Anitta entra escoltada por su equipo en el estudio de Nueva York que hemos alquilado para la sesión. La luz se cuela a raudales por los enormes ventanales junto al río Hudson, pero ella se quita las gafas de sol y nos saluda sonriente uno a uno. Nos dicen por lo bajini que está cansada: el ‘jet lag’ que trae de Corea, donde ha grabado el vídeo de ‘Back for More’ con la banda de K-pop XTX, le ha pasado factura y no se encuentra al cien por cien. Contenemos la respiración. Como si nos leyera la mente, nos dice mientras mira la ropa: "Ustedes díganme qué me tengo que poner y yo lo hago". Respiramos. Su comentario no resulta habitual en una ‘celebrity’, pero es que Larissa de Macedo Machado no tiene una pizca de corriente.

Nacida hace 30 años en una favela de Río de Janeiro, hoy es la primera artista brasileña en convertirse en número uno global de Spotify. Empezó cantando de niña en portugués en una iglesia y ahora lo hace en inglés, español e italiano en estadios de todo el mundo. Aunque estar con su familia es para ella lo más importante, a la vez cuida personalmente de sus casi 65 millones de ‘followers’ en Instagram. Es cantante, compositora, productora, protagonista de varios documentales biográficos en Netflix, presentadora, actriz, estudiante y una empresaria reputada con varios negocios que van desde los perfumes a las cervezas. Uno de sus últimos logros ha sido haber convencido a Rebeca León, la impulsora de la carrera internacional de Rosalía, para que le ayude en su próxima estrategia. Es, además, la cara y la cruz para cualquier periodista. Sus declaraciones son un tesoro –habla libremente sobre sus propias cirugías estéticas, de su vida sexual o de política– pero lo trepidante de su vida hace que cualquier pregunta quede desactualizada al segundo. Eso sí, sabemos que pronto lanzará el ‘single’ ‘Mil veces’, que prepara un trabajo junto al británico Sam Smith, que es probable que asista en Madrid a 'Los 40 Music Awards' el próximo 3 de noviembre y que actúa (muy bien) en la última temporada de la serie ‘Élite’, en Netflix.

entrevista con anitta
Bernardo Doral
Vestido y zapatos, Ferragamo. Pendientes, De Beers. Pulseras y anillo, Pomellato.

¡Qué gran sorpresa verte actuando en ‘Élite’!

Sí. Interpreto a una instructora de defensa personal que enseña a una chica a defenderse de los abusos de su pareja. Prepararme físicamente fue fácil porque yo aprendí jiu-jitsu en la escuela siendo niña. Lo que me costó más fue interpretar a un personaje tan tranquilo y comprensivo, porque yo tengo una forma de hablar más... ‘gruesa’ (Risas). No sabía si sería capaz.

Me han dicho que hiciste grandes amigos en la serie y que celebraste con ellos tu 30 cumpleaños...

Sí, hice tres fiestas en distintos sitios del mundo. A la de Ámsterdam vinieron todos. Fue genial, me lo pasé tan bien… ¡La de locuras que hicimos!

Durante el rodaje viviste en Madrid. Nada que ver con Río... ¿Lo echaste de menos

¡Guau! Madrid me encantó. Siento que en esa ciudad todo pasa más leve y es más sabroso. Allí la vida es más. Hubiese querido quedarme para siempre.

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Allí tu perreoa la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la gala de Los 40 Principales del año pasado aún da que hablar...

¡Ay, bueno, es que yo no sabía lo que era eso de la Comunidad! (Risas). Nadie me explicó nada. Entendí que ella era una ‘community manager’ importante de la ciudad.

Tu papel en ‘Élite’ tiene una conexión importante contigo porque sufriste una violación de joven. Dices además que tus relaciones suelen ser abusivas, no sólo en lo romántico, sino también con tus amigos. ¿Cómo se consigue romper esa tendencia?

Sí, pasé por una situación de abuso por la que entonces era mi pareja. Y aquello hizo que me inventara este personaje de Anitta, que habla, que hace, que lo llena todo con su actitud. Yo antes sentía muchos miedos y se me hacía difícil marcar los límites. Hasta que poco a poco entendí que podía imponerme. Después de lo que sufrí en mi adolescencia, cuando la gente se aprovechaba de mí prometiéndome trabajo o lo que fuera, no he vuelto a pasar por eso jamás. Sé que no me va a volver a suceder. No voy a dejar que pase.

