A escasos días de celebrarse los Latin Grammy 2023, María Becerra (Quilmes, Argentina, 2000) puede presumir de haber recibido cuatro nominaciones: Mejor Interpretación Reggaeton y Mejor Canción Urbana por su éxito ‘Automático’, Mejor Fusión/Interpretación Urbana con ‘Ojalá’ y Canción del año por su colaboración con Pablo Alborán en ‘Amigos’.

La cantante y compositora no podía cerrar de mejor modo un año que ha estado sembrado de lanzamientos y colaboraciones con artistas de la talla de Enrique Iglesias o Chencho Corleone, con quien acaba de lanzar el tema ‘Piscina’, que acumula ya más de 3 millones de visualizaciones en YouTube en tan sólo cuatro días.

Y es que desde que lanzó en 2019 su primer EP, '222', no ha dejado de cosechar éxitos a la par que seguidores en sus redes: cuenta con más de 13 millones de seguidores en Instagram, casi 5 millones en YouTube y más de 25 millones de oyentes mensuales en Spotify, donde ha conseguido ser la segunda artista latina más escuchada. La gente la quiere, y en las distancias cortas, María se hace querer. Durante nuestra sesión de fotos se muestra simpática, risueña, amable, educada y, como buena argentina, muy muy habladora. “A mí se me afloja la lengua y lo cuento todo”, me comenta graciosa. Veamos si es cierto.

la cantante maria becerra
MIQUEL CABELLO
Vestido, Elisabetta Franchi. Choker, Swarovski.

En apenas cuatro años te has convertido en una estrella internacional. ¿Te está costando digerir la fama?

No, yo soy una persona muy tranquila y paciente, no tengo problema con nada. Trato siempre de mantenerme en mi centro, cuido mucho mi energía y mi espacio personal porque creo que, si estás bien, es difícil que las cosas te afecten.

¿Ha cambiado mucho la María Becerra de entonces con respeto a la de ahora?

Sí, antes era una persona superinsegura, tímida, hermética, muy metida dentro del caparazón. Enseguida me convencían de lo contrario a lo que yo creía. Y a base de sufrir las consecuencias, vi que tenía que hacerme respetar y no olvidarme de que soy yo quien compone las canciones y quien da la cara para todo.

¿Se te ha acercado mucha gente por interés?

Al principio sí, por la personalidad que tenía. Pero hoy en día a mi casa no viene nadie más que mi familia, mi pareja –que vivo con ella– y mis amigos, pura gente de confianza porque no quiero que entre nadie con malas intenciones o que no conozco. Ahora cuando alguien se acerca a mí enseguida noto si lo hace por interés en su mirada, en su energía, en su forma de hablar… y directamente no me relaciono con él.

¿Aquí también están incluidos los artistas?

Sí. Pero hay que matizar: a mí me parece divino, siempre que se haga desde el respeto, cuando cantas una canción con alguien porque te encanta lo que hace, quieres compartir público, sonar en su país... El problema es cuando se pasan ciertos límites; de hecho, he terminado mal con algunos artistas por esta cuestión.

¿A qué límites te refieres?

Hay muchos que realmente no tienen pasión por la música, sino por la 'plata' y la fama. Les gusta mucho la polémica y quieren que se hable de ellos, bien o mal, ese es su tipo de marketing. A mí eso no me gusta y por eso trato de hacer las cosas bien. He optado por no colaborar con algunos, aunque se enojen. Ahí es donde yo pongo mis límites.

Me imagino que no me vas a decir sus nombres, ¿no?

No, no, no, porque se va a armar un 'quilombo' (se ríe). Pero por suerte sólo me ha pasado con dos.

la cantante maria becerra
MIQUEL CABELLO
Jersey, Sandro. Short, Antik Batik.

¿En algún momento te han faltado al respeto?

Sí, por ser mujer me han dicho: “Te mandamos una canción y ya escribimos tu parte, esto es lo que queremos que cantes”. Y yo he contestado: “No voy a hacer eso. Si ‘querés’ cantar conmigo, se supone que te gusta lo que yo escribo, no me mandes algo escrito. Pregúntame si me interesa componer a mí lo mío o qué me gustaría hacer… porque una canción es arte y nace del sentimiento.

Por lo que cuentas, sigue habiendo machismo en la industria musical, ¿verdad?

