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Desde niña le atrajo el mundo de la interpretación. Pero, tras hacer varias campañas de publicidad y aparecer en el videoclip del tema ‘Tacones rojos’ de Sebastián Yatra, Clara Galle (2002) alcanzó la popularidad hace poco más de un año, cuando protagonizó el film ‘A través de mi ventana’ en Netflix. “Acababa de llegar a Madrid y estaba ayudando a un amigo mío que se presentaba al ‘casting’, que era por vídeo, dándole la réplica. Él me dijo: ‘Ya que te sabes el papel, ¿por qué no mandas la prueba?’. No pensaba hacerlo, pero me animé y me llamaron”, cuenta la actriz risueña.
A raíz de esto, la firma de joyas Tous la eligió como embajadora, un papel que asumió con gran ilusión porque, como dice, “tanto mi familia como yo somos fans de la marca desde hace años y, además, mi primer trabajo como actriz fue en un ‘spot’ suyo”. Sin duda, un inicio de carrera brillante que sigue en ascenso con el estreno de ‘A través del mar’, la segunda entrega de la saga, el próximo 23 de junio. “Va a sorprender porque pasan muchas cosas”, nos adelanta.
¿Cómo ha cambiado tu vida en los dos últimos años?
Realmente no ha cambiado. Sigo haciendo deporte, viendo a mis amigos de siempre, vivo en el mismo piso... (se ríe). Es enano, pero precioso. Sí que es verdad que he conocido a más gente, tengo oportunidades increíbles... Pero a pesar de que mi trabajo es mi pasión, no ha inundado mi vida para nada. Trato de que eso no suceda porque me agobio muchísimo y me frustro.
‘A través de mi ventana’ supuso tu debut en el cine. ¿Has notado mucha diferencia entre ambos rodajes?
Sí, la experiencia te hace ganar fluidez y seguridad. Yo he evolucionado entre la primera y la segunda película porque mi personaje me lo ha permitido. Es una Raquel más hacia dentro, ya no es un libro abierto. Ha sido un trabajo más de mundo interior que de tirar texto.
¿Qué tienes en común con tu personaje?
Que ambas somos muy emocionales, pero a la vez intentamos gestionar esas emociones.
También te gusta escribir como a ella, ¿no?
Claro, hago cosas pequeñitas (se ríe). Escribir es una manera bonita de ver la vida, y creo que poner por escrito lo que ves hoy te ayuda a ser más consciente de lo que verás mañana. Me gustaría materializar esto y escribir una novela, una canción, un musical...
En ‘A través del mar’ te has atrevido a cantar...
(Se ríe). Disfruto cantando, aunque me da vergüenza. No sacaría un disco nunca.
Además dibujas, y muy bien, por cierto. Eres como una Leonardo da Vinci del siglo XXI...
¡Gracias! Empecé de pequeña y es una cosa que no he parado de hacer porque me ayuda a sentirme bien. Cuando estoy pintando no pienso en nada, sólo en disfrutar, porque mientras actúo, al final estoy jugando con mis sentimientos; mientras hago ejercicio, pienso en mil cosas; mientras leo, me voy a mis mundos...
Por favor, dime que hay algo que haces mal.
¡Muchas cosas! (se ríe). Se me da fatal contar chistes y creo que me va a costar conducir (se está sacando el carnet). También soy nula con los deportes de pelota, y mira que he sido gimnasta y lo he intentado. Igual va a sonar a falsa humildad, pero es que hay días que siento que lo hago todo mal, te lo aseguro. Tengo un poco el síndrome del impostor.
¿Quizá te falta confianza en ti misma?
Bueno, depende del día, como le pasa a toda la gente (se ríe). Antes era superinsegura hasta que decidí tomar las riendas porque, si no, en este mundo me iban a comer.
¿Trabajar de cara al público afecta a la autoestima?
Mucho. Que se opine sobre el trabajo de cinco meses basándose en una hora y media de peli puede doler. Y también el hecho de presentarte frente a las cámaras en festivales, eventos o en lo que sea te genera cierta inseguridad, porque sabes que va a haber mucha gente viéndote y que va a estar opinando. Personalmente, me encanta ponerme vestidos o trajes bonitos y sentirme guapa, pero me gusta mucho más hacerlo en mi casa con mis amigos (se ríe).
Volviendo a la película, ¿te enamorarías de alguien como Ares, el personaje que interpreta Julio Peña?
No, pero entiendo que Raquel lo haga porque todos hemos caído bajo el influjo de alguien con un aura misteriosa que hace que te enganches a intentar descubrir qué es lo que quiere o qué esconderá.
En esta segunda entrega se evidencia aún más la mala comunicación y desconfianza que hay entre ambos. ¿Son los grandes enemigos de una pareja?
Sí, podemos sentir tristeza, rabia o envidia, pero el tema está en cómo lo gestionamos y si lo comunicamos o no. Y ahí es donde se van haciendo las grietas...
