Las personas PAS (Personas Altamente Sensibles) son aquellas que tienen un sistema nervioso que percibe y procesa más información sensorial simultánea, lo cual da lugar a una serie de características particulares que hay que entender para poder vivir de forma más equilibrada entre las necesidades propias y las exigencias del exterior. "Lo primero que debemos tener claro cuando hablamos de Alta Sensibilidad es que no es un trastorno psicológico, ni una enfermedad. Es un rasgo de personalidad que está presente en el 20% de la población y, por tanto, no es algo que tienes: es algo que eres", explica la Asociación para todas las Personas con Alta Sensibilidad de España.

Por su parte, PAS España señala que las PAS suelen dar vueltas a las situaciones generando razonamientos reflexivos. Gracias a esta capacidad tienen más rapidez de pensamiento, aunque en ocasiones aparentan lo contrario debido al pensamiento analítico. “A veces se comportan de forma inesperada debido a una sobrecarga de estimulación. Necesitan más tiempo de descanso mental para sentirse en forma. Además, se dan cuenta fácilmente de cómo se sienten los demás. Y también son más sensibles a determinados estímulos sensoriales, como luces, ruidos y olores”, señalan. Desde Scarlett Johansson hasta Kanye West han reconocido ser Personas Altamente Sensibles, logrando con sus palabras visibilizar a quienes tienen este rasgo del que no se habla lo suficiente y que como explican desde PAS España, es un rasgo que aunque puede ser una gran ventaja en la vida, al mismo tiempo, puede llevar a quien lo tiene a sentirse diferente y no encajar.

"Lo único bueno del dolor es poder aprender de él para aprender del dolor de los demás"

En su visita al podcast ‘Estirando el chicle’, Rosa Montero habló con Victoria Marín y Carolina Iglesias acerca de cómo es la vida siendo una Persona Altamente Sensible. “La gente exagera mucho con mirar demasiado su interior, no de la manera del naturalista, sino para autojustificarse y ser autocomplaciente en el dolor. Eso es una catástrofe. Muchas veces con el dolor una se hace un nido y se instala ahí para vivir, creyendo que el mundo le debe todo. Eso es lo peor que se puede hacer con el dolor; la única cosa buena que podemos hacer con él es aprender de él para aprender del dolor de los demás", explicaba la autora.

Las cuatro características de las PAS

En este punto Karina Zegers de Beijl, especializada en Personas con Alta Sensibilidad, aclara que este rasgo se puede definir mediante los llamados cuatro pilares, también conocido como DOES. Se trata del acrónimo ideado por la Dra Elaine Aron, psicóloga que identificó esta condición en 1996 y que en su reconocido libro ‘The highly Sensitive Person’, define la alta sensibilidad y explica cómo identificar este rasgo en uno mismo para extraer de él su máximo partido en las situaciones cotidianas. “D representa ‘deep processing’, la manera profunda en la que las PAS gestionamos toda la información que nos llega. Damos muchas vueltas a las cosas, sopesamos y reflexionamos. Para algunos somos pesados; para otros, profundos. O representa ‘overstimulation’, la tendencia a la sobre estimulación. Dicho de otra manera, al recibir muchísima información continuamente (y más si no sabes que eres PAS y no eres consciente de las características de rasgo), nos estresamos con facilidad. La E representa la emocionalidad. Somos muy emocionales, para bien y para mal. También -y solamente cuando no estamos estresados- somos muy empáticos. La S representa la sensibilidad sensorial, especialmente de cara a sutilezas, a detalles que a otros se les suelen escapar. Solamente teniendo las cuatro características, uno cualifica como PAS”, explica.

“Si te falta un pilar o dos, no eres PAS: puede ser que tengas un trastorno"

“Si te falta un pilar o dos, puede ser que tengas un trastorno. Los trastornos del espectro autista caracterizan a personas muy sensibles sensorialmente que pueden ser muy emocionales, pero les falta la capacidad de combinar la mucha información recibida y procesada para obtener la visión/entendimiento del gran total, de la capacidad visionaria. El TEA también se satura, pero por engancharse en un tema determinado y entrar en un bucle. El PAS se satura porque quiere abarcar más (profundizando, estudiando, investigando) de lo que el tiempo le permite. Las PAS tenemos una ironía muy fina; un TEA, no. Las PAS son expertos en leer el lenguaje corporal, los TEA no. A las PAS les encanta las metáforas, el TEA no las capta. Hay que añadir que en los TEA existen grados”, añade.

"Ser PAS no es una enfermedad, sino una característica y una forma de ser"

Rosa Montero recalcaba en el podcast que ser PAS no es una enfermedad, sino una característica y una forma de ser que por supuesto, tiene sus cosas buena y malas. “Tienes mayor sensibilidad y muchas más conexiones nerviosas. No eres igual de PAS todo el rato: tu sensibilidad sube y baja, porque es una cuestión neurológica. A veces no soportas mucho la luz, otras no aguantas el ruido... No es sólo ser sensible. Si me dieran a escoger entre ser PAS o no, diría que pagaría por serlo", concluía la escritora, que con su discurso quiere despojar a este rasgo del estigma que le acompaña.

Por su parte, Míriam Tirado, referente de la crianza consciente, acaba de publicar ‘Sensibles’, un libro en el que por primera vez aborda los rasgos de las Personas Altamente Sensibles, una realidad que vive un gran porcentaje de niños y dos de cada diez adultos, muchas veces, sin ser conscientes de ello. Teniendo en cuenta que las Personas Altamente Sensibles (PAS) tienen una marcada sensibilidad sensorial y emocional, procesan una gran carga de información sensorial que muchas veces les hace sentir que no encajan en la sociedad, por lo que este libro es vital para vivir aprovechando al máximo ese potencial y la capacidad de sentir.

" El autocuidado empieza con reconocer y aceptar que tienes en rasgo"

Resulta llamativo que precisamente el talón de Aquiles de las Personas Altamente Sensibles lo compongan la sobre estimulación y el estrés, pues vivimos en una sociedad estresada en la que por si fuera poco, la sensibilidad se rechaza en ocasiones, como si la vulnerabilidad fuera un defecto. “El estrés causa mucho daño, sobre todo si perdura en el tiempo. Es de vital importancia intentar prevenir o evitar situaciones que nos sobre estimulan (por ejemplo, lugares con demasiadas personas, eventos con mucho ruido y situaciones en las que prime el ajetreo, agendas sobrecargadas…). Allí entramos directamente en el tema del auto cuidado. El autocuidado empieza con reconocer y aceptar que tienes en rasgo. Luego conviene indagar y estudiar el rasgo para ver cómo te afecta y cuándo. A raíz de esto, hay que tomar medidas, como hacer muchas (pequeñas) pausas, dormir mínimo 8 horas, comer muy bien y de manera saludable (evitar azúcares y aditivos químicos), pasar mucho tiempo en la naturaleza, desarrollar alguna actividad artística (tocar un instrumento, pintar, bailar…), practicar yoga, meditación, ‘mindfulness’… ¡Cualquier cosa que te ayude a desconectar!”, dice Karina Zegers de Beijl, autora de ‘Personas Altamente Sensibles’.

"Muchas PAS viven con la idea errónea que ser sensible es ser débil: no es así"

“Las PAS solemos ser gente con valores, pero de nada sirve si no nos permitimos dar voz a lo que observamos y sentimos. Muchas PAS viven con la idea errónea que ser sensible es ser débil. Para nada somos débiles. Somos muy fuerte y tenemos muchísimo con lo que contribuir al mundo", asegura.