Hacerte adulta y empezar a trabajar es uno de los mayores retos a los que te vas a enfrentar en la vida. No solamente inicias una etapa en la que deberás aprender a irte de casa de tus padres y hacerte independiente económicamente, sino que te traerá retos nuevos, especialmente a nivel personal. Y uno de ellos será afrontar situaciones incómodas.

Una situación relativamente común a la que se enfrenta cualquier profesional a lo largo de su carrera es trabajar con un compañero tóxico. Sí, por desgracia en el trabajo no te vas a librar de personas que te hacen sentir mal y cuyas actitudes pueden influir en tu salud mental (e, incluso, en la física, generándote fuertes dolores de cabeza y afectando a tu sueño y tu descanso). Como la vida misma.

Es por eso que, tanto si te encuentras estudiando como si estás ya en tu etapa profesional, te van a resultar muy útiles estos consejos que ofrecen desde el Gabinete de Psicología Amparo Calandín para lidiar con compañeros de trabajo tóxicos y evitar que la situación se convierta en una pesadilla.

Cómo detectar a un compañero de trabajo tóxico

Lo primero que debes hacer es aprender a detectar a un compañero de trabajo tóxico. Aunque cada persona es diferente, lo cierto es que algunas actitudes se repiten, como que atacan a los compañeros u otras personas cercanas, descalifican tanto profesional como personalmente, son agresivos y, en ocasiones, pueden llegar a cometer ‘mobbing’ o acoso laboral.

La actitud diferencial de cada uno suele ser diferente, si bien desde el gabinete diferencian al menos ocho tipos:

  1. El protagonista, que busca apropiarse de las conversaciones e imponer su punto de vista.
  2. El cotilla, al que le gusta contar cosas de otros para perjudicarles.
  3. El sabelotodo, que rechaza las opiniones e ideas de los demás fácilmente.
  4. El explosivo, que expresa sus emociones de forma escandalosa y, a veces, agresiva.
  5. El negativo, ese que siempre ve la parte mala de todo y desanima al resto.
  6. El manipulador, que intenta llevar a la gente a su terreno para conseguir sus objetivos.
  7. La víctima, que se dedica a quejarse de todo.
  8. El juez, que juzga a los demás por no cumplir con sus expectativas.

Una vez que los has identificado, puedes empezar a aprender a lidiar con ellos, para lo que deberás entender cuál es su comportamiento y qué buscan conseguir con él. Ten en cuenta que lo que más te va a servir para arreglar el problema es intentar buscar una solución, no quejarte ni tener una actitud negativa, que solamente te va a llevar a que la situación empeore por momentos. Toma nota de estos seis consejos.

Cómo enfrentarte a un compañero tóxico

Ten actitud positiva

Desde el gabinete recuerdan que "empezar un diálogo con una actitud agresiva nunca te llevará a buen puerto". Es por eso que se recomienda conversar con el compañero tóxico con buena actitud y aprovechando para intercambiar opiniones.

Empatiza

Está claro que el comportamiento tóxico de tu compañero tiene un origen, no nace espontáneamente. Por ello, es aconsejable que intentes ponerte en su lugar para intentar entenderle.

¿Eres tú el problema?

De hecho, es interesante plantearte si quizás has hecho tú algo para crear ese problema con tu compañero. Reflexiona para ver si puedes hacer algo que cambie la situación, como modificar tu actitud, y convertirte en la solución más que en el problema.

Controla tus emociones

Está claro que si tu compañero es un borde o siempre se dirige a ti con una actitud agresiva esto es difícil de gestionar. Pero si quieres arreglar las cosas lo suyo es que te hagas un ejercicio de autocontrol y no dejes que tus emociones se te descontrolen. Aplica la inteligencia emocional y la empatía.

No te quejes

Evita lo máximo que puedas pasarte el día quejándote sobre la situación o lo único que conseguirás es hacer el problema más grande de lo que ya es. Si tienes un compañero tóxico lo mejor que puedes hacer es intentar arreglar el problema con él.

Intenta arreglar el problema

Como decíamos antes, lo más útil es que intentes encontrar soluciones alternativas para que el problema entre ambos termine. Prepara tus argumentos para desmontar a ese compañero tóxico.