¿Qué no tolerarías nunca en una relación?
No toleraría a alguien que no me acompañara cuando estoy mal y que no apoyara mis éxitos. Tampoco estaría con una persona que no tuviera sentido del humor. Yo necesito reírme todo el rato porque muchas veces damos demasiada importancia a las cosas, y creo que en la sencillez también está la clave de que una pareja pueda fluir. Aunque, ¿de qué estoy hablando? Tengo 20 años y sólo he tenido un novio (se ríe).
Sin embargo, tienes la cabeza muy bien amueblada...
Puede ser porque he vivido cosas que no han vivido otras chicas de mi edad. Me refiero a oportunidades laborales, vivir sola... Pero me queda muchísimo por aprender (se ríe).
¿Cómo te has enfrentado a las escenas de sexo? Porque son abundantes...
Con total naturalidad, yo las disfruto muchísimo, no sé si es porque me ha tocado un compañero al que adoro y con el que estoy muy cómoda. Ha sido todo muy fácil porque hemos tenido comunicación y nos hemos escuchado mucho. La única traba que me he encontrado es que había días que no me sentía bien con mi cuerpo y no me apetecía desnudarme.
Otro tema clave en la película es la amistad. ¿Qué significa para ti?
Es una de las cosas más importantes de mi vida. Tengo unos amigos increíbles con los que puedo hablar de todo sin tapujos y que sé que, si les llamo, me van a coger el teléfono a la hora que sea, y yo a ellos igual.
¿Qué tal llevarías tener un amigo enamorado de ti, como le pasa a Yoshi?
Lo llevaría bien, porque uno no elige de quién enamorarse ni es nada malo. Aunque no sintiese lo mismo, no le ignoraría. Le explicaría mi punto de vista y vería si necesita espacio o que yo me comporte como la amiga que he sido siempre.
En el filme, Yoshi te dice: “Los novios son pasajeros, los amigos son para siempre”. ¿Estás de acuerdo con esto?
Totalmente. Un amigo es para siempre. Incluso cuando tienes una pareja y pasa el tiempo y se pierde todo lo que os involucraba románticamente, ella sigue estando ahí como amiga.
¿Quién es la persona más importante para ti ahora?
Mis padres y mi hermano. Son los primeros a los que llamo cuando tengo una mala noticia o una buena noticia.
Acabas de rodar la serie ‘Ni una más”, que aborda el tema de los abusos sexuales. ¿Qué opinas de la Ley del ‘Solo sí es sí’?
He visto mil vídeos, he leído entrevistas... Y dependiendo de dónde las leas, la ley es una cosa o es otra. Es confusa, porque más que para información, se explica como para ganar algo o a alguien. Yo tengo muy claro que mi lucha por las mujeres es activa y seguimos moviéndonos, pero todavía nos faltan muchos pasos por dar.
¿Cuáles son esos pasos que quedan pendientes?
(Reflexiona). Creo que es justamente lo que estamos buscando. Sabemos que hay que cambiar cosas, pero no tenemos muy claro cuáles son.
Tú perteneces a la Generación Z, y dicen que los Z estáis especialmente concienciados con la sostenibilidad. ¿Es tu caso?
Sí, yo no consumo mucha ropa, por ejemplo. También intento reciclar y soy vegetariana, porque la industria cárnica y la pesquera tienen muchos efectos secundarios en el medio ambiente. Bueno, mira, creo que soy más sostenible de lo que pensaba (se ríe).
Maquillaje y peluquería: Rebeca Trillo-Figueroa. Asistente de fotografía: María Conde. Asistente de estilismo : Daniela Urrutia. Producción: Marta Sánchez.
Redactora jefe de COSMOPOLITAN, Ana M. Jiménez es experta en sexo y relaciones de pareja, temas de los que lleva escribiendo desde hace dos décadas. En su agenda figuran los nombres de los sexólogos más reputados (una vez uno le dijo que su tema sobre el orgasmo femenino era digno de una tesis doctoral, ojo al dato). Y en su ‘portfolio’ abundan los artículos sobre nuevas técnicas sexuales, las posturas más placenteras o lo último en juguetes eróticos (por supuesto, los prueba antes, profesionalidad ante todo). Los entendidos piensan que se le da bastante bien, tanto que cuando trabajaba en la revista ‘Quo’ recibió el primer Premio Periodístico Daphne por un reportaje sobre anticonceptivos. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, su trayectoria profesional ha estado ligada a cabeceras como ‘Elle’, ‘Ragazza’ y ‘Elle Decor’ antes de llegar a COSMOPOLITAN, donde también crea contenidos sobre viajes, gastronomía y libros. Si ya lo estabas pensando, te lo confirmamos: su especialidad son los pequeños (y grandes) placeres de la vida. Quédate con su nombre si buscas información sobre cuestiones amorosas, ideas para hacer una escapada o los nuevos restaurantes de moda.
