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Según el Instituto Nacional de Estadística, en España hay más de 14 millones de solteros; es decir, un tercio de la población total. Ahora bien, no todos viven su estado civil felizmente: algunos sienten angustia vital ante la idea de quedarse sin esa media naranja que se empeñan en vendernos. A todos ellos, venimos a decirles que existen un montón de ventajas de no tener pareja. La primera de todas es la libertad, libertad en la que tú ( y sólo tú) llevas las riendas de tu vida.
Sin duda, los ‘singles’ tienen una vida social más activa (incluidos clubs y ‘apps’ específicas para ellos). Vale, no compartes gastos, pero puedes invertir tu dinero como te dé la gana (caprichos incluidos). Practicas el sexo que quieres, como quieres, con quien quieres y cuando quieres (¿necesitas más explicación?). No hay que aguantar a pelmazos ni depredadores emocionales. No tienes que arreglarte por obligación de agradar a nadie: si lo haces, es sólo por ti. Puedes elegir la serie que quieras, sin consensuar con tu pareja quién es el dueño del mando. Y las solteras siempre pueden decidir cuándo desean dejar de serlo.
Un pavor irracional: ‘¿anupta... qué?’
Si no has oído nunca la palabra ‘anuptafobia’, anótala en tu diccionario porque con ella definimos ese miedo excesivo e irracional a ser ‘single’ o a perder la pareja que se tiene. Esta fobia (que afecta a hombres y mujeres), "no depende del hecho de estar o no soltero, sino de la idea, las creencias limitantes o las distorsiones que tiene esa persona en relación con lo que para ella significa estar soltera, algo que asocia con el malestar", afirma Ciara Molina, psicóloga y autora de ‘Emociones expresadas, emociones superadas’ (ed. Zenith). Ese miedo desproporcionado repercute negativamente en la vida de quien lo padece, llegando a afectar a nivel social, familiar, laboral y hasta mental.
Cómo identificar los síntomas de alarma
Como toda manía irracional y exacerbada, la anuptafobia parte de un cuadro ansioso y una inquietud continua que podría llegar a convertirse en auténtica obsesión. Los síntomas que pueden ponerte en guardia y hacerte sospechar que la sufres son numerosísimos, tal como explica Ciara Molina: "Quienes la padecen entienden el concepto ‘pareja’ como la base sobre la que se construye todo lo demás, así que no disfrutan de la vida si no es con alguien a su lado. Además, suelen presentarse a sí mismas desde el rol de víctimas por estar solas; muestran baja autoestima; constantemente discriminan y ponen etiquetas entre personas ‘con’ o ‘sin’ novio/a; desde la crítica o la envidia, cuestionan las relaciones afectivas de aquellos que tienen compromisos estables o también de quienes disfrutan de su soltería; si están con alguien necesitan demostrar a la sociedad lo felices que se encuentran (cuando, en realidad, es todo lo contrario) y presentan pensamientos negativos y catastrofistas sobre lo que supone estar soltero". En ese deseo continuo de dejar de ser ‘singles’, no resulta nada extraño que los anuptafóbicos salten de una relación a otra y hagan de la promiscuidad un modo de vida. "En el caso de las personas sin pareja, esta fobia suele expresarse como una preocupación constante por entrar a aplicaciones de citas, lograr validación o aprobación, controlar los movimientos en redes sociales de las personas de interés y, en definitiva, por invertir gran cantidad de esfuerzo en conseguir su objetivo de estar en una relación", concluye Alicia Romero, psicóloga especialista en terapia de pareja y sexual. "Por su parte, las personas emparejadas suelen mostrar intensos sentimientos de inseguridad y celos, lo que genera dinámicas tóxicas (por ejemplo, frecuentes discusiones, mal clima…) que, en ocasiones, acaban precipitando ese temido final", señala Romero.
¿Por qué tienes ese temor a quedarte sola?
Muchas veces, según Ciara Molina, la causa está en "experiencias previas desagradables (burlas, rechazo, abandonos…); en la carencia de habilidades sociales, o en una baja autoestima (sobre todo, depreciaciones sobre la imagen física)". Para Romero, "la familia, primera referencia afectiva, influye en cómo nos vinculamos a los demás. Algunas personas con anuptafobia provienen de ámbitos donde no han aprendido a desarrollar su autonomía emocional. Además, de pequeños, realizamos una construcción de la realidad según los mensajes recibidos, y es común que se oriente a niños y niñas a una idea de felicidad vinculada con estar en pareja. Así, de adultos, podemos sentirnos fracasados o tener una preocupación desmedida por no alcanzar ese ideal".
¿De qué modo influye la sociedad en esta fobia?