Sí, bastante, pero no tanto como antes. Situaciones de este tipo que yo haya vivido se pueden contar con los dedos de una mano. Recuerdo un programa de televisión en el que me acabé peleando con el productor. En Argentina, en este ámbito, hace tiempo había muchos que eran machistas, asquerosos, maltratadores. La cuestión es que yo pedí ver la grabación después de actuar porque era una de mis primeras apariciones y estaba muy nerviosa. Y el tipo empezó a decirme: “¿Quién te ‘pensás’ que ‘sos’?”. Arrancamos a gritos en el estudio y casi le pegué una ‘cachetada’. Después me hizo llegar unas disculpas a través de mi ‘manager’ porque, así como tenía los huevos chicos para todo, los tuvo también para eso (se ríe). Luego me contaron otros dos artistas hombres que habían ido a ese programa que a ellos sí se lo había enseñado.

Has trabajado con grandes figuras como J Balvin, Becky G o Tini. ¿Con quién te morirías por colaborar?

Quevedo y Saiko me gustan mucho. También C. Tangana, Rosalía… Y volvería a hacer una colaboración con Lola (Índigo) que la amo con mi vida, me parece una gran persona.

la cantante maria becerra
MIQUEL CABELLO
Camisa, Sandro. Top, Calvin Klein. Braguitas, Zara. Sandalias, Guess.

En alguna ocasión has mencionado que con la fama llega "el contexto de las fiestas". ¿Qué querías decir?

Me refería a las drogas, a beber alcohol, a la mala vida… De repente te ves en situaciones en las que piensas: “¿Qué hago acá?, no pertenezco a este mundo”. A mí no me gusta salir ni trasnochar. Yo a las dos de la mañana me estoy durmiendo en la silla o donde sea que esté. Me da pánico pensar en emborracharme, no estar consciente de lo que hago, no acordarme… Cuando empecé yo era muy chiquita y tenía depresión, me sumergí de cabeza en ese mundo oscuro y me di cuenta de que no lo quería. No deseaba estar flaca, mal, perder la voz por tanta noche…

"Detesto las fiestas: no me gusta trasnochar, ni emborracharme, ni las drogas"

¿Por qué en ese momento tenías depresión?

Yo tengo tendencia a ser depresiva, por eso siempre he tenido que trabajar mucho para no caer en eso y hoy en día estoy brillando, estoy perfectamente bien, pero porque lo he cuidado mucho. Me di cuenta de que tenía que dejar de ser vulnerable y perder el miedo a decir las cosas que no me gustaban. En ese momento me incomodaban las discusiones y huía del conflicto, me callaba para evitarlo. Lo trabajé mucho en terapia y en la carrera, que creo que fue mi mayor terapia.

En situaciones que me han hecho sentir incómoda mi ‘manager’ me ha dicho: “Pero ‘hablá’, porque es el poder de tu palabra y ‘sos vos’ la que está ahí. Vos te ‘podés’ defender sola”. Entonces tenía depresión por cosas de la vida, yo había sufrido mucho ‘bullying’, tuve muchos problemas con mi peso, con mi alimentación, situaciones de traumas que me quedaron y yo no los resolvía, simplemente los tapaba con cosas como el alcohol y la fiesta”.

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¿Cómo te ha marcado que te hiciesen ‘bullying’?

Lo sufrí durante mi infancia y mi preadolescencia. Me criticaban por mi peso y por mi forma de vestirme. En el colegio yo llevaba mi estilo y mi pelo de colores cuando aún no estaba de moda, las uñas largas… También se metían conmigo porque no me depilaba. Todo un conjunto de cosas que me hicieron muy mal porque fueron las que crearon esa personalidad tímida, cualquiera me podía pisotear, me metía en relaciones tóxicas porque estaba acostumbrada a ese trato malo...

"En el cole me hacían ‘bullying’ porque era flaca, llevaba el pelo de colores y no me depilaba"

He leído que incluso llegaste a tener un intento de violación en grupo.

