La gente optimista, la que siempre ve el vaso medio lleno, las que se toman los problemas con humor o si son muy graves saben relativizar para sobrevivir a ellos, tienen varios hábitos en común. Comparten, sin saberlo, ciertos comportamientos que les ayudan a ver la vida con optimismo. ¿Cuáles son estas rutinas emocionales que les ayudan cada día? conócelos y ponlos en práctica desde ya.
1/ Afrontan de forma activa los problemas. Hay tres fórmulas que usan las personas en equilibrio emocional: no dejan que las emociones decidan por ellas, toman los problemas como algo natural de la vida y no evitan tomar decisiones. Es decir, cogen el toro por los cuernos.
2/ Les gusta madrugar. Las personas con una buena capacidad de regulación emocional suelen tener hábitos de vida más saludables como, por ejemplo, no tener problemas para madrugar tras una noche de sueño reparador.
3/ Se alimentan de forma saludable. Eso sí, tampoco son rígidos ni demasiado duros consigo mismo, puesto que se permiten un capricho de vez en cuando. Pero tienen claro que alimentarse mejor, les hace sentir mejor.
4/ Son personas asertivas. Así les permite discriminar entre las críticas constructivas y las críticas no constructivas. Así aprenden de las primeras y olvidan las últimas.
5/ Saben poner límites y decir que no. Las personas optimistas saben decir que no cuando deben, conocen hasta dónde pueden llegar y así no se meten en problemas absurdos.
6/ Son personas a las que le gusta arreglarse. Porque verse guapo en el espejo hace que una imagen positiva sea lo que ves reflejado, y te pone de buen humor.
7/ No son maniáticos del orden. Es imposible tener todo el día todo bajo control y en orden, por eso los optimistas suelen ser gente tolerante, aunque esto no significa que no sean ordenados.
8/ Suelen tener una vida activa. La práctica habitual de ejercicio físico son fuentes de bienestar y buen ánimo. Aunque te cueste salir, volverás siendo mucho más optimista.
