Agotamiento diario, sensación de que te dedicas únicamente a trabajar, falta de sueño, malas comidas… ¿Te reconoces en estos síntomas? Seguramente eres una de esas personas que, al menos alguna vez en su vida, ha sufrido estrés laboral. Es más común de lo que parece y afecta cada vez a más personas, pero la buena noticia es que puedes aprender a combatirlo siguiendo unos sencillos consejos.

De acuerdo con el estudio 'COVID-19 Global Impact', elaborado por Cigna, en torno a un 74% de los empleados afirma vivir inmerso en una cultura de estar siempre disponible en el trabajo, mientras que el 45% reconoce sufrir estrés relacionado con el trabajo. Una situación que se ha acentuado con la pandemia, pero que ya viene siendo grave desde hace años. No en vano, de acuerdo con una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 2018, el 27% de los trabajadores estaba en riesgo de sufrir estrés laboral crónico.

Esta tensión aparece cuando el estrés de un trabajador se mantiene en el tiempo, dado que la causa que lo genera no desaparece, como la presión en el entorno de trabajo, y puede derivar en el conocido Síndrome del Trabajador Quemado o ‘burnout’. Un síndrome que, lejos de ser una tontería, ya está incorporado a la Clasificación Internacional de Enfemedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estrés puede derivar en afecciones físicas, como ataques cardíacos (además, es el peor enemigo de tu piel), por lo que aprender a prevenirlo y a manejarlo es más importante que nunca. Y una de las vías es aprender a desconectar del trabajo cuando se deja la oficina. Es clave para mantener tu bienestar y asegurarte de que cubres tus necesidades primarias de alimentación, sueño, actividad física y relaciones sociales y afectivas. Debes tomártelo en serio.

Es posible que algún trabajador no se esté dando cuenta de que está sumido en una situación de estrés. La señal más frecuente, según explica Enrique Baleriola, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, es el agotamiento, un cansancio muy superior al que sería habitual, que se puede detectar si el trabajador empieza el día ya cansado o siente que no tiene energía para hacer nada.

La presión en el pecho y las palpitaciones, aunque pueden ser señal de otras causas, a veces tienen que ver con la ansiedad. También los problemas para dormir o relajarse en el tiempo libre pueden indicar que se está padeciendo estrés laboral, así como los cambios de humor.

¿Cómo evitarlo?

Evitar el estrés es clave para sentirte bien en tu entorno laboral y disfrutar del trabajo que estás haciendo, así como alejar sus consecuencias físicas. Así que toma nota de estas ocho recomendaciones que ofrecen tanto la Organización de Consumidores y Usuarios como los expertos de la UOC para aprender a desconectar y evitar el "síndrome del domingo por la noche".

  1. Haz hueco a tus necesidades no laborales. Para combatir el estrés es clave que tengas cubiertas tus necesidades físicas (sueño, alimentación…), pero también las sociales y afectivas. Saca tiempo para ver a tus amigos, hacer planes que te gustan y te diviertan, entretenerte o pasar tiempo de calidad con tu pareja. Y no te saltes las comidas ni, por supuesto, reduzcas al mínimo tus horas de sueño por el trabajo.
  2. Ponte límites. No puedes llegar a todo, asúmelo. Debes aprender a parar y a decir no cuando te piden algo que se excede de tu capacidad o tu jornada laboral. Es necesario para que tu vida no sea sinónimo de tu trabajo.
  3. Intenta evitar el sentimiento de culpa. A veces tu principal enemigo es tu cerebro y los mensajes que te envía de que no estás dando lo suficiente o no te estás esforzando al máximo. Valora tu trabajo y sé objetiva contigo misma. Haznos caso: si desarrollas un pensamiento positivo sobre ti misma te sentirás mejor.
  4. Asume el trabajo que puedes abarcar, una medida clave para evitar la frustración y, por tanto, el estrés.
  5. Haz pequeños cambios en tu día a día, como aprender a gestionar tu tiempo o delegar tareas. Y anticípate a aquellas cuestiones que suelen generarte estrés. Por ejemplo, si sabes que tendrás que entregar un proyecto en una determinada fecha, organiza tu trabajo de forma que te dé tiempo a todo sin agobiarte a última hora.
  6. Si teletrabajas, planifica tu jornada y establece unos horarios. Hazlo como si estuvieses en la oficina e incluye descansos en tu jornada. "Si anteriormente estábamos en la oficina de 9 a 17 h, aunque al principio nos agobiemos o nos sintamos mal por cerrar el ordenador a esa hora, podemos decirnos a nosotros mismos que ya hemos cumplido el horario de la oficina", expone Enrique Baleriola, de la UOC.
  7. Relájate. Tanto en tu tiempo libre como durante la jornada laboral, tómate la molestia de aprender a relajarte para controlar las situaciones de agobio y que no deriven en estrés.
  8. Cuídate. No te dejes para más tarde: ocúpate de ti misma cuidando de tu salud afectiva y física.