¿La creación de Anitta como personaje fue una decisión plenamente consciente entonces?

Sí, fue consciente porque yo estaba en un momento de negación, en el que me culpaba por mi abuso. Y me decía a mí misma que, si tuviera otra personalidad diferente, más fuerte, los hombres me tendrían miedo y no abusarían de mí. Por eso me inventé este personaje, fue algo completamente intencionado. Ahora, los hombres me temen y ya no se acercan, lo que me jode en la vida personal, claro. Tampoco hoy pienso como entonces. Eso sí, ellos deberían ser mucho más conscientes de cuándo hacen daño.

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Bernardo Doral
Vestido y ‘leggings’, Isabel Marant. Zapatos, Casadei. Pendientes, De Beers. Anillo, Pomellato.

¿Y cómo vivió tu familia la irrupción de Anitta en casa? Porque dejaste muy pronto de ser esa niña que cantaba en la iglesia.

No me hablaron durante un tiempo, no me reconocían. Hasta que poco a poco entendieron que al llegar a casa yo era la misma de siempre, a pesar de que fuera el personaje de Anitta se volviera incontrolable. Si llegaba otra gente yo cambiaba de actitud con un clic.

¿Y cómo conviven hoy Anitta y Larissa?

Hoy sé quién está al control en cada momento y cómo llamar a la otra cuando la necesito para pedirle ayuda. Las distingo bien y sé poner a cada una en su sitio según las circunstancias. Si una llega en el momento equivocado le digo que no. Ahora no.

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Bernardo Doral
‘Total look’ de Gucci. Gafas, Carrera. Pendientes, De Beers.

Según la religión candomblé, que practica parte de tu familia, tu ‘orisha’ es Logun Ede, un espíritu que vive entre dos mundos, entre lo femenino y lo masculino. ¿Crees que tiene algo que ver con esa dualidad y también con tu bisexualidad?

Sí, mi ‘orisha’ es como mi camino, me hace comprender mejor las cosas. La historia cuenta que Logun Ede fue criado durante un tiempo por su madre, que se guiaba por la belleza, la compasión, las artes y los sentimientos, y luego por su padre, que era más frío, un cazador, un superviviente. Al igual que Larissa y Anitta. A mí, mi ‘orisha’ me ha hecho entenderme más. Durante mucho tiempo mi parte Larissa ha juzgado duramente a la parte de Anitta. Le daba vergüenza mirarla. Pero hoy en día digo: "‘Okey’, esa es mi otra mitad y está bien".

En los vídeos de tu último trabajo, ‘Funk Generation: A Favela Love Story’, las chicas de las favelas buscan seducir a los hombres y viven el sexo libremente. ¿Cómo explicas ese poder femenino a una feminista?

Creo que el feminismo es cuando tú tienes la libertad de ser quien quieres ser. Así que si una mujer te dice que algo está mal, que no puedes ser sensual, ni sexual, para mí esto ya no es feminismo. Porque el feminismo existe cuando todas las mujeres tienen su voz, vayan con un tipo de ropa... o ¡sin ropa! Pienso que debe ser independiente del tipo de sexualidad que escojas.

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Bernardo Doral
Vestido, Dolce & Gabbana. Anillos, Yvonne. Pulsera, Pamela Zamore.
En esa trilogía, recuperas tus orígenes, el funk carioca, pero mezclándolo con el inglés y el español. ¿Deseas descubrir el funk por fin al mundo?

Sí. Creo que es un ritmo fuerte, diferente, y que hace bailar. Me encantaría que la gente lo disfrutara no sólo en Brasil, sino en todas partes. Cada vez hay más músicos que intentan hacerlo fuera, pero sin el contexto, aún se escucha un poquito gringo.

A Brasil le dedicaste el pasado septiembre el premio de la MTV al Mejor vídeo de canción latina por ‘Funk Rave’. Allí te has convertido en todo un icono político, desde que apoyaste a Lula da Silva frente a Bolsonaro. ¿Cómo llevas esa responsabilidad?

