Qué rayada, ¿no? Llevas un tiempo quedando con ese/a chico/a que te gusta y parece que la cosa va como la seda. Tenéis conversaciones por WhatsApp aunque solo sea para quedar y en las que no tarda en contestar, os encontráis por la calle y el buen rollo brilla por su presencia, os vais de cañas y termináis con una sesión de sexo, aspecto que repetís cada noche que coincidís en el mismo sitio de copas... No tenéis etiquetas, tampoco buscáis nada más, pero estás *demasiado* a gusto... Vamos, que no tienes ni idea de lo que realmente sois.

‘Da igual’, pensarás, y probablemente sea así. Pero también puede que, igual de lícito, no lo sea y sí quieras comprender qué os une o ponerle algún nombre. Pues vamos a compartir contigo una reflexión, porque hemos caído en la cuenta de que la única diferencia entre una relación de amigovios y de pareja está en un gesto. Pero antes, hay que conocer la definición de ambas y qué las diferencia.

Amigovios vs. pareja

Según la RAE —que no lo decimos nosotras, sino la Real Academia Española que aceptó este término en 2014—, nos referimos a amigovio/a cuando hablamos de: ‘Persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo’. Por otro lado, definen pareja (sinónimo de noviazgo) como: ‘Compañero o compañera del sexo opuesto o, en las parejas homosexuales, del mismo sexo’.

¿Cuál es la diferencia?

Gracias a las explicaciones de la institución, podemos distinguir pequeños matices entre una y otra, ya que el límite entre los dos está bastante difuso. Los amigovios disponen de un menor compromiso que las parejas, a pesar de que ambos compartan una relación. Ya sea sexual, sentimental, o como quieras denominarla. La hay y no hay duda de ello. Entonces, el único gesto que puede ‘delatar’ que estáis, ‘millennialmente’ hablando, ‘hipercasados’ o ‘superjuntos’, aunque te niegues a reconocerlo por aquello de no tener etiquetas —pobres etiquetas, ¿qué han hecho mal?— es la forma en la que os saludáis cuando quedáis. La primera interacción cuando os veis a solas.

Te explico. Si habéis coincidido de fiesta y os vais juntos a casa, estamos completamente seguras de que a jugar al parchís no es. Oye, que puede ser, pero sería no si menos curioso y quizá hasta una pérdida de tiempo. Sabéis a lo que vais de una manera consentida —siempre, siempre, por favor— y, por supuesto, os dejaréis llevar por la pasión a la mínima de cambio. En cuanto abráis la puerta de casa... o del coche si se va a convertir en vuestro escenario.

Así que aquí tenemos la primera prueba de fuego: si solo quedáis para encuentros sexuales y ahí sí que hay besos, pero para tomar una cerveza no, el detector declara que sois amigovios.

¿Qué pasa si habéis hecho un plan del estilo ver una peli, tomaros algo o ir a cenar, y cuando os encontráis os saludáis con un beso en los labios? ‘Sorry’, amiga. Puedes llamarlo o establecer el nivel de compromiso mutuo que queráis, pero sois más que amigovios. La vida es dura y las verdades también.

Para que quede claro. Amigovios al saludarse:

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Pareja:

Obviamente, sabemos que esto podría suponer una ligera generalización de todas las relaciones y por supuesto es solo una reflexión. Pero piénsalo bien: aunque no os mostréis como una pareja cuando el entorno no sea el de una cita y sí a la hora de tenerla, es que habéis establecido unas rutinas juntos/as en las que ambos/as estáis a gusto. Spoiler: eso solo lo hacen las parejas. O las personas que son más que amigos.

De todas formas, vamos a sacar a la ‘abuela cebolleta’ que llevamos dentro para decirte que tú y tu pareja (ejem) sois los dueños de vuestra relación y los que decidís, siempre en común acuerdo y con total sinceridad, hasta dónde queréis llegar o qué etiqueta (o no) preferís colgaros. Quizá si tienes miedo de tener LA conversación, es que hay algo que falla. En la honestidad y ausencia de toxicidad está la clave del éxito, tengas la unión que quieras tener.

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Nerea Panicello

Nerea Panicello es experta en música, series y redes sociales. No hay canción pop que no haya pasado por los auriculares que siempre lleva puestos, entrega de premios Grammy o MTV VMA’s que no haya cubierto en directo o festival al que se haya quedado con ganas de ir. Tampoco ficción (serie o película) de Netflix o HBO Max de la que no se obsesione con el reparto y busque todas las teorías de los fans. Ni reel de Instagram o vídeo de TikTok viral que no haya recibido su ‘iike’. Su carpeta de guardados en IG está repleta de ideas para crear contenido.

Su momento favorito de la jornada laboral es cuando se sienta frente al artista o intérprete de turno para someterle a sus preguntas o a unos de los retos en vídeo de COSMOPOLITAN. Ha entrevistado a cantantes como Lola Índigo, Rauw Alejandro, Camilo o la banda Morat. También a actrices como Claudia Jessie (‘Bridgerton’), Kristen Stewart o Maisie Williams. Aunque siempre recordará sus cinco minutos de gloria con los Jonas Brothers.

Nerea se graduó en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos en 2018. Antes de colocarse el birrete, realizó prácticas durante 2017 en la Revista de Ana Rosa Quintana. Lleva formando parte de Cosmopolitan desde 2018. Actualmente está terminando un Máster de Periodismo Digital y Nuevos Perfiles en la Universidad Rey Juan Carlos. En sus ratos libre, recibe clases de lengua musical y batería para seguir mostrando lo que no se ve las canciones.

Acumula seis años de experiencia, en los que ha elaborado temas para sus versiones ’print’, diariamente en digital y ejercido de Community Manager en cuantiosas ocasiones.