• ‘Food shaming’ o qué hacer cuando alguien te juzga por lo que comes.
    • ¿En qué te puede ayudar un coach nutricional?

    Hay muchas personas que no consiguen reducir peso aunque prueben diferentes dietas. ¿Pero de verdad es el sobrepeso un problema? "Con los movimientos ‘body positive’ y HAES (Health at Every Size), se ha abierto un gran melón: que el peso no determina la salud. De hecho, el concepto TIFO (‘Thin Outside Fat Inside’) atiende precisamente a esto: cada vez encontramos más cuerpos delgados que tienen una gran cantidad de grasa e inflamación en su interior", señala Cristina Barrous, técnico en nutrición y ‘coach’ nutricional.

    Es decir, no está más sano el que pesa menos, "pero el sobrepeso y la obesidad, aunque aparezcan con un estilo de vida saludable, a largo plazo acaban convirtiéndose en un problema para el cuerpo", añade.

    Según la teoría de las kilocalorías, si comes menos kilocalorías de las que gastas, adelgazas, y si haces lo contrario, engordas… ¿Pero qué pasa cuando haces ejercicio, comes poco y no bajas de peso?

    El horario importa

    "Es algo que observó y estudió en profundidad el biólogo Franz Halberg en los años 40. No hay que tener solo en cuenta la comida que tomamos y el ejercicio que hacemos, sino también el horario. Es decir, tenemos que tener en cuenta la cronobiologia", nos cuenta Cristina Rodríguez Alconada, nutricionista de Instituto Médico Láser y explica que la cronobiología es la ciencia que estudia los ritmos biológicos en los seres vivos.

    por qué no consigues bajar de peso aunque lo intentes
    d3sign//Getty Images

    "Debemos ajustar nuestra ingesta de alimentos al momento hormonal en el que está nuestro organismo. Los seres humanos seguimos un ritmo circadiano, es decir, es un ciclo de 24 horas que se rige por el sol. En nuestro cerebro tenemos un reloj central que actúa como un director de orquesta dirigiendo al resto de relojes periféricos que se localizan en distintas zonas, como en los músculos, el intestino, el corazón, el hígado y en las células del sistema inmunitario. Estos relojes nos van a ir marcando qué tipo de alimentos y de nutrientes tenemos que ir tomando a lo largo del día", añade.

    "Durante la mañana y hasta media tarde nuestro organismo está más preparado para metabolizar los hidratos de carbono, sin embargo, a partir de media tarde y por la noche esta capacidad de metabolización disminuye y una cantidad mayor de hidratos de carbono va a tender a acumularse en forma de grasa. Por lo tanto, influye mucho lo que comemos y la hora en que lo comemos", señala la experta.

    Otros aspectos que deberías tener en cuenta

    Javier Rosado, nutricionista de Clínicas Dorsia, señala que a veces no conseguimos perder peso por otras razones:

    • Puede ser que el ejercicio nos cree una falsa perspectiva de las calorías que quemamos y eso nos lleve a que comamos más por relajación.
    • Por muy sano que comamos, el ejercicio nos abre el apetito y si no generamos un déficit calórico no conseguiremos perder peso.
    • Las personas sedentarias cuando empiezan a estimular la masa muscular, hacen que ésta se tonifique y aumente el peso de la misma, aunque sigan bajando el porcentaje de grasa. En este caso, lo mejor es no obsesionarnos con el peso y guiarnos por el cambio físico que estamos experimentando.
    • También puede explicarse por un desajuste hormonal.

    Otro problema (o ventaja) con el que nos podemos encontrar es nuestra información genética. "Sabemos que, genéticamente, hay personas que son más susceptibles que otras a determinadas dietas y personas que son más susceptibles a poder bajar peso haciendo determinados ejercicios. Está claro que lo que le funciona a mi amiga o amigo no tiene por qué funcionarme a mí", señala Cristina Rodríguez Alconada.

    por qué no consigues bajar de peso aunque lo intentes
    Westend61//Getty Images

    "Hacerse un test genético que nos diga cómo son nuestros genes frente al tipo de alimentación y rutina de ejercicio que tenemos que hacer es un buen aliado para conseguir no solo el peso necesario, sino también una buena salud y un envejecimiento saludable", añade la experta.

    Deja de darle a la báscula la importancia que no tiene

    Ten en cuenta que nuestro cuerpo está hecho de algo más que kilos. "El número que marca la báscula es un sumatorio multifactorial compuesto, entre otros, por: grasa, músculo, agua y huesos. Por eso, debemos dejar de darle a la báscula la importancia que no tiene", recuerda Cristina Barrous.

    "La microbiota juega un papal determinante dentro de nuestra salud y de nuestro peso. Se ha demostrado como, dependiendo de las bacterias que predominen en nuestro intestino, podemos tener más tendencia al sobrepeso (nuestras bacterias pueden ser de las que aprovechan más los alimentos y con menos se alimentan más: en personas obesas observamos un aumento de Firmicutes y una reducción de Bacteroidetes)", añade.

    Además, el hecho de tener un histórico de dietas reduce el metabolismo basal. "Tu cuerpo aprende a hacer lo mismo con menos energía. Nuestro metabolismo está diseñado para adaptarse a momentos de hambruna, y cuanto se sometemos a una dieta restrictiva, aprende a ejercer las mismas funciones con menos energía. Esta es la razón por la que después de una segunda dieta el cuerpo no pierde peso, y no solo eso, sino que a poco que comamos rápidamente, lo eleva", advierte la nutricionista.

    por qué no consigues bajar de peso aunque lo intentes
    twomeows//Getty Images

    Por último, el estrés juega un papel fundamental dentro de nuestro peso. "Un estrés mantenido en el tiempo supone una inflamación de las células glía (que se encuentran en nuestro cerebro) y la activación de citocinas proinflamatorias. Estas citocinas llegan a nuestro intestino y nos inflamamos también. A partir de aquí es un ‘cuesta abajo y sin frenos’, donde parece que ‘todo lo que como me engorda’ o que enseguida me encuentro mal. Esto es precisamente por una disbiosis causada por nuestro estrés, que hace que los microorganismos de nuestro intestino de desordenen y funcionen cada vez peor", añade Cristina Barrous.

    ¿Cómo lo puedes solucionar?

    Para poder mejorar y sentir que avanzamos en este tema, "es clave consultar a un profesional que se centre en los hábitos de vida, que aborde una parte alimentaria, pero también de ejercicio; y que ocasionalmente introduzca probióticos para optimizar el funcionamiento de tu microbiota. Además, se recomienda incluir un soporte psicológico para reducir cualquier estrés crónico que podamos tener", aconseja la experta.

    Recuerda: no puedes solo fijarte en el número que te refleja la báscula, ya que este dato no es 100% fiable. Hay otros factores mucho más importantes, como el porcentaje de grasa corporal, el nivel de estrés o el estado de la microbiota intestinal.

    Headshot of Magdalena Fraj
    Magdalena Fraj

    Especializada en belleza, trabajó en Cosmopolitan hasta 2022 hablando de manicuras, trucos para el pelo y los mejores tratamientos para tu cuerpo. Adicta a Instagram, pasa el tiempo entre cosméticos y es de las que piensa que la vida es demasiado corta para comer poca pizza (y poco queso).