Sí, y también sufrí un abuso por parte de una sola persona. Yo iba a una escuela para aprender carpintería y electricidad. A mí me gustaba eso, el fútbol, tener pelos en las axilas… Siempre fui diferente y mis gustos no eran los ‘esperados’. Fue ahí donde sucedió. Lo pasé extremadamente mal porque era un colegio muy machista, había 200 y pico hombres y éramos sólo dos mujeres. Entonces, imagínate los pendejos de mierda mirando porno en el aula, acosándote por doquier, escribiendo cosas horribles en el baño…

Era un contexto cruel, horrible, y las propias maestras eran iguales. Si yo les decía que me acosaban y que me intentaban meter la regla dentro del pantalón o me tocaban el culo, me contestaban: “Bueno, quizás te tendrías que vestir de otra forma, tal vez el ‘jean’ no debería ser apretado”. Por eso yo cuando empecé esta carrera me vestía con ropa ancha, porque creía que así estaba segura. Hasta que fueron pasando los años y entendí que no era así. Lo trabajé y hoy en día me visto como quiero.

Supongo que las críticas te afectarían mucho.

Antes muchísimo, directamente no las leía porque me hacían muy mal. Ahora puedo cruzarme con un comentario malo que hable de mi cuerpo y estoy tan segura de mí misma que no me tumba ni me hace dudar. Si es cierto que hay gente que responde todos los días a mis historias con algún mensaje de odio y pienso: “Qué miedo si me cruzo con esta persona, lo obsesionada que debe estar conmigo para que haga esto”. Por eso trato de estar lo más oculta posible en mi casa.

¿Eres una persona solitaria?

Sí, no tengo un grupo de amigos con los que salir a bailar o a hacer una ‘pijamada’ o a tomar café, creo que eso está muy idealizado. Tengo mi mejor amiga y tres mejores amigos. Me llevo muy bien con los hombres, tengo más facilidad para tratar con ellos que con las mujeres.

Esto de la amistad lo compartiste en redes y hubo mucha gente que empatizó contigo…

Sí, es gente que, como yo, se encuentra cómoda en la soledad. Yo puedo estar a solas con alguien que no conozco y no tengo la necesidad de sacar una charla. No veo la necesidad de relacionarme forzadamente. He vivido tanto tiempo en silencio y sola por el tema del ‘bullying’, que me gusta estar conmigo misma.

No todo el mundo es capaz de esto.

No, es superdifícil saber estar solo. De hecho, si bien estaba sola en el colegio, siempre fui muy familiar, y cuando me independicé sí lo pasé mal. Pero me dije: “Voy a aprovechar, poner plantas, salir a tomar sol, hacer mis compras, pagar mis cuentas, preocuparme más por mí…”, y me encantó, la verdad.

la cantante maria becerra
MIQUEL CABELLO
Biker, Paloma Suárez. Top, Calvin Klein. Falda, Diesel. Botas, Dr. Martens.

En los últimos años ha habido un ‘boom’ muy fuerte de los artistas latinos. ¿A qué crees que se debe?

Yo creo que era cuestión de tiempo. Latinoamérica está lleno de música, de cultura, de talento, desde Rubén Blades hasta Celia Cruz. Lo que pasaba es que nos habían metido en la cabeza que lo de fuera era mejor. Cuando yo era chiquita no escuchaba música en mi idioma, y les decía a mis padres, que eran amantes del folclore argentino: “¿Qué escuchan? A mí me gusta Selena Gomez”. ¡Era una ‘cipaya’ tremenda! Ahora estamos más patriotas que nunca, y por ejemplo en Argentina Tini hace un trap con tango, o en España Rosalía y C. Tangana hacen fusión con el flamenco. No tenemos que creer que lo de fuera es mejor, lo nuestro está a la altura.

¿Crees que, a pesar de este poderío musical, sigue habiendo racismo hacia los latinos?

Sí, y lo sé porque voy mucho a Estados Unidos y lo he sufrido. De los artistas no lo he notado nunca, todos los artistas anglos con los que he trabajado son respetuosos y admiran mucho nuestra cultura. Pero de repente me pasa que voy a una tienda a comprar zapatillas y digo: “¿’Tenés’ Nike?” (pronuncia ‘naik’), por ejemplo. Y te dicen: “What? No, no, Nike (pronuncia ‘naiki’)”. Te hacen saber que lo estás diciendo mal. Hay un montón de gente que es superdiscriminadora, que no te atiende, que le dices: “¿Español?”. Y te contesta de manera despectiva: “No hablo eso, I don't speak that”.

