Mucho se habla del miedo al fracaso o a hacer el ridículo, pero... ¿alguna vez te han temblado las piernas al pensar que vas a conseguir ese ascenso que tanto te mereces? ¿Has tenido ganas de echar a correr al darte cuenta de que esa idea que te ronda por la cabeza desde hace tiempo podría ser todo un bombazo? ¿Entras en barrena cuando te imaginas como una mujer poderosa? Reconócelo: en alguna ocasión te ha aterrorizado la idea de morir de éxito. ¡Y no eres la única! El complejo de Jonás (así es como se denomina este problema) "es más frecuente de lo que imaginamos", según apunta el 'coach' Óscar Garzón. El creador del método personalizado 'Consigue tu objetivo' explica que esta patología "es una condición psicológica que hace que un individuo, ante la posibilidad de destacar en algún área, realice infinidad de esfuerzos por arruinarla". Lo habitual es que la persona no sea consciente de este sentimiento, lo que provoca que se dé una incoherencia entre lo que hace y lo que siente. "Esto puede generarle mucho sufrimiento. De ahí la importancia de buscar apoyo y ponerse en manos de profesionales que guíen y ayuden a resolver el conflicto", añade Garzón.

CASTIGO DIVINO

La psicóloga Martina Horner fue la primera en poner sobre la mesa este problema en 1970, aunque fue Abraham Maslow, uno de los principales referentes de la psicología humanista, quien acuñó el término un año después para describir a las personas a las que les apabulla su propia grandeza. Empleó este nombre aludiendo a un pasaje del Antiguo Testamento en el que Dios encomendó a Jonás que hiciese llegar su mensaje a la ciudad de Nínive. Este, creyéndose incapaz de llevar a cabo la misión, se asustó, echó a correr y fue engullido por una ballena mientras intentaba huir de sí mismo. Con esta alusión bíblica, Maslow explicó que igual que nos da pánico que ocurra lo peor, la misma reacción nos provoca que pueda suceder lo mejor. Muchas personas sienten un bloqueo inexplicable cuando se les brinda la oportunidad de avanzar en su carrera y convertirse en un referente.

PELIGRO: AUTOSABOTAJE

Cuando te sucede esto, te ves envuelta en una maraña de inseguridades y comienzas a boicotearte sin darte cuenta: tratas de convencerte de que todo va muy bien tal y como está, buscas mil excusas para no perseguir tus sueños y esquivas cualquier camino que pueda conducirte a la gloria. Diferentes profesionales sostienen que, mientras la probabilidad de fracasar paraliza, el miedo a triunfar te mantiene activa. De ahí que resulte tan difícil detectarlo e identificarlo. Quienes lo padecen no bajan el ritmo, pero "tienen mucha tendencia a procrastinar y postergar las tareas importantes una y otra vez –explica Óscar Garzón–. Curiosamente, siempre hay cosas que van entrometiéndose en su camino".

No paran de disculparse y justificar sus acciones y su frase favorita es el clásico "no tengo tiempo", que refleja la falta de prioridades bien establecidas y el pánico a tomar las riendas de su vida. Tras este complejo, se esconden también otros recelos, siendo el más evidente la resistencia al cambio. ¿Por qué? Las personas sienten que su vida puede dar un giro de 180 grados y, aun teniendo la certeza de que podría tratarse de algo positivo, se encuentran con serias dificultades para asumirlo.

ME QUEDO COMO ESTOY

El informe Jobstacles, de LinkedIn, muestra que el mayor obstáculo que encuentran los españoles a la hora de buscar otro empleo es salir de su zona de confort. Más del 70% de los encuestados declara que tener un trabajo indefinido y estable impide que se plantee la posibilidad de encontrar nuevas oportunidades laborales, y el 40% se siente inseguro al asumir nuevos roles. "Estos, unidos al salario y los beneficios sociales, son algunos de los inconvenientes que nos frenan a la hora de dar un giro a nuestra carrera", apunta Raúl Suárez, responsable de Negocio Corporativo de esta importante red profesional.

