Está claro que la dieta mediterránea, con un importante contenido en frutas y verduras, y repleta de vitaminas, previene ciertas enfermedades como el colesterol, la obesidad e incluso el Covid-19, según un estudio de la Universidad de Harvard. Sin embargo, según los datos recogidos por el Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación entre enero y noviembre de 2021, el consumo de frutas y verduras frescas en los hogares sigue descendiendo, en concreto un 8% respecto al mismo periodo de 2020.

Sin embargo, al mismo tiempo, la industria de los suplementos nutricionales experimentó un crecimiento del 12,1% en 2020, el más alto en más de dos décadas, según el portal Nutrition Business Journal. En España, el estudio Potloc x Nutrikéo para Incara Solutions, desvela que dos de cada tres personas en España ya consume este tipo de productos de forma habitual. ¿No es un poco contradictorio? ¿qué está pasando?

Vendaval de vitaminas

Efectivamente, el último boom de la belleza, el bienestar y la salud se llama nutracéutica o, lo que es lo mismo, suplementos nutricionales o alimenticios. Lo más llamativo de todo es que este tipo de productos están mejor considerados que los alimentos y los medicamentos. O sea, tomarlos es de guapas, como diría La Vecina Rubia.

Empiezan a ser legión las empresas que están lanzando suplementos orales para casi todo: antiestrés, antiaging, para conciliar el sueño (con melatonina), para pieles sensibles o con acné, para fortalecer pelo, uñas y articulaciones, con ácido hialurónico y colágeno, probióticos y diferentes vitaminas, y la promesa de prepararnos para un rendimiento todopoderoso en todos los órdenes de la vida. Algunas prometen resultados incluso en 14 días. ¿La razón? La manera de vehiculizar los activos. "Cuando hidrolizamos el colágeno, por ejemplo, este es capaz de actuar como precursor del colágeno endógeno", explica Julia Chacón, fundadora de Luxmetique.

Teresa Pueyo, creadora de Superlativa, empresa de nutracéutica que utiliza plantas, frutos y hongos adaptógenos para aumentar la resistencia del organismo frente al estrés, vaticina que "esto es solo el principio, pues se espera en el sector un crecimiento de dos dígitos, sobre todo en los próximos cinco años".

Hoy, puedes encontrar decenas de suplementos en forma de pastillas, bebibles, tabletas, reducidas a polvo y hasta en formato gominola. Son las nuevas súpergolosinas.

¿Son mejores las vitaminas de los suplementos o las de los alimentos?

Es evidente lo que dirían nuestras bisabuelas acerca de esta nueva fórmula para asegurarse que no le falta de nada al body: claramente, se decantarían por los alimentos naturales. Y eso que nunca habían oido hablar de oligoelementos, micronutrientes y antioxidantes. Pero claro, los que comían ellas. Hoy, las cosas han cambiado mucho:

Los cultivos actuales, con semejante aderezo de pesticidas y conservantes, y a menudo en invernaderos al abrigo del sol vitaminado, no tienen punto de comparación con aquellos de los que ellas disfrutaron. Por no hablar de la cantidad de animales que se alimentan con piensos que contienen hormonas y antibióticos. El ejemplo de los tomates es brutal: pregunta a tu madre sobre el sabor de los que tomaba de pequeña. Obtener en el mercado unos parecidos es un acto de fé, incluso pagando por ellos como si fueran rubíes.

Además, en el día a día resulta complicado llevar un estilo de vida natural y saludable al 100%, llegando a los objetivos óptimos de vitaminas y minerales esenciales procedentes de los alimentos. Porque lo cierto es que, no nos engañemos, no somos aún un modelo de alimentación, a pesar de ser titulares de la dieta mediterránea.

Por último, es imposible obviar que la medicina preventiva y antiaging lleva años dedicándose a estudiar la suplementación nutricional.

Ojo si te estás medicando

En términos generales, suplementarse no tiene ningún inconveniente salvo si estamos en tratamiento con algún medicamento, en cuyo caso se hace obligatoria la consulta a un profesional de la salud, como el médico o el farmacéutico, antes de comenzar cualquier suplementación. "Un ejemplo muy claro es la vitamina K, que interacciona con los medicamentos anticoagulantes, o el yodo, a tener en cuenta por las personas con problemas tiroideos que ya lo toman por prescripción médica. Hay muchos tratamientos adelgazantes que lo contienen, por lo que podría afectar a la tiroides", advierte Belén Acero, farmacéutica.

