Hay que aceptarlo: las vacaciones van llegando a su fin. ¡Ojalá fueran ilimitadas! Ha sido bonito, pero es necesario volver a la rutina después de semanas de desconexión. Algo que, aunque sea muy habitual (lo hacemos todos los años) no tiene por qué ser fácil, sobre todo si la vuelta supone retomar un trabajo en el que no estás a gusto o si realmente no has podido desconectar durante las vacaciones por motivos familiares.

Está claro que a nadie le gusta tener que poner fin a las vacaciones y volver al trabajo, pero, ¿qué es realmente el síndrome postvacacional? "Las reacciones que muchas personas tienen cuando pasan de un periodo de vacaciones a la vuelta a su rutina, ya sea de trabajo, de escuela o de vida familiar", explica Belén Lozano Viñas, jefa de psicólogos de la Clínica Universitaria de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. Pero hay que dejar claro que "no está definido como un trastorno, ni con unos criterios clínicos, es un nombre que se le ha puesto a un conjunto de cosas que se ven que ocurren con frecuencia, por eso no hay investigación sobre ello".

En definitiva, "es un conjunto de reacciones que pueden aparecer en el proceso adaptativo de la vuelta", añade Lozano. Eso sí, matiza que "siempre es esperable que las personas tengamos ciertas reacciones emocionales ante un proceso adaptativo y no por ello quiere decir que eso suponga un problema".

Las personas afectadas por este síndrome suelen sentir "malestar, irritación, ansiedad, síntomas como palpitaciones, tristeza, cambios de humor radicales... y están sobre todo relacionados con la incorporación al trabajo. Son síntomas temporales que duran días, semanas como mucho. Si van más allá estaríamos hablando de algún problema psicológico o algo que podría derivar en problema psicológico", advierte el profesor Joaquín T. Limonero, catedrático de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS).

Precariedad

Algo que tiene especial incidencia si no se está a gusto en el trabajo o existe precariedad, dado que volver a incorporarse se hace aún más difícil. "Si el trabajo no te gusta o el clima laboral no es bueno, con el hecho de pensar en el trabajo un par de días antes también lo experimentas", explica Limonero.

Y es que "si hay mucho estrés, mucha carga, no hay buena remuneración, hay unas condiciones laborales y de compañeros negativas… cualquier cosa que sean predictores de fatiga o 'burnout', en estos casos es verdad que la expectativa de la vuelta, de enfrentarse a algo tan potente, va a ser un factor que va a incrementar este malestar", señala la experta. Por el contrario, "si el trabajo tiene significado y un sentido para nosotros, es un factor protector", agrega.

¿Afecta más a las mujeres?

Aunque no hay evidencias científicas de que el síndrome postvacacional afecte más a las mujeres que a los hombres o a una parte de la población que a otra, lo cierto es que la mayor implicación de ellas en la vida familiar lleva a pensar que están más afectadas por esta situación.

Así lo explica el profesor Limonero. "Diría que sí, porque las mujeres tienen una mayor presión social, cultural y familiar. Están de vacaciones, pero también tienen responsabilidades domésticas y familiares y cuando se hace la reintegración, cuando se acaban las vacaciones, vuelven esas responsabilidades familiares 'in crescendo'. Preparar la vuelta al cole, lavar la ropa, planchar, pensar en los niños… es una carga extra que soportan las mujeres", expone este experto, que destaca que esta situación se produce "a pesar de que los hombres cada vez se incorporan más a las tareas domésticas" y "además de la presión social para ser perfectas en la familia y en el trabajo, que es un estrés adicional".

Lozano Viñas, por su parte, explica que "no está establecido" de forma oficial y con una base de datos científica que afecte más a mujeres que a hombres, puesto que "no hay estudios de ese tipo como para poder decirlo con firmeza" (tampoco sobre qué edades están más afectadas), aunque afirma que "hay muchos aspectos que harían pensar que eso es así", como que a las mujeres les afectan más las dificultades para la conciliación y las peores condiciones laborales.

Cómo superar la vuelta al trabajo

Volver al trabajo no es fácil y para no caer en este síndrome postvacacional es importante utilizar todos los mecanismos que tenemos a nuestro alcance. Toma nota de estos cinco consejos para motivarte en la vuelta al trabajo:

  1. Planifica tu vuelta al trabajo. Es recomendable no volver de vacaciones el día inmediatamente anterior a tu incorporación al trabajo, sino al menos un día antes para adaptarte. Además, es importante que cuando te vayas de vacaciones no te dejes una gran carga de trabajo o de asuntos pendientes para el día de tu vuelta. "Cuanto más limpia sea la vuelta, con menos cosas pendientes, mucho mejor", apunta Lozano.
  2. Haz una incorporación flexible. Si tienes la opción de incorporarte un jueves o un viernes es posible que lo lleves mejor que si lo haces un lunes y también es buena idea teletrabajar el primer día. Y "hacer tareas de menos intensidad para, poco a poco, pasar a las de más importancia", expone Limonero. Es decir, "no llegar y ponerte al 100%, sino ir poco a poco y de forma gradual".
  3. Dedica tiempo al autocuidado. En definitiva, como explica Lozano, "que cuidemos las cosas básicas de la vida: sueño, alimentación, aficiones, deporte…". También, según Limonero, "cuidar el tiempo de ocio, tomar café, ir al cine o al vermú". Y centrarse en lo positivo. Por ejemplo, en lugar de lamentarse, "cuando se llega al trabajo comentar cómo han ido las vacaciones", explica el profesor.
  4. Déjate ayudar. "No hay que luchar solo, hay que implicar a la familia, hablar con la pareja y con los hijos, si hay", de la situación que se atraviesa y por qué resulta difícil, explica este experto.
  5. Delega. Sobre todo en lo que respecta a las tareas domésticas, con el objetivo de "que no sean una carga sobreañadida", añade.