Que nada te fastidie el verano
Los problemas de salud más comunes de esta época y cómo evitarlos
¡Por fin! Las ansiadas vacaciones están aquí y estás como loca por disfrutarlas, pero "asuntillos" como una intoxicación, una quemadura, una picadaura, el estreñimiento... pueden echar a perder los días más deseados. Te contamos cuáles son los problemas de salud más comunes que trae consigo el verano y cómo evitarlos.
Quemaduras
No nos cansamos de repetirlo: "¡Cuidado con el sol!". Tomado con moderación y con la debida protección, además de aportar un favorecedor tono de piel, "fabrica" vitamina D, fortalece los huesos, aumenta el optimismo y ahuyenta la depresión. Pero, ojo, sin protección y sin medida, la exposición al sol provoca quemaduras y manchas en la piel.
¿Qué hacer?
Usar protectores solares de factor alto. Las quemaduras del sol pueden ser muy dolorosas y provocar daños a largo plazo, como tumores o cáncer de piel. Hay que evitar el sol al mediodía y, tras la exposición (mejor si es a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde), refrescar la piel y aplicar aftersun. Al pasear, no conviene descuidarse: protege tu escote, tus empeines, tus hombros y tu cabeza.
Estreñimiento
Es un problema tan común en esta época del año que tiene nombre propio: "estreñimiento vacacional". Está provocado por los cambios en los hábitos alimenticios y los horarios y por los viajes.
En vacaciones, nos levantamos tarde, nos acostamos a deshora, hacemos menos deporte, comemos cuando y donde nos viene bien... y todo eso hace que nuestro ritmo intestinal varíe y aparezca el estreñimiento, que trae consigo pesadez y dolores de estómago y malestar general.
Cómo evitar que te estropee tus vacaciones
Además de seguir una dieta rica en fibra –pide guarniciones de verduras, lleva siempre algo de fruta en el bolso...– y beber mucha agua, conviene que no abandones del todo la actividad física: pasea, ve andando a los sitios, hazte unos largos en la piscina... Si aun siguiendo estos consejos, sufres este problema, recurre a tu farmacia en busca de una solución eficaz.
Deshidratación
Una buena hidratación es básica para el funcionamiento de nuestro cuerpo, y en esta época del año hay que prestarle más atención, pues, con el calor, el riesgo de deshidratación es mayor. Ésta se produce cuando la salida de agua y de sales es superior a la entrada. ¿Sabes qué consecuencias tiene? Nefastas: puede provocar vómitos, fiebre... ¿Sabrías identificar sus síntomas? Apunta: sed, no orinar mucho, dolor de cabeza, aceleración del ritmo cardiaco, piel y boca secas...
¿Cómo evitarla?
En este caso, es muy sencillo. Para evitarla, ingiere líquidos –fundamentalmente agua– a menudo, aunque no tengas sed. En caso de que la deshidratación llegara a producirse, hay que restituir los líquidos bebiendo agua o bebidas isotónicas.
Dependiendo de la cantidad de líquido que se haya perdido, la deshidratación puede ir de leve a grave. Lo mejor: la prevención.
Picaduras
En esta época del año hay más insectos, y sus picaduras pueden causar inflamaciones, irritaciones y, en ocasiones, incluso vómitos, mareos y fiebre.
También es muy común la aparición de medusas y peces araña, cuya picadura provoca un dolor muy intenso.
¿Cómo actuar?
Para evitar las picaduras de abejas, avispas, mosquitos... podemos usar repelentes. Si ya nos han picado, hay que desinfectar la herida y aplicar amoníaco o cremas específicas. En el caso de las avispas, antes de aplicar nada, hay que quitar el aguijón para evitar que el veneno se extienda.
En cuanto a las medusas y peces araña, sólo podemos evitar el baño en las aguas afectadas y utilizar un traje completo de neopreno si se van a realizar inmersiones, además de bañarnos en playas donde haya socorristas. Las cremas con extracto de plancton pueden actuar de repelente.
Si la picadura ya se ha producido (en realidad, las medusas no pican, es el solo contacto lo que produce el malestar), lo mejor es sacar a la víctima del agua y lavar la zona con agua salada, extraer los tentáculos con guantes y aplicar compresas de agua fría. En cuanto a los peces araña, habrán de extraer el aguijón y desinfectar. En este caso, el calor suele producir alivio. En ambas situaciones, conviene recibir asistencia sanitaria lo antes posible y seguir las instrucciones del personal cualificado.
Hongos
Las duchas de las piscinas y los vestuarios son, en muchas ocasiones, un hervidero de hongos (sobre todo el denominado «pie de atleta») que pueden provocar varios tipos de infecciones.
Más vale prevenir...
Cuando camines por los bordes mojados de la piscina, hazlo con chanclas. Y, por supuesto, no te olvides de ellas para ducharte. Sécate bien los pies después de cada baño y no compartas jamás toalla ni calzado. Si llegaras a contagiarte, el tratamiento es sencillo: cremas antimicóticas o antifúngicos.
Intoxicaciones
Las elevadas temperaturas y, en ocasiones, la poca higiene hacen que las intoxicaciones alimentarias sean muy frecuentes en verano por la proliferación de bacterias y parásitos en los alimentos y en el agua, lo cual puede producir molestas gastroenteritis, dolores estomacales, náuseas...
Cuidados básicos
En casa, lavarnos las manos antes y después de tocar alimentos y lavarlos todos muy bien. Además, hay que conservarlos convenientemente y evitar que los insectos se posen en ellos.Fuera de casa, hay que elegir muy bien lo que comemos y dónde, evitando salsas y alimentos crudos. Si tomas huevos, que tanto la yema como la clara estén bien hechas. ¡Mucho ojo con el agua! Fuera de casa y, en nuestro lugar de vacaciones, conviene tomarla embotellada.
En caso de intoxicarnos, hay que mantener reposo, vigilar la hidratación, sobre todo si hay vómitos, y acudir al médico. Las intoxicaciones pueden ser graves, sobre todo entre la población anciana, los niños y las mujeres embarazadas.
Cistitis
La cistitis es una infección muy común en verano debido a la humedad de las prendas de baño. A veces también se da por el contacto con el agua demasiado fría. Suele presentar los siguientes síntomas: escozor a la hora de orinar y ganas de hacerlo frecuentemente, color turbio de la orina, dolor en el costado y, a veces, fiebre.
¿Puede evitarse?
No al cien por cien. Pero ayuda cambiarse de bañador por uno seco. Si ya se ha contraído la infección, se recomienda beber abundante agua para orinar y expulsar el virus o bacteria. Aunque en las farmacias hay tratamientos que no necesitan receta médica y son eficaces, sí conviene acudir al médico para realizar análisis y asegurarnos de que la infección ha desaparecido del todo.
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