Las vitaminas y minerales a tener en cuenta

Aunque en teoría la mayoría de las vitaminas y minerales se pueden obtener a través de la alimentación, de dos de ellas tenemos más déficit. La primera es la vitamina D, que se sintetiza, en primer lugar, por la exposición de la piel al sol. Curiosamente, España, uno de los países europeos con más horas de luz al día, es también uno de los que sufren mayor carencia de esta vitamina; aún no hay estudios concluyentes que lo expliquen. El segundo es el magnesio, mineral muy presente en los aguacates, el cacao, los frutos secos y las semillas.

¿Cómo saber si nos estamos pasando?

Stefanie Seyda, dermatóloga y creadora de Longenic, explica que hay dos tipos de vitaminas: las hidrosolubles, que expulsas a través de la orina, y otras, las liposolubles, que se guardan en la grasa corporal.

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En cualquier caso, Matthieu Erre, farmaceutico y CEO de Incara Solutions, nos ha tranquilizado asegurándonos que todas las fórmulas están controladas y reguladas por el sistema de Salud. No obstante, cada activo tiene una cantidad óptima recomendada, por tanto, cada vez que incorporas a tu alimentación cualquier suplemento a tu rutina, debes consultar con un especialista que te permita saber si estás en los valores recomendados", recuerda Teresa Pueyo. "Porque tú puedes tener una capacidad de absorber o almacenar algún nutriente con más facilidad que otra persona, por ejemplo, y no lo sabes", remata la experta.

La importancia de las etiquetas

Hay una asignatura pendiente, y es aprender a leerlas para saber qué cantidad de cada activo lleva cada suplemento. Una buena idea es hacer una foto de la lista de ingredientes y llevarla al especialista de la salud. "En este sector, uno de los grandes avances que ha habido en los últimos años es su regulación: en Sanidad son muy estrictos con respecto a las etiquetas, sobre todo si nos comparamos con EE.UU", dice Teresa Pueyo.

Su biodisponibilidad

De nada sirve estar tomando suplementos vitamínicos si no estamos seguras de que nuestro organismo lo está asimilando y aprovechando correctamente. Muchas veces no se recomienda adecuadamente la ingesta adecuada para que sea absorbido de manera que sea efectivo al 10%. Por ejemplo, sabemos que algunos activos mejoran su asimilación cuando las mezclas con grasas saludables como las de los frutos secos o con leches vegetales.

En definitiva, lo ideal es arrancar la experiencia con la nutricosmética con una visita al médico de familia para que te prescriba una analítica de sangre completa con la que podrá tener la máxima información acerca de tus valores, y sobre todo si ya tienes una condición médica o medicación prescrita antes. A partir de ahí, lo ideal es mantener una dieta, sobre todo, muy variada (hay vitaminas o micronutrientes necesarios que solo se encuentran en unos pocos alimentos). Y después, elegir un área que consideres más frágil y añadir un suplemento. Que para "adaptógenas", ¡nosotras!

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Amelia Larrañaga

Periodista especializada en belleza, bienestar y estilo de vida desde hace más de 25 años. Desde que se licenció en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, ha escrito para medios como Elle, Vogue, Woman, Yo Dona, Mujer Hoy, Elle Gourmet o Harper’s Bazaar.  Dentro del mundo de la belleza, es experta en peinados, cortes de pelo y cabello en general (en una alfombra roja, no se le escapa el más discreto de los postizos ni el más escondido de los trucos) y lo sabe todo acerca de color y las últimas tendencias capilares, gracias a que se tituló en Peluquería en la Academia Guallar de San Sebastián mucho antes de estudiar periodismo.  Si no hubiera sido reportera, le hubiera gustado ser antropóloga o socióloga, por eso disfruta como una niña con ensayos que le ayuden a entender mejor al ser humano y su conducta, individual y en masa, o entrevistando a los expertos para sus artículos sobre psicología y tendencias sociales. Probadora profesional de experiencias, es capaz de sumarse a cualquiera de sus valientes retos “30 días sin…” para luego contar cómo es transitar durante un mes fuera de su zona de confort.