Lo mejor de lo que te vamos a contar, es que son sugerencias para ponerlas en práctica en tu cocina que no suponen ningún cambio dramático. Eso sí, si los llevas a cabo, te estarás ahorrando un puñado de calorías y disminuyendo la ingesta de grasa y otros componentes artificiales que a tu body no le hacen falta en absoluto.

Uno de los errores más comunes es la falta de variedad. "Puedes estar acostumbrada a un tipo de dieta que has seguido en tu casa desde que eres pequeña, pero es necesario abrir la mente, y preocuparte por conocer qué nos aporta cada alimento. Solo así conseguirás buenas combinaciones y comer de la manera más equilibrada y saludable posible", nos explica Diana Escorial, farmacéutica y nutricionista. Si no salimos de nuestra zona de confort en la mesa, ¿qué nos estamos perdiendo? Un sinfín de posibilidades que pueden marcar la diferencia. Te contamos algunas de ellas (te vas a sorprender): 

1. Huevos VS claras de huevo. La tortilla francesa es una de las mejores alternativas para la cena, por su alto contenido proteico. Sin embargo (reconócelo), hacértela de un solo huevo te resulta una estampa de lo más triste (casi tanto como la hazaña de Paul Newman en La Leyenda del Indomable, donde se tuvo que comer ¡50 huevos!). ¿La alternativa? Abusar de la clara de huevo, compuesta mayormente por proteína, y que puedes comprar directamente en un pequeño bote. "Con un huevo y dos claras, conseguirás una tortilla más grande, con más proteína y mucho más saciante", apunta Escorial. 

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2. Sal VS cubitos de hielo de perejil y/o ajo. La sal se debe tomar en su justa medida (entre otras cosas, no te ayuda nada a la retención de líquidos). Pero si eres una "salada" de la vida, hay otras alternativas que te ofrecerán el sabor que necesitas de una forma más healthy. Como por ejemplo, los cubitos de hielo hechos con perejil o con ajo. "Los puedes encontrar en 'La Sirena', y solo tienes que meterlos junto con una cucharadita de aceite de oliva 20 segundos al microondas. Después, ya puedes pincelar tu pescado o carne: te resultará de lo más delicioso, y no te ha hecho falta ¡ni una pizca de sal!", revela. Un aliño sustitutivo para las más originales.

3. Carne picada en bandeja VS carne picada al momento. Una buena idea que quizá ya se te ha ocurrido (¡bien!) es comprar carne picada para hacerte tus propias hamburguesas en casa. La intención es muy buena pero es muy probable que no consigas tus objetivos healthy. "Lo que tienes que hacer es ir directamente a la carnicería, escoger un trozo de carne de ternera o de pechuga de pollo y decir que te la piquen. Las bandejas envasadas incluyen un 25-40% de grasa, para darle más consistencia y sabor al producto", nos cuenta nuestra experta. 

4. Chocolate negro VS chocolate negro con stevia. ¿Sabías que la stevia es 30 veces más dulce que el azúcar? El resultado es que para endulzar un producto como el chocolate, se necesita mucha menos cantidad de stevia que de sugar sugar. Así que ya lo sabes: la próxima vez que vayas al supermercado, lánzate en plancha a las tabletas de 'choco' negro (si es a partir del 80%, mejor), con el distintivo stevia:

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(En la imagen, una tableta de chocolate Valor).

5. Salvado de trigo VS salvado de avena. Cuando comes una sopa o una crema de verduras, ¿sientes que al poco tiempo ya vuelves a tener hambre? Si la respuesta es sí, la solución es tan sencilla como tener salvado de trigo en tu despensa, y añadir una cucharadita a tu mezcla. "Es muy saciante, y cada cucharada contiene solo unas 24 calorías", señala la nutricionista. Eso sí: olvídate del salvado de avena (famoso por la dieta Dukan), con mucha menos fibra y más hidratos de carbono. También puedes añadir este 'invento' a tus zumos naturales de fruta. ¡Te olvidarás de la palabra hambre hasta dos horas más tarde!

6. - Galletas digestive VS galletas sin azúcar. A veces nos ponemos a comer como si no hubiera un mañana galletas digestive, light, o cualquiera que por no estar rellenas de chocolate nos parece que no son tan calóricas. Sí que lo son: es muy probable que cada una lleve al menos 3 gramos de azúcar (como por ejemplo, una galleta María). Por eso, la coach nutricional Andrea Onzaín, nos sugiere siempre tener como buen recurso aquellas que no lleven nada de azúcar añadido (un buen ejemplo son la gama que ofrece Gullón).  

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7. - Fruta VS verdura cruda. Nunca debes dejar de merendar, pero olvídate de la fruta como la opción más saludable. "Tiene mucha fructosa, es decir, glucosa (azúcar). Tómala por la mañana, pero para media tarde es favorable que lo sustituyas por verdura cruda como la zanahoria, los tomatitos o el crudité de pimiento", nos cuenta la coah Andrea Onzaín. Si aún así, insistes en tomar fruta, sigue la regla del color rojo: arándanos, fresas, granadas, cerezas... Los frutos rojos serán tu mejor opción. 

8. - Azúcar VS sirope de arce. Por último, (y sobre todo en esos días de depresión y miseria absoluta), nos gustaría endulzarnos la vida sin ningún tipo de pudor. Pero quizá sea contraproducente, y lo mejor precisamente es aliarte con algún buen sustitutivo del azúcar. Uno de los más saludables, según Onzaín, es el sirope de arce (ojo, no el de agave). Este último es un refinado, mientras que el arce es directamente la savia de la planta de arce.

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Amaya Lacarra

Tras una década escribiendo y entrevistando sobre viajes, cultura y gastronomía en distintas revistas femeninas, ahora dirige el equipo digital de Cosmopolitan. A su especialidad del buen comer o del buen hacer en cualquier recoveco del mundo, ahora se suma la gestión de otros campos como la moda, la belleza o las ‘celebrities’. Adicta al chocolate y a su Navarra natal, estudió Humanidades y Comunicación en la Universidad de Deusto, además de cursar un Máster Oficial de Periodismo de Investigación en la Universidad Complutense de Madrid.