Seguro que conoces por lo menos a una persona que no para de hablar de su trabajo, de todo lo que hace bien o de todo lo que ha conseguido. Incluso es posible que en ese momento de engrandecimiento personal y hasta narcisismo a su persona, a ti simplemente te apetezca desconectar, ponerte una 'playlist' de temazos y seguir con tu vida.

Estamos hablando del fenómeno de las personas pedantes, que presumen de forma inoportuna y prácticamente sin venir a cuento, a través de palabras y actitudes, de tener grandes conocimientos, o lo que es incluso peor: hacen creer que los tienen. Existen muchos tipos de pedantes, de hecho, diríamos que existe un pedante para cada situación.

Posiblemente los más conocidos hoy en día y entre los jóvenes son: el ‘filmbro’ y la ‘pick me girl’. El ‘filmbro’ es ese tío arrogante que te dice que tu película favorita no puede ser ‘Mamma Mia’ porque eso no es cine de verdad. Para él, el cine es una película rusa del siglo XIX y por supuesto, en versión original. Además de ser el fan número uno de Tarantino. Por otro lado, la ‘pick me girl’ es esa chica que basa su personalidad en lograr la atención del sexo opuesto y la aprobación de un grupo específico a través de todo lo que dice y hace. Suele estar siempre rodeada de chicos y ser la más odiada dentro del grupo de las chicas. (Psss... por si no estás muy familiarizada con este lenguaje, aquí te dejamos nuestro diccionario con los términos más comunes de las redes sociales).

Sin embargo, aunque encontramos diferentes tipos de pedantes en cada situación, hoy queremos centrarnos en una sola: ser pedante en el trabajo o, incluso, antes de entrar a trabajar: en la propia las entrevistas. Vamos a ilustrarte esa postura porque queremos que seas capaz de identificarlos a la perfección y así, en caso de que veas uno, puedas salir huyendo antes de que te coma la cabeza con sus grandes ensalzamientos personales.

El palmarés de Cristiano Ronaldo está lleno de triunfos, pero hay algo que resta en su currículo: la manera de hablar sobre sus cualidades deportivas. "Las personas me tienen envidia porque soy rico, guapo y un gran jugador", afirmó hace unos años –sin atisbo de humildad– tras perder un partido. Aquello pudo ser una salida de tono o decir mucho de él, por eso hay que tener cuidado con lo que dices si no quieres caer mal. "La comunicación es un medio para relacionarnos con los demás y conviene evitar hablar desde la superioridad", aconseja Aurora Michavila, autora de 'Supercomunicadores' (ed. Debate). Te contamos cómo presumir (sin pasarte) en distintas situaciones.

En una entrevista de trabajo

Aprende a venderte sin ser egocéntrica

Hablar de forma vanidosa no es la mejor manera de hacerte con el empleo. Aprende cómo transmitir tus logros sin que te tachen de chula con estos consejos de Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de Infojobs.

  • Planifica tus ideas

"Lleva un discurso organizado, centrado en tus competencias y experiencia, y trasládalo de forma honesta".

  • Haz equipo

"El riesgo está en pecar de soberbia y no mostrar el valor que puedes aportar al proyecto".

  • Da ejemplos

"Sé transparente y ofrece datos concretos de tus logros anteriores sin hacer comparaciones".

  • Reconoce carencias

"También debes mencionar tu disposición a mejorar y aprender".

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Maskot//Getty Images

Cuando estás en la oficina

Informa de tus éxitos a tus jefes sin parecer engreída

Ser demasiado protagonista de tu propia historia puede pasarte factura. David Gómez, coach experto en Neuroenfoque y Productividad Mental, te da las pautas para que tu jefe sepa lo bien que lo haces sin que parezcas pelota o arribista.

  • Piensa antes de hablar

"Esta tarea requiere de mucho razonamiento, es un desafío".

  • Muestra gratitud y humildad

"Habla siempre como equipo (nosotros) y de su apoyo".

  • No te compares con los demás

"Céntrate en los logros que has conseguido, sin medirte con nadie".

  • Sé objetivo, honesto y discreto

"Sólo menciona tus buenos resultados cuando veas predisposición en los otros, y sin añadir ni quitarte mérito".

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Tim Robberts//Getty Images

Delante de tus amigas

Cuenta tus logros sin ir de ‘sobrada’

David Gómez, creador del programa NeuroFocus System, sugiere también cuál es la mejor manera de hablar de una misma con orgullo y entusiasmo sin parecer excesivamente presuntuosa. "Hay que preguntarse si hay que contar siempre todos los logros y por qué lo haces. ¿Pretendes quedar por encima de alguien? ¿Quieres el reconocimiento de los demás o sólo presumir?", apunta.

  • Hazlo de manera natural

"Busca el momento idóneo y cuéntalo usando un lenguaje coloquial".

  • Ten sensibilidad

"Si alguno de tus compañeros está en una situación complicada, ten cuidado con cómo lo dices".

  • Muestra interés por los demás

"La máxima en estos casos debería ser primero preguntar a quienes te rodean y luego hablar de ti misma".

El lenguaje importa (y mucho)

La manera de expresarte y la comunicación no verbal hablan de ti. Hazlo bien con los consejos de Aurora Michavila.

  • Usa un registro adecuado

"Emplea un lenguaje que no haga que la otra persona se sienta inferior. Las metáforas suelen funcionan".

  • Controla el ritmo

"Hablar rápido puede parecer que no te importa que no puedan seguirte. Y demasiado despacio, que te consideras por encima".

  • Cuida el tono que empleas

"Ojo con la inflexión condescendiente y con coletillas como ‘¿entiendes?’ o ‘¿queda claro?’. Según como se diga, a veces puede sonar engreído".

  • Mantente relajada

"Las posturas cerradas de brazos y piernas pueden interpretarse como una actitud de desconexión con el otro interlocutor".

  • Aprende a mirar

"No mantener contacto visual puede parecer que ignoras al otro. Y mirar fijamente, un exceso de seguridad".