¿Hace tiempo que no vas al ginecólogo? Pues muy mal, porque hacer una visita a este especialista cuando no te pasa nada es la mejor forma de asegurarte que todo está en orden y prevenir enfermedades. Sacúdete la vergüenza y coge cita desde ya mismo. Una visita a tiempo puede detectar problemas menores, pero que pueden complicarse, como la endometriosis; tratar otros muy molestos, como la candidiasis, o también algo peor, como un cáncer de cérvix, que es tan sigiloso que normalmente es difícil de detectar si no es en una consulta médica.

Si piensas que eres muy joven para que te pase, estás equivocada. En España, según el Observatorio Contra el Cáncer, de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el año pasado se detectaron 1.967 nuevos casos de cáncer de cérvix y de ellos el porcentaje más alto se dio entre las mujeres con una franja de edad comprendida entre los 15 y los 39 años. ¿Te convences ahora de lo importante que es que te preocupes por tu salud genital?

Si quieres saber un poco más del cáncer de cérvix, te contamos lo más importante para que estés bien informada.

¿Qué es el cáncer de cérvix?

Este tumor maligno, que también se conoce como ‘cáncer de cuello uterino’ o ‘cáncer cervical’, se origina en el cuello o parte baja del útero. “Como otros tipos de cánceres, se produce por el desarrollo de células con capacidad para crecer y dividirse sin control, así como para extenderse a órganos vecinos o a distancia, a través del sistema linfático o sanguíneo. Esto último es lo que da lugar a las metástasis. En el cáncer de cérvix las metástasis más frecuentes son las ganglionares, las pulmonares, las óseas y las hepáticas”, explica el doctor Andrés Redondo, miembro asociado de la Fundación ECO y miembro del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz.

Cáncer de cérvix: cómo detectarlo y signos de alerta

Lo más habitual es que el cáncer de cérvix se detecte en una revisión ginecológica rutinaria o bien en una consulta que se realice porque hayan aparecido ya algunos síntomas. Lo malo de este cáncer silencioso es que el inicio de la enfermedad no produce ninguna sintomatología, según apunta el doctor Redondo. “A medida que aumenta de tamaño del cáncer de cérvix puede aparecer alguno de los siguientes síntomas: sangrado vaginal tras una relación sexual o en momentos diferentes a la menstruación, aumento del flujo vaginal, aparición de dolor en las relaciones sexuales, molestias al orinar o dolor en la parte inferior del vientre”, detalla.

Para diagnosticar el cáncer de cérvix es preciso que el ginecólogo realice una exploración física, que permite visualizar el cuello uterino, y una biopsia si el especialista ve alguna lesión sospechosa. “En ocasiones, en ciertas revisiones ginecológicas rutinarias no se identifica ninguna lesión, pero aparecen células atípicas en la citología, lo que obligaría a una evaluación en mayor profundidad para descartar un cáncer, mediante una cistoscopia y toma de biopsias”, añade.

Cáncer de cérvix: factores de riesgo

De acuerdo con el doctor Javier de Santiago, jefe de Ginecología Oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid, la infección crónica por virus del papiloma humano (VPH) es la causa fundamental en más del 95% de los casos de cáncer de cérvix. “Se consideran factores de riesgo todos aquellos relacionados con la adquisición de la infección por VPH. Esta es la infección de transmisión sexual más común y la mayoría de la población sexualmente activa entra en contacto con el virus a lo largo de su vida, siendo una infección asintomática en la mayoría de los casos. Tras la infección la mayoría de las mujeres es capaz de eliminar el virus y quedar con inmunidad permanente, pero en algunas mujeres la infección persiste y ocasiona lesiones en el cuello que pueden progresar a cáncer”.

Este especialista también señala que la edad temprana de inicio de las relaciones sexuales, la promiscuidad sexual o tener múltiples parejas, la inmunosupresión y el tabaquismo, entre otros, se asocian con factores que favorecen un mayor riesgo. “El antecedente de otras infecciones de trasmisión sexual también se considera factor de riesgo. Y la utilización durante largos periodos de tiempo de anticonceptivos orales también se ha asociado con una mayor incidencia, probablemente por la existencia de relaciones sin protección (métodos barrera) o aumento de la frecuencia de relaciones”, añade. Y si tienes antecedentes familiares y te preguntas si eso te da más papeletas para padecer el cáncer, el doctor Javier de Santiago, aclara que no hay evidencia de que cáncer hereditario en el cáncer de cérvix, así que no te preocupes por esto.

¿Se puede prevenir el cáncer de cérvix?

