amor

Hay dos cosas esenciales: sólo existe un tipo totalmente complementario para cada persona, lo que se denomina el perfect match. Otros dos son medianamente compatibles. El resto, ni mirarlos. Y esto no cambia con los años. ¿Qué puedes hacer una vez que ya sabes cómo debe ser tu pareja ideal? «¡Ahorrarte años de sufrimiento!», dice Camila entre risas. Flirtear con alguien que no es adecuado para ti es una pérdida de tiempo si lo que buscas es algo serio. Peor aún: mientras, puede que esté pasando tu príncipe azul y no te des ni cuenta.

En cambio, saber qué va contigo simplifica las cosas. Si a ti te encanta ver una peli en el sofá y él sólo piensa en salir de marcha, la cosa no pinta bien. Eso que parece obvio, muchas veces no lo es. «Entender cómo funciona la sinapsis es como entrar en Matrix. Eres capaz de distinguir a los que están de este lado y a los del otro», explica Taube. Por eso, según esta coach, el test también puede ayudarte a superar una ruptura, porque entiendes las causas por las que tu relación ha fracasado. De hecho, algunos de los cursos de la Escuela son tratamientos para recuperarse de relaciones tóxicas. Algo así como un detox sentimental.

Este artículo apareció originalmente en Cosmopolitan marzo 2017