Al ser una de las personas más famosas de mi país, la gente me pedía que me posicionara y yo me encontraba muy lejos de todo aquello, no comprendía nada. Así que me puse a estudiar con una amiga abogada que entiende muchísimo de política. Me daba clases en directo en mi Instagram y yo las retransmitía. La situación lo pedía porque Brasil se había vuelto antidemocrático y agresivo. Aunque en realidad mi verdadera opinión es que la gente como yo no deberíamos revelar a quién vamos a votar, y sí estimular a los demás a que busquen información y sean capaces de encontrar a su candidato ellos solitos.

¿Ahora te tienta entrar en política?

Se me pasó por la cabeza, pero todo está envuelto de tanta suciedad que es mejor enseñar a las personas a ser independientes, a entender que los gobernantes no mandan. Sólo lo hacen si les dejamos. Si estamos unidos somos más fuertes. El problema es cuando la intención de la política es dividir a la sociedad porque ahí la gente comienza a luchar entre sí y olvida que son ellos, los políticos, los que trabajan para nosotros.

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Bernardo Doral
Top, Ottolinger. Gafas, Carrera. Pendientes, De Beers. Anillos, Pomellato.

El año pasado el cuerpo te obligó a parar. Te diagnosticaron Epstein-Barr, una endometriosis y te ingresaron en un hospital durante cinco meses.

Sí, no pude disfrutar del éxito de ‘Envolver’. No podía estar feliz ni seguir trabajando porque me encontraba superenferma. Me hice una prueba y me salió un indicador de cáncer. Y antes de someterme al siguiente chequeo me dije: "Voy a vivir este mes, ir a los premios Grammy, donde estoy nominada, hacer todo lo que quiero hacer y cuando vuelva me hago el siguiente análisis". Y me lancé a hacer tratamientos espirituales y naturales, constelaciones familiares, un montón de cosas. Aposté por el autoconocimiento y decidí escuchar a mi cuerpo, que hoy sé que habla. Entendí por qué me estaba pasando aquello y mi salud empezó a mejorar totalmente. También la mental.

¿Y a qué conclusión llegaste?

Que las cosas pasan cuando tienen que pasar. Mi problema, tanto profesional como vital, es que yo me comparaba con otros cantantes, de dentro y fuera de Brasil. Pero estas comparaciones eran muy injustas porque en mi país yo hago algo que nadie ha hecho antes, como es tener una carrera internacional. Así que, ¿por qué carajos estaba yo comparándome con personas que no tienen una vida como la mía? Otros cantantes han nacido ya en un mercado español y viven historias e industrias muy diferentes a la mía.

¿Cómo te proteges ahora para no volver ahí?

Silencié las redes, sólo veo a mi familia y a mis amigos más cercanos. Internet me hacía comparar mi vida con la de los demás. Ahora practico muchísima meditación, hago trabajos espirituales, terapia... Y me viene bien.

¿Eres una persona religiosa?

¡Súper! Creo en todas las religiones, y todas cuentan con facetas que tienen sentido para mí. Pienso que todos nosotros somos un pedacito de Dios, que estamos conectados y que si tratas a alguien mal es porque te tratas mal a ti misma, que no estás siendo generosa contigo. La manera en la que te comportas con la gente refleja el modo en el que te diriges a tu niña interior.

Para llegar ahí se necesita madurez...

Sí, se necesita un proceso fuerte, como pasó conmigo.

¿Y cómo ves el futuro?

Yo voy a hacerlo todo. Y voy a hacerlo bien, ¿sabes?

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Bernardo Doral
Mono metalizado, ASHI. Zapatos, DSquared2. Gargantilla y pulseras, Pomellato.
MAQUILLAJE: ALLAN APONTE. PELUQUERÍA: DIMITRIS GIANNETOS (OPUS BEAUTY) PARA NEXXUS. MANICURA: MO QIN (THE WALL GROUP).'GLOBAL EDITORIAL & BRAND DIRECTOR': CHLOE O'BRIEN. ASISTENTE DE FOTOGRAFÍA: RYAN HACKETT. SEGUNDO ASISTENTE DE FOTOGRAFÍA: ERIC MARTIN.
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Cecilia Múzquiz

Directora de COSMOPOLITAN. Lleva en esto de la comunicación un rato largo, pero le sigue divirtiendo como el primer día. O incluso más, “porque ahora el universo digital ofrece taaaantas posibilidades”. Así, a priori, le interesa (casi) TODO.