Escribe Juan Antonio Bernad en ‘La psicología del soltero’ (ed. Desclée de Brouwer) que "aun hoy, los solteros son conscientes del juicio común que les estigmatiza como personas incompletas, raras o amargadas". Hasta no hace tanto, lo ‘normal’ era casarse. No se educaba en el autoconocimiento, en la libertad para decidir, y eso hacía que muchas personas siguieran la inercia de lo que se consideraba ‘correcto’. El amor romántico también ha hecho un flaco favor a las ‘singles’. Por no hablar, en el caso de las mujeres, del famoso ‘se te pasa el arroz’. "La presión que padecemos por ser madres hace que muchas sientan que deben cumplir un rol que, a veces, ni desean, aceptando los cánones sociales de vida ideal", asegura Alicia Romero.
¿Cuáles son sus efectos secundarios?
Tenlo claro, la anuptafobia perjudica seriamente la salud. En primer lugar, en aquellos ámbitos que guardan relación con tus vínculos afectivos: familia, pareja (si la tienes) y amigos. "El temor intenso por quedarte sola hace que tiendas a comportamientos obsesivos, manifestación intensa de celos y una alta desconfianza", apunta la psicóloga Ciara Molina. Cuando este miedo visceral se instala en tu vida, no es extraño experimentar un fuerte sentimiento de soledad, añade Alicia Romero. Según la psicóloga, "esta soledad no está determinada por la compañía o la falta de esta. Muchas personas se sienten muy solas aun teniendo pareja; por el contrario, muchas sin pareja se sienten perfectamente acompañadas y conectadas con su entorno". Al saber identificar y manejar bien tus temores, podrás sentirte mejor en tus zapatos y con tu entorno. "Si padeces anuptafobia, no decides libremente si quieres estar o no en una relación, es el pánico a no tener pareja el que toma las decisiones por ti. Y esto puede desencadenar la pérdida de estabilidad emocional, llegando a provocar cuadros emocionales con un inmenso sufrimiento". Ahora bien, los efectos secundarios de este trastorno irracional también pasan factura físicamente, como matiza Molina: "En ese estado podemos sufrir todo lo que guarda relación con un comportamiento ansioso: caída del cabello, sudoración excesiva, fatiga, insomnio, tensión muscular, nerviosismo, náuseas, diarrea o incluso síndrome del intestino irritable". Poca broma.
Atención, (demasiados) tóxicos al acecho
¿Crees que estar con alguien solucionará tu vida? ¡Error! Porque, entonces, estás dando por hecho que "nuestro bienestar no depende de nosotros mismos, sino de otras personas", dice Mª José Bosch en el libro ‘Yo soy single, ¿y qué?’ (ed. Edaf). Y ese es un auténtico coladero de parejas indeseables. "En ese caso, nos presentamos ante esas posibles parejas como personas dependientes, ansiosas por nutrir las necesidades del otro. Así que somos el cebo perfecto para las personalidades oscuras: maquiavélicas, narcisistas, psicópatas, sádicas…", explica Ciara Molina. Por tanto, como bien apunta la escritora Kate Bolick en su ensayo ‘Solterona’ (ed. Malpaso), merece la pena descubrir ‘tu yo sola’ para dar carpetazo a las relaciones insanas y a la pasividad o sumisión ante las opiniones o acciones de tu pareja por temor a la soledad o el abandono.
¿Lista para luchar contra tu caballo de batalla?
Ya has dado los pasos necesarios para reconocer lo mucho que te asusta quedarte soltera. Ahora sólo tienes que enfrentarte a ello para vencerlo. "Al igual que una persona que tiene fobia a conducir debe coger el coche para poder superarla, la persona con anuptafobia debe hablar de este miedo, debe traerlo a la consciencia para abordarlo. Porque, cuando uno habla de cómo se siente, la mente entra en equilibro y presenta síntomas más agradables. Lo recomendable sería hacerlo en un entorno terapéutico que le pueda proporcionar un ambiente seguro", recomienda la psicóloga Ciara Molina. También debes fortalecer tu autoestima a través de actividades que asocies con el disfrute: "Así la mente entiende que puede llegar a sentirse realizada sin tener pareja –apunta Molina–. Lo ideal es que estas actividades las hagas en solitario, abrazando así la sensación de paz y tranquilidad emocional, al conectarte contigo misma. Aquí el paseo contemplativo, la práctica del ‘mindfulness’ o lo que se conoce como ‘masturdating’ (reservar un momento del día para estar a solas contigo misma) pueden ser buenos aliados".
‘Tips’ para ser feliz contigo misma
"La soledad no es el problema, el problema es qué hacemos cuando estamos solos", escriben Fernando Trías de Bes y Tomás Navarro en ‘Yo soy así (y ya no me importa)’ (ed. Zenith). Aprende a hacer planes placenteros a solas.
- Aprovecha para autoconocerte: ¿qué te parece un retiro lejos de la ciudad?
- Atrévete a viajar sola (te advertimos que es adictivo). ¿Quién dice que necesitas compañía para ir al cine o a ver un concierto?
- Apúntate a esas clases de baile (o ‘whatever’) que siempre deseaste.
- Participa en clubes de lectura y cafés-tertulia donde no conozcas a nadie.
- Adopta un perro (o un gato) y descubre cómo te llena compartir paseos (o manta y sofá) con él.