"Como latina, he vivido el racismo cuando he ido a Estados Unidos"

Entre las artistas sudamericanas, ¿existe rivalidad o sororidad?

Hay sororidad y amistad ‘full’. Debe haber alguna rivalidad por ahí, pero yo generalmente veo ganas de ayudar, de que las artistas emergentes crezcan... Es algo increíble porque la unión hace la fuerza. Pasó en la escena argentina cuando todos los que estábamos saliendo nuevos nos unimos y empezamos a hacer canciones entre nosotros. Esto nos hizo crecer un montón.

¿Quién consideras que es un buen ejemplo a seguir?

Me gusta mucho cómo se maneja Karol G. Todo su equipo está formado por mujeres, desde la oficinista hasta su ‘manager’, y así lo ha mostrado en sus redes. Hay que darles puestos que usualmente no ocupan. Yo, por ejemplo, en seguridad quiero a chicas siempre: están igual de capacitadas que un hombre y tratan de otra forma a la gente, especialmente a los niños que se te acercan a pedir una foto.

A la hora de componer, ¿te inspiras siempre en tus propias vivencias?

Sí, casi siempre. Excepto en el tema ‘Corazón vacío’, que cuenta la historia de una mamá soltera abandonada por el novio que tiene que criar sola a una criatura. Esto lo han vivido varias tías mías y yo sé lo duro que es porque las he visto estar sin comer o tomando mate todo el día para poder alimentar a mis primos.

¿Te llama la maternidad?

Me encantaría ser madre, es un sueño y lo haría con mucho amor, con mucha responsabilidad. No ahora, porque estoy en un momento en el que mi carrera está creciendo y tendría que sacrificar bastantes cosas, pero cuando esté más asentada me gustaría formar una familia.

Hay dos canciones tuyas, ‘Dime cómo hago’ e ‘Hipnotizá’, en las que hablas del amor entre mujeres y que están inspiradas en una historia que tuviste con una chica. ¿Cómo fue todo ese proceso hasta aceptar tu bisexualidad?

Fue duro. De repente te tratan de un montón de cosas: de degenerada, de que ‘querés’ las dos cosas, de que te gusta enfiestarte… (se ríe). Yo tenía mis miedos, cuando era chica me daba cuenta de que entre la gente mayor que tenía a mi alrededor no estaba bien visto y lo ocultaba. Hasta que llegó un punto en que era bastante evidente por cómo me comportaba y mi mamá me hizo la pregunta y yo le dije que sí. Le costó asimilarlo porque pensó que era una etapa hasta que saqué la canción ‘Dime cómo hago’, y ahí terminó de entender que yo había estado enamorada completamente de una chica que fue mi primer amor. Mi papá nunca me dijo nada, él siempre me ha dejado ser como yo quiera.

Maquillaje y peluquería: María Verano (One Off Agency). Asistentes de fotografía: Javi Fernández/Elena Hernández. Producción: Marta Sánchez. Agradecimientos: YM Music Agency.
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Ana M. Jiménez

Redactora jefe de COSMOPOLITAN, Ana M. Jiménez es experta en sexo y relaciones de pareja, temas de los que lleva escribiendo desde hace dos décadas. En su agenda figuran los nombres de los sexólogos más reputados (una vez uno le dijo que su tema sobre el orgasmo femenino era digno de una tesis doctoral, ojo al dato). Y en su ‘portfolio’ abundan los artículos sobre nuevas técnicas sexuales, las posturas más placenteras o lo último en juguetes eróticos (por supuesto, los prueba antes, profesionalidad ante todo). Los entendidos piensan que se le da bastante bien, tanto que cuando trabajaba en la revista ‘Quo’ recibió el primer Premio Periodístico Daphne por un reportaje sobre anticonceptivos. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, su trayectoria profesional ha estado ligada a cabeceras como ‘Elle’, ‘Ragazza’ y ‘Elle Decor’ antes de llegar a COSMOPOLITAN, donde también crea contenidos sobre viajes, gastronomía y libros. Si ya lo estabas pensando, te lo confirmamos: su especialidad son los pequeños (y grandes) placeres de la vida. Quédate con su nombre si buscas información sobre cuestiones amorosas, ideas para hacer una escapada o los nuevos restaurantes de moda.