El pasado viernes llegó a Netflix ‘Miss Americana’, un documental dirigido por Lana Wilson que ha ido siguiéndole la pista a Taylor Swift durante los últimos años de su carrera. Gracias a él hemos podido leer las páginas de los diarios de su infancia, nos hemos colado en las sesiones de composición de sus últimos álbumes… Y, en definitiva, hemos podido descubrir cuáles fueron los pasos que la llevaron a convertirse en la persona que es a día de hoy en lugar de seguir siendo "la que todos querían que fuera".

Repasamos los momentos de la cinta que nos hicieron aplaudir, soltar alguna que otra lagrimita y admirarla (todavía más si cabe):

Cuando habla sobre el juicio que ganó contra el locutor de radio que la acosó sexualmente el pasado 2013

Llegué al juicio y había una persona en una silla mirándome como si yo le hubiera hecho algo a él. Lo primero que te dicen en el juzgado es: “¿por qué no gritaste, te apartaste o reaccionaste con más rapidez?”. Y todo esto fue teniendo siete testigos y una foto del momento en el que sucedió, pero ¿qué pasa si te violan y es su palabra contra la tuya? (…) Quiero decir que lo siento a todas esas personas a las que nunca creyeron y a aquellas que tienen miedo a hablar porque piensan que no las creerán, porque yo no sé adónde habría ido a parar mi vida si no me hubieran creído cuando me pasó a mí.

Cuando se enfrenta a su equipo por su ‘salida del armario político’ mientras explica entre lágrimas las razones por las que considera que debe empezar a utilizar su voz para algo más que parar cantar

Toda mi vida me han dicho que las chicas buenas no fuerzan sus ideas en las personas (…) pero algo ha cambiado en mi vida desde el juicio. Ningún hombre de mi familia o mi equipo va a entender lo que eso supuso para mí. Ha llegado la hora de quitarme la mordaza para siempre.

Y como bonus ha lanzado la canción ‘Only The Young’, animando a los jóvenes a votar en las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar en Estados Unidos en noviembre de 2020.

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Cuando se sincera sobre el desorden alimenticio que sufrió en el pasado (aunque asegura que a día de hoy tiene que seguir trabajando en su autoestima para aceptar su cuerpo)

Si veía una foto donde me parecía que tenía mucha barriga o si alguien decía que parecía embarazada, me castigaba pasando hambre y dejando de comer. En aquella época no era consciente y me defendía si alguien se preocupaba por mí (…) Ahora estoy más feliz conmigo misma y no me importa si alguien dice que he ganado peso, porque tener una talla 38 en vez de una 32 hace que mi vida sea mejor. No era así como debía ser mi cuerpo. Siempre hay un modelo de belleza que no alcanzas. Si estás delgada no tienes ese culo que todo el mundo quiere, y si pesas lo suficiente como para tenerlo, entonces tu tripa no es lo suficientemente plana. Es jodidamente imposible.

Cuando expone el sexismo que hay dentro de la industria musical

Vivimos en una sociedad donde se desecha a las mujeres artistas cuando cumplen los 35. Todas somos como un juguete nuevo durante dos años (…) pero las mujeres artistas que conozco han tenido que reinventarse 20 veces más que los hombres de la industria. Si no quieren quedarse sin trabajo, tienen que reinventarse continuamente, buscar facetas nuevas con las que sorprender al público…

Cuando llega a la conclusión de que, a pesar de lo mucho que puedan afectarle las críticas, solo tiene una cosa en mente:

Quiero conservar el lápiz afilado, la piel fina y el corazón abierto.

Al fin y al cabo, eso es lo que hace que su música sea diferente a la de los demás.

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Nerea Alhajas

Cuando era pequeña le robaba la revista Cosmopolitan a su hermana mayor para leerla a escondidas, ahora trabaja aquí mientras escucha a Taylor Swift en modo bucle.