El doctor Andrés Redondo, miembro asociado de la Fundación ECO y miembro del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz, insiste en la importancia de vacunarse frente al virus del papiloma humano (VPH). “Actualmente en España estas vacunas están incluidas en el calendario vacunal, recomendándose su administración a todas las niñas (y más recientemente también a los niños). Las vacunas del VPH han demostrado una alta eficacia, y se espera que puedan llegar a erradicar el cáncer de cérvix en los países en los que se termine vacunando a toda su población”.

Además, el especialista señala que se puede realizar una prevención secundaria mediante las citologías vaginales periódicas a las mujeres sexualmente activas, lo que permite diagnosticar la infección por VPH y las lesiones premalignas en el cuello uterino, y tratarlas antes de que ocasionen un cáncer.

Cáncer de cérvix: ¿cuál es su pronóstico?

Como en todos los tumores, va a depender siempre del momento en el que se detecte. “En el diagnóstico en estadios iniciales el cáncer de cérvix tiene un pronóstico excelente, pues tiene una supervivencia a cinco años superior al 90%; en estadios intermedios localizados en la pelvis, aproximadamente del 60%; y en estadios avanzados (diseminados fuera de la pelvis), menor al 20%. De ahí la importancia del diagnóstico precoz mediante los programas de ‘screening’, que permiten detectar lesiones precancerosas o estadios iniciales”, alerta el doctor Javier de Santiago.

Diferencias entre el cáncer de cérvix y otros cánceres ginecológicos

“La mayoría de los casos de cáncer de cérvix se desarrollan por la existencia de una infección crónica por el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite por las relaciones sexuales. Esto hace que epidemiológicamente sea muy diferente al cáncer de ovario o al cáncer de endometrio, en los que el VPH no tiene ningún papel en su desarrollo”, explica el oncólogo Andrés Redondo. Estas características hacen que este tumor sea mucho más frecuente en países que no tienen programas preventivos adecuados o en mujeres que no acuden periódicamente al ginecólogo a realizarse las revisiones indicadas, así que no seas tonta y no te saltes estas consultas.

Cáncer de cérvix: tratamientos más innovadores

Como en otros tumores, la medicina ha avanzado enormemente en el tratamiento del cáncer de cérvix. Lo explica el jefe de Ginecología Oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid: “Desde el punto de vista quirúrgico, el avance más significativo ha sido la introducción de la biopsia de ganglio centinela, que permite conocer el estado de los ganglios sin necesidad de hacer una linfadenectomía pélvica completa, con los efectos que esta tiene (linfedema). Y como tratamiento médico, además de la vacuna del VPH, que esperamos disminuya de forma muy significativa la incidencia del cáncer de cérvix, el avance más significativo en los últimos años ha sido la utilización de los tratamientos inmunoterápicos en casos de recaídas o tumores metastásicos, que presenta altas tasas de éxito”, concluye.

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Virginia de los Ríos

Virginia de los Ríos es experta en Belleza y Grooming, temas de los que escribe habitualmente en Cosmopolitan: cremas faciales, cosmética corporal, tratamientos capilares, protocolos en cabina, perfumes, nuevos activos… Desde Dior a Chanel, pasando por Loewe, Sephora, Augustinus Bader o Cantabria Labs, sigue al milímetro los lanzamientos de las marcas del sector beauty, desde las más prestigiosas a las firmas nicho o las marcas low cost.

A esta periodista especializada en belleza y tratamientos –y a la que muy pocas cosas le harían renunciar a un pintalabios rojo satinado– le sigue apasionando, después de 15 años escribiendo sobre belleza, colarse en los laboratorios cosméticos para conocer cómo se desarrollan los ingredientes más punteros, destapar el frasco de las nuevas esencias y meter los dedos en los tarros de crema. Antes de que Instagram fuera un embrión, creó la plataforma The New Millesime, con el formato de tablero, para dar a conocer y analizar lo último en cosmética de lujo y lifestyle.

Virginia de los Ríos se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto, posteriormente se diplomó en Edición y Publicación de Libros por la misma universidad y tiene el Máster en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Fue profesora de Lengua y Literatura españolas durante dos años en la Universidad de St. Andrews (Gran Bretaña) y cuenta con una experiencia de más de dos décadas como periodista en distintos medios de comunicación, entre los que destacan algunas de las cabeceras de HEARST, como Elle, Cosmopolitan, Harper’s Bazaar, Men’s Health o Esquire. Además, ha sido redactora jefe de Women’s Health y ha colaborado en numerosos grupos editoriales y publicaciones de relevancia, como Prisa, Unidad Editorial, El Semanal XL, MujerHoy, Yodona, Fuera de Serie, etc.