Chico conoce a chica, chico y chica y se enamoran y al final... Para evitar spoilers (aunque los habrá), dejamos que uses la imaginación. Con la ciudad de los sueños, literal, como telón de fondo, la película de Damien Chazelle es mucho más que un musical de tintes románticos. Es una película que demuestra que los sueños se pueden cumplir, pero que todo tiene un precio. Con un estilismo digno de Oscar -y por algo hay nominación-, una luz mágica y una banda sonora de ensueño, La La Land es una oda al realismo puro y duro.

Esta película o te encanta o te vas con una sensación de 'sin más'. Hay quien no puede dejar de verla y quien la vería incluso dos veces en el cine -como servidora-, y siempre te deja un sabor agridulce. Hay amor, hay mucho amor, pero el amor no tiene un final de película (atención spoiler). Emma Stone y Ryan Gosling -una de las parejas con más química de Hollywood desde Crazy, stupid, love- conforman esa unión perfecta de dos jóvenes con ganas de enamorarse e ilusión por cumplir sus sueños. Él quiere abrir su propio bar de jazz, y ella, como muchas chicas en Los Ángeles, convertirse en actriz. Un amor de gran pantalla que incluye las peleas típicas de enamorados, los momentos de duda pero también los momentos de color de rosa. Con atardecer y una fotografía espectacular incluida. Con el piano de fondo, Chazelle habla del amor real, en un universo edulcorado en el que todo parece más fácil de lo que es.

Pero la vida es dura, a veces no todo sale bien... A veces haces sacrificios por la persona que quieres, solo por el simple hecho de que crees que es lo mejor. Y te olvidas de tus sueños, te olvidas de lo que eras y entonces, ¿qué pasa? Pues como los protagonistas, deciden tomar caminos diferentes con la promesa eterna de un "te querré siempre". Y si se querrán siempre (atención spoiler), ¿por qué no acaban juntos?

Sí, el amor no triunfa siempre... El amor pasional, el loco, el que te deja mariposas en el estómago, el que no te deja dormir. A veces, por luchar por nuestros sueños, abandonamos todo lo demás, o simplementes pensamos que tener ambas cosas es imposible. Ser reina de tu vida y triunfar con el príncipe azul, parece que no es compatible. Y por eso no conformamos con el amor, sin más, sin adjetivos, sin azúcar y sin nervios. Un amor que te hace feliz pero que no te hace temblar de emoción. O sí, pero no tanto.

Produce una gran tristeza pensar que triunfar en todo no es posible. Aunque los dos consigan sus sueños, ¿crees que Mia es tan feliz como si estuviera con él? Y Sebastian acaba, con la mirada triste, solo en ese bar que pensaba que era su sueño. ¿Son mejores las metas conseguidas? Chazelle habla con su película. Te toca verla otra vez y opinar.

Lettermark
Paloma Herce

Paloma Herce es periodista y publicista, experta en moda, estilo de vida y todo lo que tenga que ver con ser una bon vivant desde hace 10 años. Graduada en Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad CEU San Pablo, ha estudiado el Máster de Radio de la Cadena COPE y el curso de Estilismo y Personal Shopper de Condé Nast College. Empezó escribiendo de moda, de verdad, en Harper’s Bazaar, y después ha continuado en revistas como Cosmopolitan o TELVA. Tiene una newsletter que utiliza a modo de diario y un consultorio de invitadas en el que da tips sobre elegancia. Su filosofía de vida, y de trabajo, se basa en una frase de Diana Vreeland que dice ‘the eye has to travel’. Y ella lo hace viajando, leyendo, viendo películas y disfrutando de exposiciones