Suárez también pone en evidencia que las mujeres son más conservadoras en el trabajo y buscan menos la promoción: "En el Índice de Oportunidades 2020 de LinkedIn comprobamos que las féminas todavía sienten que tienen que esforzarse más que los hombres para acceder a puestos mejores –declara–. Es más, volviendo al estudio Jobstacles, hemos visto que 3 de cada 10 no se atreven a aplicar a ciertas ofertas porque consideran que hay candidatos más capacitados que ellas. Esto es algo que deben superar con formación y seguridad en sus conocimientos y en lo que hacen bien".

¿Y SI NO ME ACEPTAN?

El miedo al rechazo es otra de las trabas. Según Óscar Garzón, "los seres humanos tenemos muy arraigada la necesidad de pertenencia a un grupo. Para estar seguros de nosotros mismos, debemos sentirnos aceptados por nuestro entorno y nuestros seres queridos. Si no, nuestros cimientos comienzan a tambalearse. Muchas veces pensamos que, si triunfamos, pueden comenzar a vernos como alguien diferente y alejarse de nosotros, lo que conllevaría a una situación de soledad y, por tanto, pondría en peligro nuestra estabilidad emocional". Lo cierto es que, ante el hecho de relacionarse con una persona que destaque, hay dos modos de responder: con admiración y con celos o envidia. Lamentablemente, suele repetirse más el segundo patrón. Por eso, no nos gusta sobresalir y mostrar nuestro potencial, y esto no significa que queramos ser mediocres en absoluto.

Para acabar con esto, es preciso desterrar algunos moldes aprendidos y crear otros nuevos. Es fundamental asumir que no le puedes caer bien a todo el mundo y que si alguien no se alegra de que te vaya bien, quizás es mejor que no siga formando parte de tu vida. Es tan sencillo como pensar que no es negativo quitarse de encima a la gente 'lastre'. Quienes te quieren no solo se alegrarán de tu ascenso sino que, además, te ayudarán a mantenerte en la cima siempre que esté a su alcance.

NUEVA PERSPECTIVA

Toca cambiar el 'chip': no se trata de que te creas mejor que nadie, pero sí de que dejes de ponerte límites absurdos. Está bien ser humilde, pero nada de creer que no vas a estar a la altura. Debes confiar en tu potencial y empezar buscando una motivación y planificando tus objetivos de manera que tengas una visión más realista del terreno en el que te mueves. Es esencial que te marques objetivos a corto plazo y, sobre todo, que no te adelantes a lo que sucederá. Centrarte en el presente te ayudará a disfrutar con lo que haces y a esquivar las preocupaciones. En este sentido, el mindfulness se perfila como tu gran aliado. De hecho, compañías tan destacadas como Google o Intel han puesto en marcha cursos de esta disciplina para sus empleados, tras comprobar que es una herramienta muy efectiva para mantenerlos motivados, reducir sus niveles de estrés y aumentar el rendimiento. Si te entregas en cuerpo y alma a lo que haces, te despedirás de Jonás y darás la bienvenida a tu nuevo 'yo'.

SUPERA EL SÍNDROME DE JONÁS EN CINCO PASOS

Estas pautas pueden ayudarte a eliminar temores y salir de la situación de bloqueo en la que te encuentras.

  1. Identifica tu miedo. Es recomendable que hagas un importante ejercicio de introspección y te preguntes si hay alguna cosa que te esté impidiendo progresar en tu carrera. ¿Qué te está frenando?
  2. Define el éxito. No todas las personas tenemos las mismas prioridades en la vida ni el mismo concepto de la gloria. Reflexiona sobre qué significa para ti en el momento actual.
  3. Asume los efectos. Acepta los cambios que pueda proporcionarte ser una triunfadora y reconcíliate con ese papel. No tiene sentido que temas algo sin saber de qué se trata.
  4. Trabaja la confianza. Potencia la seguridad en ti misma. Si necesitas más formación apúntate a un curso, pero nunca digas que no estás capacitada para desempeñar una misión.
  5. Persigue tus sueños. Toma el control de la situación. Una vez que detectes los aspectos que se están interponiendo en tu carrera, lucha contra ellos y ve tras tus objetivos. Prueba superada.